En bancos privados se llegó a vender a $32,70.
Las herramientas del Banco Central no logran ponerle un techo a la
fuerte devaluación de la moneda que supera el 80% en los últimos
12 meses. Ni una tasa récord del 45% que afecta a todo el aparato
productivo, ni la liquidación de reservas, ni la intervención en el
mercado de futuros. Quizás sea por eso que la máxima autoridad
monetaria haya decidido no intervenir en el mercado cambiario al
inicio de este martes, dejando correr el tipo de cambio hasta los
$32,70 en el caso de algunos bancos privados como el Galicia.
Pero como era de esperarse, a mitad de la jornada Caputo volvió a
cambiar de estrategia al ver que la divisa se acercaba a los $33. Esta
vez, necesitó de dos nuevas subasta de 300 millones de dólares -de
los que se adjudicaron 200 millones a un precio promedio de $31,25
en la primera y de $31,43 en la segunda- con las clásicas interven
ciones en el mercado de futuros que se vieron la semana pasada.
De esta manera lograron morigerar la suba del dólar, aunque no pu
dieron impedir el aumento de 38 centavos respecto al lunes en el
segmento mayorista que cerró a $31,35. En el Banco Nación la divisa
se ubicó en $31,90 para el final de la rueda y el promedio de las
cotizaciones de entidades financieras que realiza el Banco Central
terminó en $32,05.
"Si van a dejar que el dólar siga subiendo brutalmente como ya lo
hizo, bajen la tasa. Para qué querés una tasa al 45% que ya de
mostró no poder parar al dólar y que encima te arruinó la economía
real", enfatizó el analista financiero Christian Buteler.
La acelerada alza del tipo de cambio se explica, aparte de los dese
quilibrios macroeconómicos locales, por una nueva devaluación
del real del 1,3% entre otras monedas de países emergentes que
disminuyeron su valor este martes. La lira turca, a su vez, mantuvo
una depreciación superior al 2%, liderando junto al peso el ranking
de monedas devaluadas de este día.
Sin embargo, el contexto internacional no justifica este fenómeno,
solamente lo profundiza. Como se observó en los últimos días,
incluso ante un escenario favorable en los principales mercados
del mundo, el peso argentino continuó desvalorizándose en un
fenómeno que precede tanto la crisis turca, la brasileña y la guerra
comercial entre Estados Unidos y China.
De hecho, es la moneda que más cayó en el mundo en lo que va del
año dentro del grupo de países emergentes y de frontera, motivo
más vulnerables por la baja solvencia de la deuda pública.
Este martes por ejemplo, mientras el real se devaluaba un 1,3%, el
peso argentino llegó a depreciarse más de un 2%. "El MSCI nos
asciende a Primera B y el dólar sube. El FMI nos presta USD 50.000
millones y el dólar sube. Nos dan la presidencia del G20 y el dólar
sube. Alguien afuera quiere que nos vaya bien, pero acá dentro somos
tan ineptos que hacemos todo mal", subrayó el analista de mercado
Sebastián Maril.
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