Emma Morano es italiana. Su régimen alimentario está elaborado
sobre la base de huevos y es comentado en todo el mundo. Vive
prácticamente postrada.
La italiana Emma Morano, última superviviente conocida del siglo
XIX y decana de la humanidad, cuyo régimen alimentario a base de
huevos se comenta en todo mundo, celebra este martes sus 117
años en su pequeño apartamento de Verbania, en el norte de Italia.
Morano nació el 29 de noviembre de 1899, su primer amor desapareció
durante la Primera Guerra Mundial, se separó de un marido violento
justo antes de la Segunda y trabajó hasta los 75 años en una fábrica
de bolsas de arpillera.
Siguiendo el consejo que le dio un médico cuando tenía 20 años, se
alimentó durante casi un siglo a base de tres huevos diarios, dos
crudos y uno hervido, con un poco de carne y muy pocas frutas o
verduras.
Las galletas le vuelven loca, pero durante una entrevista con la AFP
a finales de octubre, no estaba segura de si probaría su tarta de
cumpleaños: la de los 116 años le sentó mal.
"La gente viene. No invito a nadie pero ellos vienen. De América, de
Suiza, de Austria, de Turín, de Milán...
¡Vienen de todas partes a verme!", exclamó .
Muy independiente, conservó su autonomía hasta los 115 años, a
pesar de que ya no salía de su vivienda de dos habitaciones desde
hacía 20 años.
Además, lleva un año postrada en cama y necesita de una auxiliar
de enfermería a tiempo completo.
Su espíritu se mantiene alerta pero oye muy mal, se expresa con
dificultad, ve demasiado mal como para mirar la televisión y pasa
gran parte del día durmiendo.
El miércoles, se espera que algunos familiares y periodistas, así
como la alcaldesa de Verbania, Silvia Marchionini, acudan a visitarla.
Roma, AFP-NA.
XIX y decana de la humanidad, cuyo régimen alimentario a base de
huevos se comenta en todo mundo, celebra este martes sus 117
años en su pequeño apartamento de Verbania, en el norte de Italia.
Morano nació el 29 de noviembre de 1899, su primer amor desapareció
durante la Primera Guerra Mundial, se separó de un marido violento
justo antes de la Segunda y trabajó hasta los 75 años en una fábrica
de bolsas de arpillera.
Siguiendo el consejo que le dio un médico cuando tenía 20 años, se
alimentó durante casi un siglo a base de tres huevos diarios, dos
crudos y uno hervido, con un poco de carne y muy pocas frutas o
verduras.
Las galletas le vuelven loca, pero durante una entrevista con la AFP
a finales de octubre, no estaba segura de si probaría su tarta de
cumpleaños: la de los 116 años le sentó mal.
"La gente viene. No invito a nadie pero ellos vienen. De América, de
Suiza, de Austria, de Turín, de Milán...
¡Vienen de todas partes a verme!", exclamó .
Muy independiente, conservó su autonomía hasta los 115 años, a
pesar de que ya no salía de su vivienda de dos habitaciones desde
hacía 20 años.
Además, lleva un año postrada en cama y necesita de una auxiliar
de enfermería a tiempo completo.
Su espíritu se mantiene alerta pero oye muy mal, se expresa con
dificultad, ve demasiado mal como para mirar la televisión y pasa
gran parte del día durmiendo.
El miércoles, se espera que algunos familiares y periodistas, así
como la alcaldesa de Verbania, Silvia Marchionini, acudan a visitarla.
Roma, AFP-NA.
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