En el Gobierno saben que las PASO bonaerense quedaron en manos
de Unidad Ciudadana, aunque la estrategia, sea no reconocerlo. La
idea es que los números que se conocerán en unos días tras el
escrutinio definitivo confirmen la novedad. Y si es posible que pase
desapercibido.
de Unidad Ciudadana, aunque la estrategia, sea no reconocerlo. La
idea es que los números que se conocerán en unos días tras el
escrutinio definitivo confirmen la novedad. Y si es posible que pase
desapercibido.
donde se pretende llegar con varias obras inauguradas y mostrando
mucha gestión, mucho derribamiento de bunkers narco, mucha
lucha contra la mafia policial, por ejemplo. Así se dejó entrever tras
la primera reunión de Gabinete post elecciones.
También se va a buscar seguir a full con la polarización y marcar
claramente que si la que gana las elecciones en la Provincia es
Cristina Fernández, eso significa volver al pasado, volver a darle
paso libre a la corrupción y abrir una puerta grande a una eventual
candidatura presidencial.
Para impedir todos esos males Vidal y los suyos necesitan más
votos, necesitan dar vuelta la derrota del domingo pasado y salir a
la caza de los que prefirieron no acercarse a las urnas y de los
sufragios en blanco. También de los que votaron a Massa y Randa
zzo, sobre todo los primeros, que como sucedió en el ballotage de
2015, a la hora de elegir entre entre el FpV y el Pro, se pintaron de
amarillo.
El tema es que en esta oportunidad Massa sigue en carrera, la cara
de Massa estará en el cuarto oscuro, y tal como ya le informó a sus
legisladores, candidatos e intendentes, intentará mejorar su perfor
mance y si bien ya sabe que el triunfo es imposible, al menos acomo
darse de manera tal de meter más legisladores provinciales y nacionales.
Por supuesto, la tarea no es sencilla. Massa y Cambiemos tienen
muy fresca la elección de 2013, cuando de las PASO a las generales,
el tercero en discordia, Francisco De Narváez, perdió más de una
decena de puntos. ¿Pudede pasarle eso a Un País en estos también
comicios legislativos? En El Frente Renovador y el GEN intentarán
que no.
Pero como se dijo, en Cambiemos intentarán que sí. Y como los
números vienen marcando desde 2015, la batuta electoral ya no la
tiene el tigrense. Por si acaso, en la casa de Gobierno bonaernse
y también en la Rosada ya sacaron las pertinentes cuentas que,
según ellos mismos, indefectiblemente los llevarán a la victoria.
A diferencia de lo que sucedió entre las PASO y las Generales de
2015, Massa no podrá contener la totalidad de sus sufragios, y
sufrirá una marcada perdida de puntos que serán nada más y na
da menos que los que el Gobierna pueda convencer de lo malo
que sería que regrese CFK.
Así las cosas, de cada diez votos que en las PASO fueron para Un
País, seis se quedarán con Un País. Los otros cuatro restantes se
repartirían entre Cambiemos y Unidad Ciudadana: tres para los
primeros y uno para el kirchnerismo. "No le erramos en las encues
tas, no le vamos a errar ahora tampoco", asegura un legislador
provincial.
La campaña continúa. Las PASO fueron apenas un breve intervalo.
Y ahora se viene la parte final de la madre de las batallas. ¿Contará
Cambiemos con los votos de Massa? Si resulta tal como prevén en
calle 6, el cambio iniciado en 2015 será reconfirmado y Vidal habrá
cumplido con parte de su objetivo, sacar a Cristina de la escena
para siempre.
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