Los organismos de control no cumplen con su función y la prestadora
del servicio en La Plata lleva 72 horas de apagón para miles de usuarios.
La política levantó la voz, pero los entes estatales no interceden para
garantizar inversión y tarifas justas.
del servicio en La Plata lleva 72 horas de apagón para miles de usuarios.
La política levantó la voz, pero los entes estatales no interceden para
garantizar inversión y tarifas justas.
En las primeras horas de la noche del sábado, entre las 19 y las 21
horas, miles de usuarios de EDELAP quedaron sin servicio por un
apagón que aún perdura y que recién a 48 horas de haber ocurrido,
logró la intervención política. Las principales zonas afectadas
fueron Gonnet, Villa Elisa y City Bell, en el partido de La Plata, co
muna conducida por el macrista Julio Garro.
Recién cerca del mediodía del lunes, la prestadora del servicio que
en la región cobra tarifas cercanas a los dos mil pesos (promedio),
encontró la falla en un cableado subterráneo. Al mismo tiempo, dis
puso de seis generadores de energía para que algunas zonas puedan
enchufar aparatos por un corto lapso.
Como si fuera poco, este mismo martes, un número menor al 15 por
ciento de los afectados siguen sin suministro eléctrico desde la noche
del sábado. Ante ello, el jefe comunal Garro señaló que: “Cuando
pide explicaciones lo primero que dicen es que ahí faltaría una obra
que se pidió en el 2017, que es una obra muy cara de 400 millones de
pesos, y que es una subestación para que cuando no nos alimenta
mos de Dock Sud, la alimentación venga de ahí".
"Es una obra que la tienen proyectada y que hoy se comprometieron
a iniciarla en quince días. Pero bueno, son las cosas que pasan, y
por eso hemos hecho un pedido para que se sancione con la multa
más dura y la máxima posible a la empresa, para que ese dinero vuelva
a la gente", sostuvo.
Claro está, el jefe comunal apuesta a que el Organismo de Control
de Energía Eléctrica de Buenos Aires (OCEBA) cumpla con la
sanciones pertinentes. Sin embargo, el OCEBA, como la mayoría
de los organismos de control, funciona como un ente de cartón y
es poca la actividad que realiza sobre las grandes firmas que
incrementan su ganancia a cuesta de tarifazos tras otro.
En definitiva, en el OCEBA rige el mundo del revés. Por caso, las
grandes distribuidoras se llenan los bolsillos con tarifas impagables,
las pequeñas cooperativas son sancionadas con abultadas multas
que ponen en jaque la continuidad de su funcionamiento.
Si bien fue creado en 2004 durante la gestión de Felipe Solá, el ente
tomó mayor protagonismo desde el inicio del gobierno de Cambie
mos, a partir del abrupto aumento que despertó innumerables
quejas de los usuarios por la ineficiente prestación del servicio.
Los miles de bonaerenses se enfrentan día a día con el avasallante
poder de las grandes compañías que, como publicó La Tecla, se
encuentran en manos de un solo hombre: Luis Rogelio Pagano.
El exmiembro del directorio de Edenor adquirió en 2017 Edelap y
Edea, por 250 millones de dólares, a Alejandro Macfarlane. El
empresario, cercano al presidente Mauricio Macri, también es
propietario de Eden y Edes. Con Pagano debe mediar OCEBA para
hacer cumplir los contratos y la calidad en la prestación del
servicio. Pero no sólo con él.
El directorio está conformado por cinco miembros: presidente,
vicepresidente y tres vocales que, en su mayoría, provienen del
mundo político y no tienen especialidad en la materia. Ellos de
berían ser quienes se encargaran de aplicar sanciones y penalizar
tanto a las distribuidoras.
En 2018, el ente emitió 275 resoluciones, de las cuales 76 corres
ponden a multas de cooperativas y88 a sumarios contra las gran
des distribuidoras. Es decir, penalizan al más débil y tan sólo
“retan” al más fuerte, como ocurre con EDELAP. Por lo general,
las sanciones económicas vienen de la mano del desvío de los
parámetros en cuanto a la calidad técnica de la energía eléctrica,
motivo por el que se aplica el apercibimiento que, según explican
desde el organismo, es acatado sin problemas por las distribui
doras
Por ejemplo, OCEBA le impuso a Edelap, que presta servicios en La
Plata y su zona de influencia, una multa por $5.971.492; a EDEN, una
por $4.979.938,30; mientras que EDES recibió una sanción de
$1.718.761, a raíz de interrupciones en 2015 y 2016.
Además de ser a destiempo, las sanciones no resultan significativas
para el monopolio, que en un año obtuvo ingresos por 8.880 millo
nes de pesos y ganancias por 773 millones de pesos. En cambio, las
cooperativas recibieron sólo el año pasado multas por 3.850.562,59
pesos. No obstante, desde el propio OCEBA admiten ante La Tecla
que, pese a interponer cuantiosas multas, no solucionan nada.
Ahora, con 72 horas sin luz para miles de usuarios (y pueden ser
más), OCEBA tendrá que cumplir de una vez por todas con su rol
y aplicar una sanción ejemplificadora a EDELAP. Claro está, el
temor de los usuarios por otro “reto” que termina siendo un mimo
a la monopólica firma, está vigente.
horas, miles de usuarios de EDELAP quedaron sin servicio por un
apagón que aún perdura y que recién a 48 horas de haber ocurrido,
logró la intervención política. Las principales zonas afectadas
fueron Gonnet, Villa Elisa y City Bell, en el partido de La Plata, co
muna conducida por el macrista Julio Garro.
Recién cerca del mediodía del lunes, la prestadora del servicio que
en la región cobra tarifas cercanas a los dos mil pesos (promedio),
encontró la falla en un cableado subterráneo. Al mismo tiempo, dis
puso de seis generadores de energía para que algunas zonas puedan
enchufar aparatos por un corto lapso.
Como si fuera poco, este mismo martes, un número menor al 15 por
ciento de los afectados siguen sin suministro eléctrico desde la noche
del sábado. Ante ello, el jefe comunal Garro señaló que: “Cuando
pide explicaciones lo primero que dicen es que ahí faltaría una obra
que se pidió en el 2017, que es una obra muy cara de 400 millones de
pesos, y que es una subestación para que cuando no nos alimenta
mos de Dock Sud, la alimentación venga de ahí".
"Es una obra que la tienen proyectada y que hoy se comprometieron
a iniciarla en quince días. Pero bueno, son las cosas que pasan, y
por eso hemos hecho un pedido para que se sancione con la multa
más dura y la máxima posible a la empresa, para que ese dinero vuelva
a la gente", sostuvo.
Claro está, el jefe comunal apuesta a que el Organismo de Control
de Energía Eléctrica de Buenos Aires (OCEBA) cumpla con la
sanciones pertinentes. Sin embargo, el OCEBA, como la mayoría
de los organismos de control, funciona como un ente de cartón y
es poca la actividad que realiza sobre las grandes firmas que
incrementan su ganancia a cuesta de tarifazos tras otro.
En definitiva, en el OCEBA rige el mundo del revés. Por caso, las
grandes distribuidoras se llenan los bolsillos con tarifas impagables,
las pequeñas cooperativas son sancionadas con abultadas multas
que ponen en jaque la continuidad de su funcionamiento.
Si bien fue creado en 2004 durante la gestión de Felipe Solá, el ente
tomó mayor protagonismo desde el inicio del gobierno de Cambie
mos, a partir del abrupto aumento que despertó innumerables
quejas de los usuarios por la ineficiente prestación del servicio.
Los miles de bonaerenses se enfrentan día a día con el avasallante
poder de las grandes compañías que, como publicó La Tecla, se
encuentran en manos de un solo hombre: Luis Rogelio Pagano.
El exmiembro del directorio de Edenor adquirió en 2017 Edelap y
Edea, por 250 millones de dólares, a Alejandro Macfarlane. El
empresario, cercano al presidente Mauricio Macri, también es
propietario de Eden y Edes. Con Pagano debe mediar OCEBA para
hacer cumplir los contratos y la calidad en la prestación del
servicio. Pero no sólo con él.
El directorio está conformado por cinco miembros: presidente,
vicepresidente y tres vocales que, en su mayoría, provienen del
mundo político y no tienen especialidad en la materia. Ellos de
berían ser quienes se encargaran de aplicar sanciones y penalizar
tanto a las distribuidoras.
En 2018, el ente emitió 275 resoluciones, de las cuales 76 corres
ponden a multas de cooperativas y
des distribuidoras. Es decir, penalizan al más débil y tan sólo
“retan” al más fuerte, como ocurre con EDELAP. Por lo general,
las sanciones económicas vienen de la mano del desvío de los
parámetros en cuanto a la calidad técnica de la energía eléctrica,
motivo por el que se aplica el apercibimiento que, según explican
desde el organismo, es acatado sin problemas por las distribui
doras
Por ejemplo, OCEBA le impuso a Edelap, que presta servicios en La
Plata y su zona de influencia, una multa por $5.971.492; a EDEN, una
por $4.979.938,30; mientras que EDES recibió una sanción de
$1.718.761, a raíz de interrupciones en 2015 y 2016.
Además de ser a destiempo, las sanciones no resultan significativas
para el monopolio, que en un año obtuvo ingresos por 8.880 millo
nes de pesos y ganancias por 773 millones de pesos. En cambio, las
cooperativas recibieron sólo el año pasado multas por 3.850.562,59
pesos. No obstante, desde el propio OCEBA admiten ante La Tecla
que, pese a interponer cuantiosas multas, no solucionan nada.
Ahora, con 72 horas sin luz para miles de usuarios (y pueden ser
más), OCEBA tendrá que cumplir de una vez por todas con su rol
y aplicar una sanción ejemplificadora a EDELAP. Claro está, el
temor de los usuarios por otro “reto” que termina siendo un mimo
a la monopólica firma, está vigente.
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