VIENTO NORTE (1ª PARTE)

RECONOCIMIENTO, REGALO, ATENCIÓN, DIEZMO, CORRUPCIÓN…

Hay un dicho popular que dice lo siguiente “Chorean… pero hacen” que sig
nifica el reconocimiento tácito de la corrupción. Lo que se juzga en este mo
mento, no es la corrupción en sí, sino el ¡Grado! De asalto en poblado y en
 banda, que sufrió el Estado Argentino, y eso sí que no tiene antecedentes. Lo
 que estamos viendo es una organización de una ferocidad increíble, ¿Con 
cuántos millones Ud. se conformaría?

Ni los Kirchneristas más fanáticos, ni La Campora, pueden salir en defensa de 
lo que está pasando con Lázaro Báez, solo esperan, confían y rezan que no se compruebe con fundamentos jurídicos que la Ex Presidente de la Nación, ten
ga una directa vinculación que pueda ser probada. Si ya se Ud. lo cree sin la
menor duda, pero una cosa es creer y otra cosa es probar ante la justicia.
Por todas estas razones viaje a CABA, y después de varios “no”, (en este mo
mento todo el mundo se cuida el cu…) recordé a un hombre que fue y sigue 
siendo un “operador” (algo retirado ahora solo se dedica a cosas muy específi
cas, pero creo que es uno de los mejores informados del país).
Tuve que salir de CABA (por razones que Ud. comprenderá ni siquiera digo si 
hacia el norte, sur u oeste.) y después de un largo rato de manejar, me encon
tré en un bonito barrio, con garitas en las esquinas donde hay agentes de segu
ridad armados, están de a dos o tres, y tienen monitores donde pueden ver las cámaras conectadas en varias cuadras a la redonda, un vehículo con vidrios polarizados y cada uno de los integrantes de esta guardia (particular) tiene una
 tarea asignada.
Toque el timbre y una voz del interior me pidió que mirase la cámara, cuando
 se abrió la puerta pase por un escáner (parecido al que usan en los aeropuer
tos) y por fin luego de cruzar el jardín llegué a la puerta del magnífico chalet,
 donde fui recibido por un “ropero” vestido de traje, donde se notaba a las 
claras la pistola en la sobaquera…
Me acompañó hasta el estudio donde me esperaba Don Elvio (nombre de 
fantasía), quien se acercó a saludarme con una sonrisa de bienvenida, estre
chó con fuerza mi mano y me señaló un cómodo sillón cerca del hogar que
 emitía un suave calor…
Yo – Disculpe mi atrevimiento, pero hay cosas que solo se pueden hablar 
con los que saben de verdad…
D.E. – Me halagas, lo cual es signo de que lo que te preocupa debe ser muy interesante.
Yo – Si (dije recordando que no le gustaban los preliminares) la corrupción
 en la Argentina…
D.E. – Algo tan viejo como nuestro país, y tan complejo que requiere horas solamente la explicación de sus orígenes…
Yo – ¿Y una versión sintética?
D.E – Sostengo la teoría que la corrupción nace de la “gauchada”, del favor
 sin pedir nada a cambio, para luego transformarse a lo largo de los años 
en una forma que fue mutando, primero con un regalo, luego con ascensos
, o con otro tipo de retribuciones, hasta llegar a lo que vemos hoy que es 
algo que suponíamos, pero que ahora confirmamos, una corrupción sin nin
gún límite… casi podríamos decir que estos últimos años fue un saqueo…
Yo - ¿Por qué siempre el Estado es víctima de la corrupción, acaso no hay 
un solo político que sea honesto?
D.E.- Los hubo y los hay… pero el gran problema es que para hacer políti
ca hay que tener mucho dinero, y el dinero que se obtiene, es solo un 
“préstamo”, el apoyo económico para una campaña, no lo hacen un par 
de miles de militantes con una rifa, proviene de grandes empresas y has
ta de países interesados en los múltiples beneficios que puede acarrear “
tener gente amiga en el gobierno”
Yo – Digamos entonces que si no hay plata, no hay carrera política…
D.E. - ¿Cómo te compras un auto?, con dinero o a crédito ¿Verdad? Bueno 
en la política es casi lo mismo a medida que avanzas vas tomando compro
misos mayores, y cuando “paras la pelota” ya estás “metido hasta los tes
tículos”, y no solo en cuanto al dinero, el poder te trae aparejado también 
“entrar en la joda” mucha trasnoche, muchas secretarias, muchas muje
res que pululan alrededor tuyo ofreciéndote sexo….
Lamento que se haya terminado el espacio de esta semana… le prometo que en la próxima le cuento el resto.

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