Hay desánimo porque ya no creen que sumarán distritos.
La tensión entre Marcos Peña y María Eugenia Vidal escaló a un nivel
inocultable, en medio de las versiones de un supuesto "Plan V" para
que Mauricio Macri resigne su candidatura y la gobernadora ocupe su
lugar.
Peña salió en los últimos días a avisarle al establishment que Macri es
el único candidato presidencial posible y aprovechó para lanzarle un
dardo a Vidal: "Ella dijo que la Provincia no es un trampolín", disparó.
En el entorno de la gobernadora le devolvieron gentilezas y el jefe de
Gabinete se convirtió en el epicentro de las críticas de la cumbre del
PRO bonaerense este martes en Vicente López.
Peña no fue mencionado en ninguno de los discursos oficiales de la
reunión que encabezó Jorge Macri, pero los dirigentes que responden
a la gobernadora hicieron catarsis en los pasillos. "Que Marcos prime
ro junte cuatro votos y después salga a hablar de Vidal", lo desafió
-en estricto off the record- un candidato del Conurbano en diálogo
con LPO.
Si bien las críticas son extendidas, nadie quiere poner la cara. El tema
es delicado, porque se sabe que resulta muy borrosa la línea entre
meterse con Peña y desafiar el liderazgo de Macri, algo que -todavía-
ninguno se permitiría a viva voz.
"Hay mucha bronca. Peña es la cara de las buenas noticias y las malas
decisiones. La misma bronca que el año pasado tenían los vecinos de
a pie contra él ahora la tienen los dirigentes, porque se dan cuenta que
el proyecto político corre peligro. En 2017 la disputa era quién sucedía
a Mauricio en 2023, ahora el proyecto político está seriamente en juego"
, explicó a este medio un hombre del círculo íntimo de Vidal.
Según ese análisis, las diferencias en la cúpula -el "sector político"
contra Peña- estuvieron siempre algo expuestas, pero ahora se
manifiestan en las segundas y terceras líneas. Los más enojados
son los candidatos "sin tierra" del Conurbano, que sintieron alivio
cuando les avisaron la suspensión, hasta nuevo aviso, de los tim
breos de Cambiemos. "No queremos salir y parecer Festilindo cuan
do hay gente que la pasa mal", graficó uno de ellos.
Los candidatos están desanimados porque creen que no sumarán
nuevos distritos en esta elección. Hace unos meses, algunos entusias
tas se animaban a decir que tenían chances de gobernar La Matanza.
Ahora, en el mapa, sólo unos pocos se animan a pintar Ituzaingó y San
Martín con un amarillo dudoso, pero ya no mencionan a Avellaneda o
Hurlingham entre los distritos "ganables" y por lo bajo reconocen que
se conformarían con retener los municipios que gobiernan. Saben que
Pilar y Quilmes pueden correr riesgo.
Los "sin tierra" lanzan también una crítica solapada a la gobernadora:
creen que Vidal les da un mejor trato a los intendentes de la oposición
que a sus propios candidatos. "Cristina en un momento así no les
bajaría ni un peso a los del PRO, pero la Provincia les da millones a
los intendentes del PJ. Tendría que haber aunque sea un poco de
discrecionalidad", se quejó un candidato, que reconoció que el "cam
bio cultural" cuesta más en campaña, en un insólito pedido a Vidal
para que se "kirchnerice".
Pese al clima pesimista, en la Provincia insisten en que la situación se
puede revertir. Federico Salvai fue el encargado de bajar el mensaje
de la gobernadora y este martes cerró su discurso pidiendo a los can
didatos que no se dejen llevar por las "operaciones de los medios".
"Confiemos en lo que somos, en lo que es Cambiemos en la Provincia.
Tenemos mucha y muy buena información de cómo reconquistar a
nuestro votante, tenemos herramientas de gestión para hacerlo. No
esperemos recetas mágicas, hagamos un esfuerzo", les rogó.
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