indefinición de Massa.
La puntada inicial la dio el tigrense Julio Zamora, que desde 2017 se
acercó al PJ Bonaerense y la semana pasada plasmó su estrategia de
despegue en una foto con Alberto Fernández.
Los otros 10 intendentes bonaerenses que se referencian con Massa
también buscan salidas de emergencia. LPO supo que la mayoría ya
abrió una negociación con el kirchnerismo para reelegir con la boleta
de Axel Kicillof, al desconocer si el massismo tendrá un candidato
propio en la Provincia.
"Estamos en tiempo de descuento. No puedo seguir esperando a
Sergio", se lo escuchó decir a Javier Osuna, de Las Heras. Con el mismo
apuro se muestran Facundo López (Necochea) o Germán Di Césare
(Miramar), a los que en el peronismo mencionan direccionados a una
tregua, aunque podría implicar que vayan a una interna en sus distritos
, en una situación que varía caso por caso. Los únicos que mantienen
la calma son Luis Andreotti (San Fernando) y Alexis Guerra (General
Pinto), que asumen que podrán retener las intendencias aunque vayan
con boleta corta.
Si bien es cierto que muchos aceptarían gustosos ir cobijados por María
Eugenia Vidal -en caso de que prospere un acuerdo para que el tigrense
la lleve como lista colectora- la realidad es que hay un descreimiento
generalizado de que esa maniobra tenga éxito. Algunos deslizan que fue
una estrategia de Massa para apurar las negociaciones con el kirchneris
mo, mientras otros creen que verdaderamente quería un acuerdo con la
gobernadora pero los esfuerzos terminarán dinamitados por la Casa
Rosada.
En ese sentido, piensan que Marcos Peña filtró la posibilidad de un
acuerdo y también una supuesta reunión para hacer estallar la negocia
ción. "No tengo prevista ninguna reunión con la Gobernadora Vidal.
Sería bueno que los funcionarios del Gobierno Nacional dediquen su
tiempo a gobernar", dijo Massa ayer en Twitter, aunque tampoco les dio
certezas.
Ante este panorama, hablan de un "estado de anarquía" en las filas
del tigrense. Por eso no sorprendió la reunión del referente del Frente
Renovador en Lanús, Nicolás Russo, con el intendente de Avellaneda,
el kirchnerista Jorge Ferraresi. Incluso, fuentes del peronismo local
aseguraron a LPO que el dirigente massista
terminará jugando para Unidad Ciudadana.
En Lomas de Zamora, el conejal Ramiro Trezza intenta negociar con
acercó al PJ Bonaerense y la semana pasada plasmó su estrategia de
despegue en una foto con Alberto Fernández.
Los otros 10 intendentes bonaerenses que se referencian con Massa
también buscan salidas de emergencia. LPO supo que la mayoría ya
abrió una negociación con el kirchnerismo para reelegir con la boleta
de Axel Kicillof, al desconocer si el massismo tendrá un candidato
propio en la Provincia.
"Estamos en tiempo de descuento. No puedo seguir esperando a
Sergio", se lo escuchó decir a Javier Osuna, de Las Heras. Con el mismo
apuro se muestran Facundo López (Necochea) o Germán Di Césare
(Miramar), a los que en el peronismo mencionan direccionados a una
tregua, aunque podría implicar que vayan a una interna en sus distritos
, en una situación que varía caso por caso. Los únicos que mantienen
la calma son Luis Andreotti (San Fernando) y Alexis Guerra (General
Pinto), que asumen que podrán retener las intendencias aunque vayan
con boleta corta.
Si bien es cierto que muchos aceptarían gustosos ir cobijados por María
Eugenia Vidal -en caso de que prospere un acuerdo para que el tigrense
la lleve como lista colectora- la realidad es que hay un descreimiento
generalizado de que esa maniobra tenga éxito. Algunos deslizan que fue
una estrategia de Massa para apurar las negociaciones con el kirchneris
mo, mientras otros creen que verdaderamente quería un acuerdo con la
gobernadora pero los esfuerzos terminarán dinamitados por la Casa
Rosada.
En ese sentido, piensan que Marcos Peña filtró la posibilidad de un
acuerdo y también una supuesta reunión para hacer estallar la negocia
ción. "No tengo prevista ninguna reunión con la Gobernadora Vidal.
Sería bueno que los funcionarios del Gobierno Nacional dediquen su
tiempo a gobernar", dijo Massa ayer en Twitter, aunque tampoco les dio
certezas.
Ante este panorama, hablan de un "estado de anarquía" en las filas
del tigrense. Por eso no sorprendió la reunión del referente del Frente
Renovador en Lanús, Nicolás Russo, con el intendente de Avellaneda,
el kirchnerista Jorge Ferraresi. Incluso, fuentes del peronismo local
aseguraron a LPO que el dirigente massista
terminará jugando para Unidad Ciudadana.
En Lomas de Zamora, el conejal Ramiro Trezza intenta negociar con
el equipo de Martín Insaurralde, mientras el también massista Fernando
Sousa busca una reunión con Fernando Gray para poder ser concejal
en Esteban Echeverría. También Daniel Novoa, de La Matanza, busca
tender algún puente con el PJ. "Quedaron colgados, por más que
Massa arregle, ellos tienen que ver hacia dónde ir", explicó un armador
del Conurbano.
El diputado Fernando Asencio, que supo ser cercano a Massa pero
ahora juega en el kirchnerismo, opera junto a Felipe Solá para "conte
ner" a los dirigentes que quieren seguir sus pasos. Por eso, habla con
concejales e intendentes que buscan "colarse" en las listas K. Algunos
, más cautos, no hablan de un despegue sino de la "construcción de la
nueva mayoría", que tiene entre sus impulsores al diputado provincial
Jorge D'Onofrio.
Más allá de las negociaciones personales de las bases, Massa también
tiene un tironeo de sus diputados nacionales que, encabezados por
Graciela Camaño, rechazan cualquier arreglo con el kirchnerismo.
Cecilia Moreau, Carla Pitiot y Vanesa Massetani, forman parte del grupo
en el que saben que, de alanzar un acuerdo, no habrá bancas para
todos. También Mirta Tundis se opone a un acuerdo, aunque no le
toca renovar.
En ese grupo cayó bien que, el mismo día que Massa rechazó la reu
nión con Vidal, también desmintió un encuentro con José Luis Gioja.
"Sigo trabajando para hacer posible el mandato del Congreso Nacio
nal del Frente Renovador", se limita a decir. Todos esperan un anuncio
inminente.
El diputado Fernando Asencio, que supo ser cercano a Massa pero
ahora juega en el kirchnerismo, opera junto a Felipe Solá para "conte
ner" a los dirigentes que quieren seguir sus pasos. Por eso, habla con
concejales e intendentes que buscan "colarse" en las listas K. Algunos
, más cautos, no hablan de un despegue sino de la "construcción de la
nueva mayoría", que tiene entre sus impulsores al diputado provincial
Jorge D'Onofrio.
Más allá de las negociaciones personales de las bases, Massa también
tiene un tironeo de sus diputados nacionales que, encabezados por
Graciela Camaño, rechazan cualquier arreglo con el kirchnerismo.
Cecilia Moreau, Carla Pitiot y Vanesa Massetani, forman parte del grupo
en el que saben que, de alanzar un acuerdo, no habrá bancas para
todos. También Mirta Tundis se opone a un acuerdo, aunque no le
toca renovar.
En ese grupo cayó bien que, el mismo día que Massa rechazó la reu
nión con Vidal, también desmintió un encuentro con José Luis Gioja.
"Sigo trabajando para hacer posible el mandato del Congreso Nacio
nal del Frente Renovador", se limita a decir. Todos esperan un anuncio
inminente.
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