Fueron dos cenas con alcaldes del Conurbano y la Sexta. Hubo sintonía, pero piden fondos.
Emilio Monzó tiene un objetivo central para las elecciones de medio término y empezó a trabajar para construirlo: Armar la pata peronista del PRO en la provincia de Buenos Aires. En la semana que pasó tuvo dos cenas claves con intendentes peronistas de la provincia.
Y anoche cenó con practicamente todos los intendentes peronistas de la Sexta Sección electoral a quienes les planteó de manera muy sutil que tienen abiertas las puertas del PRO para cuando lo consideren necesario.La primera fue en su centro de operaciones habitual, el excelente restaurant italiano Marcelo de la avenida Quintana, en plena Recoleta. Allí comió con Gabriel Katopodis y Martín Inasurralde, alcaldes de Lomas de Zamora y San Martín.
"Yo soy peronista y me siento uno de ustedes, sólo que ahora estoy en el PRO", les dijo de entrada, como si hiciera falta. La mayoría lo conoce de sus épocas de intendente peronista de Carlos Tejedor. "Que buenos que seas vos el que estas ahi", lo adularon y Monzó retrucó: "Y que sean ustedes los que están alla".
Fue una cena con una larga sobremesa en la sede del sindicato de Luz y Fuerza, sobre la calle Defensa. Allí hablaron de gestión, pero por sobre todo de política. Algunos se enfocaron en las medidas de ajuste impulsadas por Mauricio Macri y el impacto que esto puede tener en los distritos. Incluso alguno mencionó la frase de Fernando Espinoza: "si explota el Conurbano, salta Mauricio Macri". La respuesta de Monzó fue contundente: “Los estallidos sociales los hacen la gente no los dirigentes”, dijo.
Monzó no es un desconocido para los intendentes. Algunos lo conocen de cuando era intendente y otros forjaron una relación cuando el diputado pasó por el ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense. “Viene del palo nuestro. Es un compañero”, dijo a LPO un intendente que anoche estuvo en la cena de la sexta.
Estuvieron Marcos Fernández (Monte Hermoso), Alfredo Fisher (Laprida); Néstor Álvarez (Guaminí); Alejandro Acerbo (Daireaux); Hugo Corvatta (Saavedra); Marcelo Santillán (Gonzales Cháves) y Roberto Álvarez (Tres Lomas). Ausente estuvo Julio Marini (Benito Juárez). También hubo algunos legisladores como Ricardo Moccero, ex intendente de Coronel Suárez.
LPO había adelantado que ese grupo de intendentes se había reunido en Monte Hermoso a mediados de febrero en búsqueda de conformar un liga propia, independiente tanto de los dialoguistas como Insaurralde, Zabaleta y Katopodis; como de los ultra kirchneristas que lideran Juan Patricio Mussi (Berazategui) y Jorge Ferraresi (Avellaneda).
En esa reunión se habían mostrado duros con algunas medidas del gobierno de Vidal y manifestaron su preocupación por la falta de continuidad en las obras, y el atraso de los desembolsos comprometidos en educación y seguridad.
El debate de fondo
Monzó está dando un debate interesante hacia adentro del PRO. Su postura es que el impacto fuerte de la gestión en los gobiernos recién se pecibe a los tres años, de manera que será la política la que defina la suerte del Gobierno en las elecciones de medio término del año próximo y para eso el único triunfo que importa es el de la provincia de Buenos Aires. "Si ganamos en todos el país y perdemos la provincia vamos a quedar como derrotados, va a ser la foto de Cristina, Randazzo y Scioli del 2013 diciendo que ganaron, cuando para la gente habían sido derrotados por Massa", suele explicar.
Y para ganar la provincia Monzó cree que es necesario contar con una robusta pata que incluya intendentes peronistas, algo que no tiene todavía consenso en el PRO donde algunos creen que se ganó por la campaña de Marcos Peña y Durán Barba y eso será nuevamente lo que los lleve al triunfo. Los que sostienen esa teoría olvidan que también ganaron porque el peronismo llevó al peor candidato posible a gobernador, Aníbal Fernández, manchado por una durísima acusación por asesinato y narcotráfico, y difícilmente se repita esa coyuntura.
Por eso, para seducirlos, Monzó intentó "explicarles" a los intendentes como es Macri, una manera de dejar flotando la idea de futuras incorporaciones.
"Macri tiene una virtud: Es un hombre inteligente", arrancó Monzó y agre
gó: "Pero tiene una debilidad: Es ingeniero y es ordenado y la Argentina
todavía necesita convivir con algunos desordenes”. Por eso, el diputado
recalcó que “si logramos gestionar ese desorden hasta que esto se acom
ode vamos a andar bien. Hay que pasar esa coyuntura”, enfatizó.
gó: "Pero tiene una debilidad: Es ingeniero y es ordenado y la Argentina
todavía necesita convivir con algunos desordenes”. Por eso, el diputado
recalcó que “si logramos gestionar ese desorden hasta que esto se acom
ode vamos a andar bien. Hay que pasar esa coyuntura”, enfatizó.
La tensión con Vidal
Los intendentes se fueron contentos, se sintieron contenidos y festejaron
el acercamiento al que calificaron de “inteligente”. Pero claro, al momento
de hablar de gestión algunos manifestaron que los fondos no llegan y to
dos coincidieron en que necesitan dinero fresco para obras. Y ahí se abre
el aspecto más delicado de la operación política que lanzó Monzó.
el acercamiento al que calificaron de “inteligente”. Pero claro, al momento
de hablar de gestión algunos manifestaron que los fondos no llegan y to
dos coincidieron en que necesitan dinero fresco para obras. Y ahí se abre
el aspecto más delicado de la operación política que lanzó Monzó.
Un detalle de la reunión fue la ausencia de referentes de María Eugenia Vi
dal. Se sabe de las tensiones entre Monzó y la Gobernadora dentro de la
interna del PRO. Aunque contenida, esa tensión crece de cara al armado
del año próximo y por eso ya hay referentes de todos los sectores trabajan
do para armar una mesa de coordinación que evite los roces. Pero claro,
más allá de las comidas y gestiones de amigables componedores como el
ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y su equipo, lo que se discute es
quien va a concentrar el manejo del proceso de seducción del peronismo
en la provincia y con qué recursos.
dal. Se sabe de las tensiones entre Monzó y la Gobernadora dentro de la
interna del PRO. Aunque contenida, esa tensión crece de cara al armado
del año próximo y por eso ya hay referentes de todos los sectores trabajan
do para armar una mesa de coordinación que evite los roces. Pero claro,
más allá de las comidas y gestiones de amigables componedores como el
ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y su equipo, lo que se discute es
quien va a concentrar el manejo del proceso de seducción del peronismo
en la provincia y con qué recursos.
"Si van a repartir obras sin acompañarlas de un criterio de construcción
Se suma a esa tensión por el manejo de fondos, cargos y negociaciones,
la discusión de las candidaturas del año próximo que, como corresponde
, ya empezó a tantearse. Por ahora,Vidal apuesta fuerte a que Jorge Macri
sea el candidato a senador por la provincia de Buenos Aires.
la discusión de las candidaturas del año próximo que, como corresponde
, ya empezó a tantearse. Por ahora,Vidal apuesta fuerte a que Jorge Macri
sea el candidato a senador por la provincia de Buenos Aires.
Vidal junto a Jorge Macri y su mano derecha Federico Salvai, quieren ser
ellos los que conduzcan el armado político en la provincia y definan candi
daturas,a liados y eventuales incorporaciones. Frigerio por ahora intervie
ne vía su viceministro, el sensato Sebastián García de Luca, muy cercano
a Monzó y también bonaerense -nació en Chivilcoy-.
ellos los que conduzcan el armado político en la provincia y definan candi
daturas,a liados y eventuales incorporaciones. Frigerio por ahora intervie
ne vía su viceministro, el sensato Sebastián García de Luca, muy cercano
a Monzó y también bonaerense -nació en Chivilcoy-.
Pero por carácter y peso específico en la interna del PRO, Frigerio elude el
conflicto.
conflicto.
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