La clave pasa por las secciones Octava y Tercera; y no tanto por
los sufragios que pueda lograr demás el peronismo, sino por lo
que deje de cosechar Juntos por el Cambio. El kirchnerismo apunta
a las bancas que, según las PASO, obtendrían el platense Juan
Pablo Allan y la pichettista Claudia Rucci
los sufragios que pueda lograr demás el peronismo, sino por lo
que deje de cosechar Juntos por el Cambio. El kirchnerismo apunta
a las bancas que, según las PASO, obtendrían el platense Juan
Pablo Allan y la pichettista Claudia Rucci
La Cámara alta bonaerense está actualmente compuesta por un
bloque oficialista de 29 voluntades (presidido por Roberto Costa),
Unidad Ciudadana cuenta con 11 (presidido por Teresa García), el
PJ Unidad y Renovación con 4 y Frente Renovador con 2. De este
total, hasta 2021 continúan 16 de Cambiemos, 4 de Unidad Ciuda
dana, 3 del PJ Unidad y Renovación y ninguno de los dos del FR.
bloque oficialista de 29 voluntades (presidido por Roberto Costa),
Unidad Ciudadana cuenta con 11 (presidido por Teresa García), el
PJ Unidad y Renovación con 4 y Frente Renovador con 2. De este
total, hasta 2021 continúan 16 de Cambiemos, 4 de Unidad Ciuda
dana, 3 del PJ Unidad y Renovación y ninguno de los dos del FR.
Si se agregan los eventuales nuevos (teniendo en cuenta los núme
ros de las PASO), a pesar de perder manos, Juntos por el Cambio
continuaría con la mayoría propia, ya que a los 16 que siguen por
dos años más se les sumarían nueve nuevos, lo que hace un total de
25. En lo que respecta al Frente de Todos, en caso de conformar un
solo bloque entre Unidad Ciudadana y el PJ, a los siete que siguen
hasta 2021 se le agregarían los 14 de los comicios 2019, un total de
21 voluntades.
Visto de esta manera, y en caso de que Axel Kicillof también se
imponga en las generales, se puede decir que al Frente de Todos le
faltarían apenas dos senadores para dominar la Cámara alta. Pues
si el kirchnerismo mete dos más de los que lograría hasta ahora, la
bancada del Frente de Todos pasaría a contar con 23 voluntades y no
21 y Juntos por el Cambio también 23 y no 25.
Sí, empate. Pero, como se dijo antes, si el vencedor de los comicios
es el exministro de Economía, Axel Kicillof, la presidencia del Senado
quedará en manos de su compañera de fórmula, la todavía intendenta
de La Matanza, Verónica Magario. Y, como es sabido, al igual que
sucede en el Senado nacional, en caso de igualdad (vale recordar
aquel 36 a 36 que definió Cobos con su "no positivo"), definirá el voto
doble del titular del cuerpo.
Por ahora, elucubraciones. Es más, la única certeza que hay hasta el
momento también es una elucubración, pues las Primarias fueron
simplemente eso, Primarias que no definieron cargos. Aunque, claro
está, sientan un importante precedente. Y en el Frente de Todos
apuestan fuerte a octubre, no solo para repetir "la paliza" sino para
ampliarla. Casi sin proponérselo, anhelan, sueñan,con una mayoría
propia en Diputados (con los números de las PASO quedaría así:
FdT 47, JxC 42, CF 2, FIT 1) y también en el Senado.
¿De dónde tendrían que salir los votos que permitan el milagro?
¿Cuántos se necesitan para la hazaña? En principio hay que aclarar
que las secciones que eligen senadores son la Segunda, la Tercera,
la Sexta y la Octava. Según el resultado de las Primarias, el Frente de
Todos metería tres en la Segunda, seis en la Tercera, tres en la Sexta
y dos en la Octava. ¿Difícil ampliar el número? Si. ¿Imposible? Jamás.
En la Octava, por ejemplo, donde la ecuación es más sencilla, la lista
de senadores provinciales de Juntos por el Cambio que encabeza
Juan Pablo Allan consiguió el 36,48 por ciento de los votos. Para no
meter ni un solo senador, o sea para que los tres sean para el Frente de
Todos, ese porcentaje debería ser menor a 33,3; o sea 3,18 puntos me
nos. En votos, unos diez mil menos. ¿Díficil? Sí. Pero no imposible. Si
esto sucediera, los senadores del FdT ya serían 22 y no 21 y los de JxC
24 y no 25.
Faltaría uno para lograr la soñada empresa. Y el lugar más accesible
para "robarlo" según los números de las Primarias, es la Tercera sec
ción. Para esto, JxC tendría que conseguir en las generales unos 150
mil votos menos, o sea unos 3 puntos porcentuales menos. Pasando
en limpio, teniendo en cuenta que el piso el 11,11 por ciento, la lista
que lidera Lorena Petrovich tendría que sacar menos del 22,2 (el 11
de agosto obtuvo el 25,42). Difícil. Pero no imposible.
En la sección en la que históricamente manda el peronismo (en 2011
se quedó con las nueve bancas), el FdT lograría el gran objetivo de
alcanzar la mayoría propia. Por ende, en el lugar de Claudia Rucci
(tercera detrás de Petrovich y Lanaro) ingresaría el séptimo de la pa
peleta, José Lepere (detrás de Gonzáles Santalla, Devalle, Santarelli,
Reigada, Pallares y Goris). La otra mano sería la de Octava, la de
Martín Malpeli (detrás de Plaini y Riesgo), que dejaría afuera a la del
ya mencionado Allan.
A modo de conclusión, el asunto no pasa tanto por los votos que le
faltan al Frente de Todos, aunque también la ecuación cierra si crece
el desempeño electoral del peronismo. Lo cierto es que tanto Kicillof
como los intendentes y candidatos sin tierra del kirchnerismo (por
supuesto, también los postulantes a legisladores) trabajarán en bus
ca de ese objetivo. Mañana en Avellaneda es el punto de partida.
Claro está, el premio es grande, muy grande.
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