Para retener la Gobernación, Vidal necesita frenar la caída del oficia
lismo en los distritos más densamente poblados y, como mínimo,
fidelizar los votos de 2015. Toda la artillería que se desplegará, con
las obras y la seguridad como armas principales
muchos años está dominado por el peronismo. Aunque Cambiemos
obtuvo resonantes victorias locales en 2015, y mejoró en las
legislativas 2017, el Conurbano le sigue siendo un territorio hostil,
sobre todo, en la zona sur.
“Cada elección es una foto distinta, y esta es difícil en el Conur
bano”, reconocen en el gobierno de María Eugenia Vidal, pese a
que algunos funcionarios se muestran optimistas, de todos mo
dos. A las dificultades históricas se les suma la crisis económica
, factor fundamental que en las encuestas lleva a una caída de
Mauricio Macri, quien insiste en ir por la reelección.
En el Ejecutivo miran con preocupación los números, y descuen
tan que si el Presidente no levanta, difícilmente el corte de boleta
sea tan grande como para salvar la continuidad de Vidal en la
Gobernación.
Para contrarrestar la tendencia a la baja “es fundamental que el
Gobierno nacional controle los aumentos de precios; si logra eso
en los próximos tres meses estaremos mejor en el inicio de la
campaña, que oficialmente empieza el 12 de julio”, afirmó a La
Tecla un hombre del gabinete. Agregó que “esto se revierte con
gestión, así que hay que gestionar”. En ese sentido se puso en
marcha una avanzada centrada en las obras que se ejecutan, mu
chas de las cuales se inaugurarán en los meses venideros.
Mostrar obras hidráulicas, de vialidad, agua y cloacas, y un cons
tante machacar con los logros conseguidos en materia de seguridad
, son piezas del combo que obliga a los funcionarios de la Provincia
a una permanente presencia en el Gran Buenos Aires. Como parte
de la estrategia de comunicación, el equipo de la Gobernadora apela
a menudo a las comparaciones con la administración anterior.
“Vidal, en tres años arregló más rutas que (Daniel) Scioli en ocho
años”, dijeron en el Ejecutivo cuando difundieron los trabajos
realizados en las carreteras provinciales. También es el eslogan
cuando se habla de las personas que terminaron en prisión, aunque
allí las estadísticas riñen con el discurso oficial. Como fuere, la inten
ción de la campaña es clara, y consiste en tratar de soslayar la crisis
económica y hacer preponderar las mejoras de infraestructura.
El Gobierno nacional hace su juego, e inyecta recursos en el Conur
bano por parte de los ministerios de Interior y Transporte. Pero en
Provincia esperan ansiosos un di-nero que se demora en llegar y
que le permitiría a Vidal acelerar trabajos iniciados, o comenzar otros
. Hay cierto malestar con esta circunstancia, como también lo hay
puertas adentro del gabinete por el manejo del dinero propio.
El titular de Economía, Hernán Lacunza, se ufana de tener reserva
dos los sueldos hasta fin de año, pero otros ministros desean que
se siente menos arriba de la caja y suelte recursos que den más aire
a las demás carteras .
“Estamos trabajando mucho, recorriendo cada una de las obras para
inaugurar, haciendo hincapié en la gestión, no con un espíritu elec
toral. Hasta julio no va a haber una campaña formal”, señaló a este
medio uno de los encargados de monitorear los trabajos y armar la
agenda de visitas.
Es necesario remarcar la diferencia que existe entre el Conurbano
norte, con varios distritos donde gobierna Cambiemos y una compo
sición social diferente, y la zona sur, donde domina del peronismo-
kirchnerismo, con la mayoría de las intendencias y una al-ta conside
ración por la imagen de Cristina Fernández de Kirchner.
El Gobierno nacional apuesta todo a la grieta y a la contienda cara
a cara Macri-Cristina. Y esa puede, ser precisamente, la condena de
la Gobernadora, porque el mayor volumen electoral de la expresi
denta está, justamente, en el Conurbano, gracias a un extenso ma
pa de pobreza y clase media baja. “La elección no es Vidal contra
(Axel) Kicillof, es Macri contra Cristina”, admiten todos.
El Presidente tiene la posibilidad de compensar en otros territorios
y cuenta con una segunda vuelta, opciones imposibles para Vidal.
El interior bonaerense no alcanza para contrarrestar el peso del
Gran Buenos Aires si aquí las cosas no salen del todo bien. Tam
bién es clave qué hará el radicalismo, de poco peso político en el
Conurbano, pero necesario a la hora de poner la estructura al ser
vicio de Cambiemos.
Vidal doblará los esfuerzos en la búsqueda de, por lo menos, mante
ner los votos de 2015 que le permitieron a Cambiemos quedarse con
la Gobernación. En aquella oportunidad, la candidata se enfrentó a
Aníbal Fernández, y el corte de boleta dejó a las claras cómo actuó
el electorado, escenario que ahora se presenta diferente; y en caso
de jugar Cristina la presidencial, su tira para la Provincia llevaría a
un candidato afín, que fidelizaría el voto. Por eso, la búsqueda de
retener o recuperar a “aquellos que alguna vez nos votaron”, como
expresó Federico Salvai en un encuentro partidario.
Más allá de las dificultades hay quienes se aferran al optimismo.
“Macri gana en el norte del Conurbano, pegado a Capital; lo mismo
de siempre. No está peor que en 2015 o 2017, como se pretende
instalar. No generemos pánico; en las encuestas está un poco me
jor, hay un crecimiento en casi todos los distritos”, se entusiasmó
un funcionario con anclaje en la zona norte.
También, como para atajar posibles tormentas, recuerdan que en
2015, Scioli le ganó a Macri en la elección presidencial; “y son los
mismos votantes que hoy prefieren que vuelva Cristina, por lo tanto, la foto de hoy no es sólo por la situación económica, sino que siempre fue así”.
A pesar de que muchas encuestas marcan una mejora de la expre
sidenta, algunas voces del oficialismo dicen que “es mentira que
crece en el Conurbano, siempre se mantiene igual”. La visión opti
mista señala, además, que “en 2015, Macri no gobernaba ningún
distrito, hoy los gobierna, y hay una estructura que no había antes
. La ventaja comparativa es abismal, aunque no lo quieran ver los
medios y hasta los propios militantes, que se pueden apichonar.
Tenemos más intendentes, concejales, diputados, consejeros”.
Es cierto que la estructura aumentó, como tan cierta es la crisis
que pone al Gobierno a las puertas de una eventual derrota, que
ha disparado todas las alarmas internas. Por eso se apura el pro
yecto para inundar de dirigentes y candidatos las calles del Co
nurbano, con su correspondiente correlato en los medios.
Se pone como ejemplo a La Matanza. “Crecimos mucho entre 2015
y 2017, y lo vamos a seguir ha-ciendo. Hay un trabajo territorial
fuerte. Hoy aparece uno un candidato fuerte, que es ministro nacio
nal. Alejandro (Finocchiaro) está creciendo todas las semanas, y
casi cuatro veces por semana hace una actividad política en La
Matanza”, cuentan en la Gobernación. Lo mismo les piden a los
demás candidatos y a los intendentes del espacio. Son meses a
todo o nada antes de la batalla en el territorio más difícil.
Cómo les fue a los candidatos principales en los últimos comicios
En 2017, la primera boleta de la tira fue la de senadores nacionales.
En la Primera sección, la encabezada por Esteban Bullrich, de
Cambiemos, derrotó a la de Cristina Fernández, candidata de Uni
dad Ciudadana: 1.350.302 votos contra 1.235.199. El tercer lugar
lo ocupó Sergio Massa (1País), con 410.490 sufragios.
En la Tercera sección, la expresidenta fue la que se quedó con la
mayoría de las adhesiones (1.503.225), mientras que Cambiemos
cosechó 1.164.873 votos, y 1País sumó 341.496.
En 2015, la primera boleta de la tira fue la presidencial. En las elec
ciones generales, Daniel Scioli (Frente para la Victoria) se impuso
a Mauricio Macri (Cambiemos) en todo el Conurbano. En la Primera
sección le ganó por 1.201.943 a 1.058.924. Y en la Tercera lo hizo
por 1.461.354 a 919.985.
En el balotaje de 2015, Scioli también venció a Macri en ambas sec
ciones: 1.709.549 votos a 1.623.550 en la Primera y 1.987.625 sufra
gios a 1.388.407 en la Tercera.
Del comparativo entre las generales de 2015 y 2017 para la boleta
que encabezó la tira, Cambiemos logró subir el caudal electoral en
unos 500.000 votos en las dos secciones del Conurbano, mientras
que el kirchnerismo, también tuvo un crecimiento, pero inferior a
los 100.000 votos.
* Fuente: Justicia Nacional Electoral.
“Cada elección es una foto distinta, y esta es difícil en el Conur
bano”, reconocen en el gobierno de María Eugenia Vidal, pese a
que algunos funcionarios se muestran optimistas, de todos mo
dos. A las dificultades históricas se les suma la crisis económica
, factor fundamental que en las encuestas lleva a una caída de
Mauricio Macri, quien insiste en ir por la reelección.
En el Ejecutivo miran con preocupación los números, y descuen
tan que si el Presidente no levanta, difícilmente el corte de boleta
sea tan grande como para salvar la continuidad de Vidal en la
Gobernación.
Para contrarrestar la tendencia a la baja “es fundamental que el
Gobierno nacional controle los aumentos de precios; si logra eso
en los próximos tres meses estaremos mejor en el inicio de la
campaña, que oficialmente empieza el 12 de julio”, afirmó a La
Tecla un hombre del gabinete. Agregó que “esto se revierte con
gestión, así que hay que gestionar”. En ese sentido se puso en
marcha una avanzada centrada en las obras que se ejecutan, mu
chas de las cuales se inaugurarán en los meses venideros.
Mostrar obras hidráulicas, de vialidad, agua y cloacas, y un cons
tante machacar con los logros conseguidos en materia de seguridad
, son piezas del combo que obliga a los funcionarios de la Provincia
a una permanente presencia en el Gran Buenos Aires. Como parte
de la estrategia de comunicación, el equipo de la Gobernadora apela
a menudo a las comparaciones con la administración anterior.
“Vidal, en tres años arregló más rutas que (Daniel) Scioli en ocho
años”, dijeron en el Ejecutivo cuando difundieron los trabajos
realizados en las carreteras provinciales. También es el eslogan
cuando se habla de las personas que terminaron en prisión, aunque
allí las estadísticas riñen con el discurso oficial. Como fuere, la inten
ción de la campaña es clara, y consiste en tratar de soslayar la crisis
económica y hacer preponderar las mejoras de infraestructura.
El Gobierno nacional hace su juego, e inyecta recursos en el Conur
bano por parte de los ministerios de Interior y Transporte. Pero en
Provincia esperan ansiosos un di-nero que se demora en llegar y
que le permitiría a Vidal acelerar trabajos iniciados, o comenzar otros
. Hay cierto malestar con esta circunstancia, como también lo hay
puertas adentro del gabinete por el manejo del dinero propio.
El titular de Economía, Hernán Lacunza, se ufana de tener reserva
dos los sueldos hasta fin de año, pero otros ministros desean que
se siente menos arriba de la caja y suelte recursos que den más aire
a las demás carteras .
“Estamos trabajando mucho, recorriendo cada una de las obras para
inaugurar, haciendo hincapié en la gestión, no con un espíritu elec
toral. Hasta julio no va a haber una campaña formal”, señaló a este
medio uno de los encargados de monitorear los trabajos y armar la
agenda de visitas.
Es necesario remarcar la diferencia que existe entre el Conurbano
norte, con varios distritos donde gobierna Cambiemos y una compo
sición social diferente, y la zona sur, donde domina del peronismo-
kirchnerismo, con la mayoría de las intendencias y una al-ta conside
ración por la imagen de Cristina Fernández de Kirchner.
El Gobierno nacional apuesta todo a la grieta y a la contienda cara
a cara Macri-Cristina. Y esa puede, ser precisamente, la condena de
la Gobernadora, porque el mayor volumen electoral de la expresi
denta está, justamente, en el Conurbano, gracias a un extenso ma
pa de pobreza y clase media baja. “La elección no es Vidal contra
(Axel) Kicillof, es Macri contra Cristina”, admiten todos.
El Presidente tiene la posibilidad de compensar en otros territorios
y cuenta con una segunda vuelta, opciones imposibles para Vidal.
El interior bonaerense no alcanza para contrarrestar el peso del
Gran Buenos Aires si aquí las cosas no salen del todo bien. Tam
bién es clave qué hará el radicalismo, de poco peso político en el
Conurbano, pero necesario a la hora de poner la estructura al ser
vicio de Cambiemos.
Vidal doblará los esfuerzos en la búsqueda de, por lo menos, mante
ner los votos de 2015 que le permitieron a Cambiemos quedarse con
la Gobernación. En aquella oportunidad, la candidata se enfrentó a
Aníbal Fernández, y el corte de boleta dejó a las claras cómo actuó
el electorado, escenario que ahora se presenta diferente; y en caso
de jugar Cristina la presidencial, su tira para la Provincia llevaría a
un candidato afín, que fidelizaría el voto. Por eso, la búsqueda de
retener o recuperar a “aquellos que alguna vez nos votaron”, como
expresó Federico Salvai en un encuentro partidario.
Más allá de las dificultades hay quienes se aferran al optimismo.
“Macri gana en el norte del Conurbano, pegado a Capital; lo mismo
de siempre. No está peor que en 2015 o 2017, como se pretende
instalar. No generemos pánico; en las encuestas está un poco me
jor, hay un crecimiento en casi todos los distritos”, se entusiasmó
un funcionario con anclaje en la zona norte.
También, como para atajar posibles tormentas, recuerdan que en
2015, Scioli le ganó a Macri en la elección presidencial; “y son los
mismos votantes que hoy prefieren que vuelva Cristina, por lo tanto, la foto de hoy no es sólo por la situación económica, sino que siempre fue así”.
A pesar de que muchas encuestas marcan una mejora de la expre
sidenta, algunas voces del oficialismo dicen que “es mentira que
crece en el Conurbano, siempre se mantiene igual”. La visión opti
mista señala, además, que “en 2015, Macri no gobernaba ningún
distrito, hoy los gobierna, y hay una estructura que no había antes
. La ventaja comparativa es abismal, aunque no lo quieran ver los
medios y hasta los propios militantes, que se pueden apichonar.
Tenemos más intendentes, concejales, diputados, consejeros”.
Es cierto que la estructura aumentó, como tan cierta es la crisis
que pone al Gobierno a las puertas de una eventual derrota, que
ha disparado todas las alarmas internas. Por eso se apura el pro
yecto para inundar de dirigentes y candidatos las calles del Co
nurbano, con su correspondiente correlato en los medios.
Se pone como ejemplo a La Matanza. “Crecimos mucho entre 2015
y 2017, y lo vamos a seguir ha-ciendo. Hay un trabajo territorial
fuerte. Hoy aparece uno un candidato fuerte, que es ministro nacio
nal. Alejandro (Finocchiaro) está creciendo todas las semanas, y
casi cuatro veces por semana hace una actividad política en La
Matanza”, cuentan en la Gobernación. Lo mismo les piden a los
demás candidatos y a los intendentes del espacio. Son meses a
todo o nada antes de la batalla en el territorio más difícil.
Cómo les fue a los candidatos principales en los últimos comicios
En 2017, la primera boleta de la tira fue la de senadores nacionales.
En la Primera sección, la encabezada por Esteban Bullrich, de
Cambiemos, derrotó a la de Cristina Fernández, candidata de Uni
dad Ciudadana: 1.350.302 votos contra 1.235.199. El tercer lugar
lo ocupó Sergio Massa (1País), con 410.490 sufragios.
En la Tercera sección, la expresidenta fue la que se quedó con la
mayoría de las adhesiones (1.503.225), mientras que Cambiemos
cosechó 1.164.873 votos, y 1País sumó 341.496.
En 2015, la primera boleta de la tira fue la presidencial. En las elec
ciones generales, Daniel Scioli (Frente para la Victoria) se impuso
a Mauricio Macri (Cambiemos) en todo el Conurbano. En la Primera
sección le ganó por 1.201.943 a 1.058.924. Y en la Tercera lo hizo
por 1.461.354 a 919.985.
En el balotaje de 2015, Scioli también venció a Macri en ambas sec
ciones: 1.709.549 votos a 1.623.550 en la Primera y 1.987.625 sufra
gios a 1.388.407 en la Tercera.
Del comparativo entre las generales de 2015 y 2017 para la boleta
que encabezó la tira, Cambiemos logró subir el caudal electoral en
unos 500.000 votos en las dos secciones del Conurbano, mientras
que el kirchnerismo, también tuvo un crecimiento, pero inferior a
los 100.000 votos.
* Fuente: Justicia Nacional Electoral.
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