LPOSe avaló a mano alzada el DNU que crea la Enacom. Recalde pidió
 votación nominal, pero ya era tarde.

La segunda sesión del año de la Cámara de Diputados terminó en un escándalo de gritos e insultos cuando el Frente para la Victoria se fue
 del recinto, furioso porque se votó a mano alzada la creación del Ente
 Nacional de Comunicación (Enacom).

Lo que se votó, en realidad, es el decreto de necesidad y urgencia que
 eliminó la ley de Medios y la de Argentina Digital para conformar la Ena

Desde ahora, será ese nuevo organismo el encargado de emitir licencias
 y avanzar en la convergencia digital, un plan que había empezado la tam
bién eliminada Aftic. 

Con el apoyo de un diputado de Sergio Massa (Raúl Pérez), en la bicame
ral que trata los DNU Cambiemos obtuvo dictamen de mayoría y el kirch
nerismo de minoría; por lo tanto, el del oficialismo, por contar con ma
yor cantidad de firmas, debía mandarse primero a votación.

La aprobación en Diputados es crucial, porque con que sólo una Cáma
ra avale un DNU lo deja firme y el Gobierno no puede confiar en el Sena
do, donde el 60% de sus miembros son peronistas. 

En Diputados tampoco le sobra nada. El bloque peronista de Diego Bo
ssio había anticipado su abstención, pero de todos modos con el Fren
te Renovador y el acomodaticio lote de monobloques se suponía que lle
gaba sin problemas.

Aún así, sus referentes no quisieron arriesgar una votación nominal y 
tras el último discurso, Emilio Monzó se apuró a ordenar votar a mano al
zada, una práctica que suele usarse sólo cuando hay unanimidad, pero
 es válida en los proyectos de resolución, como los los que ratifican de
cretos presidenciales. 

En un recinto caótico, en el que nadie parecía saber que pasaba, Héctor Re

calde no tuvo reflejos para frenarlo y Monzó siguió con el temario previsto

, que era una declaración del Frente Renovador que pedía sancionar una 

ley sobe la Enacom. O sea, el mismo tema, pero un paso más adelante. 

Era tanta la falta de conducción en el FpV que Remo Carlotto se expresó 
sobre esa declaración y por lo tanto se suponía que la creación de la Ena
com era historia escrita también para su bloque.

Pero no fue así. “Queremos votación nominal. Queremos que quede regis
trado quién apoyó este decreto”, exigió al rato Recalde, ya bien tarde.

Estaba frustrado porque al no haber registro de la votación cualquier dipu
tado opositor podía alegar no haber avalado la eliminación de la ley de me
dios, un delito para el glosario kirchnerista.

Por ejemplo, no se supo si los diputados del frente progresista (como Her
mes Binner, Margarita Stolbizer) estaban de acuerdo con la creación de la 
Enacom. Tampoco abrieron la boca.

“Señores diputados, ese tema ya se votó. Estamos tratando otro proyecto”
, lo corrió Héctor Negri, jefe del intebloque Cambiemos. “¡El reglamento
 obliga a una votación nominal!”, gritó la entrerriana Ana Gaillard, del FpV.

“Esto se puede objetar judicialmente”, objetó el kirchnerista mendocino 
Guillermo Carmona. Para evitar esos vacíos legales es que existe la vota
ción electrónica, pero en Cambiemos prefirieron no arriesgarse.

“Acepto el juego de la democracia: pero no vamos a aceptar que nos to
men por giles para entretenerse”, se ganó los aplausos Héctor Negri. Los 
diputados del FpV ya estaban parados y el recinto se convirtió en un tem
plo de la anarquía.

Diana Conti gritaba parada reclamando no que se vote el dnu de la enacom
, como sus pares, sino para quejarse de que en su orden del día no estaba 
la resolución del Frente Renovador que se estaba tratando.

Cuando Monzó la mandó a votar ese expediente los diputados del FpV se
 fueron de a poco. Los camporistas partieron raudos (el más cansino fue 
Máximo Kirchner), José Luis Gioja y Daniel Toma recién se pararon cuan
do se quedaron solos y Conti sorprendió a todos: se mantuvo hasta que 
el tablero electrónico marcó aprobado. 

Hábil, esperaba que no hubiera quórum para levantar la sesión. Buscó se
ducir a los cuatro diputados de izquierda, pero estos prefirieron avalar con
 su presencia el resto de los DNU.