nocen que necesitan mayor libertad para contener el dólar.
Los vaticinios en el mercado para este lunes son sombríos. La semana
cerró con una suba del dólar superior al 9 por ciento y nada indica que
con la limitada capacidad de intervención del Tesoro se logre frenar la
presión sobre la moneda.
Fuentes del mercado afirmaron a LPO que Nicolás Dujovne podría viajar
de urgencia a Washington para negociar que les permitan intervenir incluso
dentro de la banda de flotación, que en la última revisión se fijo apenas por
encima de los 50 pesos. Ante la consulta de este medio, fuentes del
Ministerio de Hacienda lo negaron.
Sin embargo, en Cambiemos se esperanzan que haya algo de verdad
en la versión: "Necesitamos intervenir más para frenar el dólar, sino
no tenemos ninguna chance en octubre", afirmaron a este medio.
El plan ha sido tan mal diseñado que va para su tercera revisión en
menos de un año. Es un caso histórico de mala praxis que está
golpeando fuerte la ya deshilachada reputación del FMI, al punto que
quienes frecuentan al encargado del caso argentino, el italiano Roberto
Cardarelli, comentan que lo ven muy golpeado.
La situación es crítica, porque como explicó LPO, en el mercado saben
que el Banco Central no tiene la espalda necesaria para frenar una
dolarización de los plazos fijos que supere el 25% de los depósitos.
Pero antes de llegar a ese extremo, el Gobierno tiene que lidiar con un
problema más cercano: la imposición del FMI de una zona de no
intervención que deja al Central con las manos atadas a menos que
el dólar supere el techo de los 51,5 pesos y en ese caso apenas podría
gastar USD 150 millones por día. Una corrida que llegue a ese extremo
terminaría de liquidar la poca credibilidad que le queda a la gestión de
Macri. El más extremo, como siempre, es el consejero ecuatoriano
Jaime Durán barba, que no entiende nada de economía, pero pragmático
sugiere desentenderse del FMI "total la plata de acá a la elección ya nos
la giraron".
Mientras tanto, el gobierno apenas puede disponer de unos USD 60
millones diarios del Tesoro, para tratar de contener un mercado que ya
le tomó el pulso. De todas maneras, la más probable es que si se
consigue la autorización sea más de hecho que formal, ya que esto
exigiría una revisión del board del organismo, que suele demandar un
mínimo de tres meses. Demasiado tarde.
Sin embargo, en el equipo económico las opiniones están divididas. En
el Central señalan con algo de razón, que Luis Caputo se gastó USD
25.000 millones de reservas para frenar el dólar y fracasó.
También se analiza en la Casa Rosada aprovechar que el precio de los
bonos está por el piso para recomprarlos y aliviar los vencimientos del
2020. Pero de nuevo, lo que faltan son dólares y la apelación a la Anses
es cada vez más complicada porque su fondo soberano (FGS) está al
límite, como pasa con los bancos Nación y Provincia, atajos a los que
apela el Gobierno para sortear los límites que impuso el FMI
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