Las urnas dieron un mensaje claro para la Casa Rosada y el rechazo
popular se hizo sentir en las PASO. A pesar de ello, las figuras del
gobierno de Mauricio Macri insisten con la misma retórica en la cam
paña. Una comunicación que ya dio muestras de fallar, vuelve a hacer
se presente ante un último intento por sobrevivir. Los motivos.
popular se hizo sentir en las PASO. A pesar de ello, las figuras del
gobierno de Mauricio Macri insisten con la misma retórica en la cam
paña. Una comunicación que ya dio muestras de fallar, vuelve a hacer
se presente ante un último intento por sobrevivir. Los motivos.
El gobierno de la Nación, a través de sus portavoces de guerra, lanzó
una campaña muy clara antes de las Primarias Abiertas Simultáneas
y Obligatorias (PASO). Lejos de la mesura de plantear un debate
entre el futuro y el pasado, lanzó dardos venenosos al centro del
debate electoral.
Marcos Peña, Miguel Angel Pichetto y Elisa Carrió fueron los princi
pales oradores de Juntos por el Cambio a la hora de radicalizar la
confrontación. Los discursos fueron desde asegurar la presencia
de servicios de inteligencia rusos, el ya famoso “vamos a ser Vene
zuela”, y hasta acusaciones de “marxistas” a algunos integrantes
del Frente de Todos.
En la previa, desde los comandos de inteligencia comicial que
encabezó el Jefe de Gabinete de la Nación, aseguraban que la
campaña giraría por otros ejes: lucha contra las mafias y el nar
cotráfico; obras públicas; y transparencia. No ocurrió y el caba
llito de batalla de la Rosada fue la confrontación en base a discur
sos ya utilizados en 2015 y 2017, que bien tuvieron efecto en los
comicios pasados.
Sin embargo, la tercera pelea para la punta de lanza de Juntos por
el Cambio no tuvo el efecto esperado. Las urnas dieron una res
puesta más que clara y casi el 70 por ciento del electorado optó
por rechazar la gestión de Mauricio Macri. Además, casi el 50 por
ciento, acompañó a la fórmula marcada por el oficialismo como
el camino a ser Venezuela. En otras palabras, la retórica de Balcar
ce 50 fracasó.
En este contexto, y a tres semanas de la dura derrota, el gobierno
nacional vuelve a repetir el mismo discurso y lo profundiza. Claro
está, la crisis económica que conlleva una devaluación del 30
por ciento y el ingreso en un “default selectivo”, más el antece
dente del primer testeo electoral, dejaron al equipo nacional al
borde del knockout.
Conforme lo señalado por analistas y especialistas en comunica
ción política, la repetición de los errores por parte del extinto
Cambiemos apuesta a consolidar un núcleo propio. Por caso,
el politólogo Andy Tow, remarcó a LaTecla.info que “actualmente
el Gobierno lucha por su supervivencia. Ya no es ganar las elec
ciones, es sacar un mínimo de votos que exprese un apoyo míni
mo popular”.
En ese sentido, remarcó que desde la Casa Rosada buscan “sos
tener un 30 por ciento que les permita llegar a diciembre y atrin
cherarse como nueva oposición, con bancas en el Congreso y
algunas intendencias. El discurso Venezuela refuerza el núcleo
más fanático y sirve como base para hacer oposición desde
diciembre”. De esa manera, remarcó: “no hay logros, no hay me
joras, el discurso obra pública no sirve tampoco, se insiste en lo
que sirvió, en circunstancias en las que solo es eficaz para
mantener un núcleo duro”.
En tanto, el especialista en comunicación política y electoral
Mario Riorda graficó que en el comando de campaña de Peña
“no encuentran otra opción. Ahora es el mismo argumento
pero con un tono mucho más violento, catastrófico o apoca
líptico”. En ese sentido, subrayó que “la radicalización es señal
de impotencia, pero además representa un desborde de la ges
tión estratégica centralizada que se disgrega en vocerías des
controladas, librepensantes y voluntaristas”.
Por su parte, la analista política Analía del Franco remarcó a La
Tecla.info que desde la Rosada “se mantiene la campaña sobre
ser Venezuela porque resulta difícil ir en contra de un espacio
político que sacó 15 puntos por encima del oficialismo. La
campaña del miedo es aún efectiva entre los propios, es un
recurso más en el marco de los recursos y argumentos que no
dieron resultado”.
Asimismo, Del Franco señaló que “resulta difícil al gobierno na
cional reconstruir la confianza y credibilidad lo q hace más signi
ficativo argumentar sobre los riegos del adversario”.
Así, de cara al 27 de octubre y la búsqueda de un salvavidas elec
toral que lo posicione como futura oposición, el Gobierno opta
por repetir los errores de la campaña y centrarse en su núcleo
duro sin la búsqueda de ampliar el margen de adhesiones.
una campaña muy clara antes de las Primarias Abiertas Simultáneas
y Obligatorias (PASO). Lejos de la mesura de plantear un debate
entre el futuro y el pasado, lanzó dardos venenosos al centro del
debate electoral.
Marcos Peña, Miguel Angel Pichetto y Elisa Carrió fueron los princi
pales oradores de Juntos por el Cambio a la hora de radicalizar la
confrontación. Los discursos fueron desde asegurar la presencia
de servicios de inteligencia rusos, el ya famoso “vamos a ser Vene
zuela”, y hasta acusaciones de “marxistas” a algunos integrantes
del Frente de Todos.
En la previa, desde los comandos de inteligencia comicial que
encabezó el Jefe de Gabinete de la Nación, aseguraban que la
campaña giraría por otros ejes: lucha contra las mafias y el nar
cotráfico; obras públicas; y transparencia. No ocurrió y el caba
llito de batalla de la Rosada fue la confrontación en base a discur
sos ya utilizados en 2015 y 2017, que bien tuvieron efecto en los
comicios pasados.
Sin embargo, la tercera pelea para la punta de lanza de Juntos por
el Cambio no tuvo el efecto esperado. Las urnas dieron una res
puesta más que clara y casi el 70 por ciento del electorado optó
por rechazar la gestión de Mauricio Macri. Además, casi el 50 por
ciento, acompañó a la fórmula marcada por el oficialismo como
el camino a ser Venezuela. En otras palabras, la retórica de Balcar
ce 50 fracasó.
En este contexto, y a tres semanas de la dura derrota, el gobierno
nacional vuelve a repetir el mismo discurso y lo profundiza. Claro
está, la crisis económica que conlleva una devaluación del 30
por ciento y el ingreso en un “default selectivo”, más el antece
dente del primer testeo electoral, dejaron al equipo nacional al
borde del knockout.
Conforme lo señalado por analistas y especialistas en comunica
ción política, la repetición de los errores por parte del extinto
Cambiemos apuesta a consolidar un núcleo propio. Por caso,
el politólogo Andy Tow, remarcó a LaTecla.info que “actualmente
el Gobierno lucha por su supervivencia. Ya no es ganar las elec
ciones, es sacar un mínimo de votos que exprese un apoyo míni
mo popular”.
En ese sentido, remarcó que desde la Casa Rosada buscan “sos
tener un 30 por ciento que les permita llegar a diciembre y atrin
cherarse como nueva oposición, con bancas en el Congreso y
algunas intendencias. El discurso Venezuela refuerza el núcleo
más fanático y sirve como base para hacer oposición desde
diciembre”. De esa manera, remarcó: “no hay logros, no hay me
joras, el discurso obra pública no sirve tampoco, se insiste en lo
que sirvió, en circunstancias en las que solo es eficaz para
mantener un núcleo duro”.
En tanto, el especialista en comunicación política y electoral
Mario Riorda graficó que en el comando de campaña de Peña
“no encuentran otra opción. Ahora es el mismo argumento
pero con un tono mucho más violento, catastrófico o apoca
líptico”. En ese sentido, subrayó que “la radicalización es señal
de impotencia, pero además representa un desborde de la ges
tión estratégica centralizada que se disgrega en vocerías des
controladas, librepensantes y voluntaristas”.
Por su parte, la analista política Analía del Franco remarcó a La
Tecla.info que desde la Rosada “se mantiene la campaña sobre
ser Venezuela porque resulta difícil ir en contra de un espacio
político que sacó 15 puntos por encima del oficialismo. La
campaña del miedo es aún efectiva entre los propios, es un
recurso más en el marco de los recursos y argumentos que no
dieron resultado”.
Asimismo, Del Franco señaló que “resulta difícil al gobierno na
cional reconstruir la confianza y credibilidad lo q hace más signi
ficativo argumentar sobre los riegos del adversario”.
Así, de cara al 27 de octubre y la búsqueda de un salvavidas elec
toral que lo posicione como futura oposición, el Gobierno opta
por repetir los errores de la campaña y centrarse en su núcleo
duro sin la búsqueda de ampliar el margen de adhesiones.
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