Desde la llegada del macrismo al poder en 2015 permitió el libre
movimiento de capitales especulativos a corto plazo. Un informe
da cuenta que más del 95% de los U$S 37.126 millones que entra
ron al país ya se fueron, unos U$S 35.389 millones. Y de cada
1.000 millones de dólares financieros que ingresaron al país, se
fugaron más de 1.400 millones.
movimiento de capitales especulativos a corto plazo. Un informe
da cuenta que más del 95% de los U$S 37.126 millones que entra
ron al país ya se fueron, unos U$S 35.389 millones. Y de cada
1.000 millones de dólares financieros que ingresaron al país, se
fugaron más de 1.400 millones.
Un lapidario informe del Observatorio de Coyuntura Internacional
y Política Exterior (OCIPEX) evidenció la grave situación financiera
que atraviesa la Argentina por la política del gobierno de Mauricio
de permitir el ingreso y egreso de capitales financieros de corto plazo.
El paper “Libre movimiento de capitales especulativos: la política
irrenunciable del macrismo” muestra cómo, a julio de 2019, un total
de 37.126 millones de dólares “golondrina” entraron al mercado
local de letras y títulos de deuda desde el inicio de la gestión Cam
biemos. De ese monto, nada menos que 35.389 millones (el 95,3 por
ciento) ya se fueron del país.
El material reveló que en lo que ya se transitó del 2019, de cada
1.000 millones de dólares financieros que arribaron, se fugaron
más de 1.400 millones. La grave situación financiera que atraviesa
el país tiene en la fuga de capitales especulativos uno de sus
puntos más delicados.
y Política Exterior (OCIPEX) evidenció la grave situación financiera
que atraviesa la Argentina por la política del gobierno de Mauricio
de permitir el ingreso y egreso de capitales financieros de corto plazo.
El paper “Libre movimiento de capitales especulativos: la política
irrenunciable del macrismo” muestra cómo, a julio de 2019, un total
de 37.126 millones de dólares “golondrina” entraron al mercado
local de letras y títulos de deuda desde el inicio de la gestión Cam
biemos. De ese monto, nada menos que 35.389 millones (el 95,3 por
ciento) ya se fueron del país.
El material reveló que en lo que ya se transitó del 2019, de cada
1.000 millones de dólares financieros que arribaron, se fugaron
más de 1.400 millones. La grave situación financiera que atraviesa
el país tiene en la fuga de capitales especulativos uno de sus
puntos más delicados.
Pero no sorprende ya que las tan esperadas inversiones financie
ras no hayan traccionado crecimiento económico alguno, sino
todo lo contrario. Desde la promesa de Mauricio Macri y su gabinete
de “lluvia de inversiones”, el país se transformó en terreno fértil
para la llegada de capitales financieros, netamente especulativos,
que no sólo encontraron la posibilidad de obtener jugosos
réditos a partir de tasas exorbitantes sino que, además, podían
salir del país cuando les placiera.
La “fuga” de capitales especulativos estuvo avalada por el gobier
no de Cambiemos ya que el exministro de Hacienda Nicolás
Dujovne, en enero de 2017, eliminó el plazo mínimo de 120 días
de permanencia en el país que regía para las inversiones finan
cieras. En aquel entonces, el economista mediático devenido en
funcionario decía: “Con esta medida, Argentina continúa en su
camino de integración al mundo y de normalización de su esque
ma macroeconómico, que permitirá avanzar en el proceso de
mayor creación de empleo y de crecimiento del país”.
Muy por el contrario a lo expresado por Dujovne, la vía libre para
el ingreso de los inversores especulativos no sólo no aportó a la
prosperidad económica del país sino que empeoraron la mayoría
de los indicadores macroeconómicos. Desde aquel anunció a
comienzos de 2017, el desempleo aumentó 2,5 puntos porcentua
les y los proyecciones actuales indican que el PBI en términos
absolutos habrá caído 3,5% durante el período Cambiemos.
La “inversión especulativa” ingresó a la Argentina por billones
para aprovechar el carry trade, una denominación sofisticada para
llamar a la “bicicleta financiera”, y esos dólares “golondrinas” se
fueron también por billones. De los 37.126 millones de dólares
de inversiones de cartera que arribaron en los últimos tres
años, ya emigraron 35.389, un 95,3 % del monto total.
Según el informe de la OCIPEX, este ciclo de ingreso-valorización
-fuga descripto se acentuó particularmente en el último año y
medio, lo cual fue recogido por el Informe de Evolución del
Mercado de Cambios y Balance Cambiario del BCRA de
diciembre del año pasado. El mismo refiere que “los ingresos
netos acumulados por inversiones de cartera de no residentes
desde junio de 2017 hasta febrero de 2018 casi se compensan
con los egresos netos de los últimos nueve meses”.
Es preciso destacar que el ingreso/egreso irrestricto de capitales
golondrina generó una situación de máxima volatilidad financie
ra sólo conjurable por los 57 mil millones de dólares comprometi
dos por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto último
implicó, en gran medida, socializar en toda la población argen
tina el riesgo especulativo que asumieron los fondos de inver
sión extranjeros entre 2017 y 2018.
Por último, el actual escenario se presenta con un grado de incer
tidumbre mucho mayor luego del anuncio de “reperfilamiento”
de la deuda anunciado días atrás por el flamante titular de Ha
cienda, Hernán Lacunza. No por el hecho de extender los plazos
de vencimientos de los compromisos con los acreedores sino
por el hecho de que no se dispuso ningún mecanismo de regula
ción de la cuenta capital.
Por tal motivo la sangría financiera a manos de los especulado
res seguirá garantizada por el Estado. Cabe preguntarse si la
administración Macri, seriamente comprometida en la posibili
dad de ser reelecta, quiere “morir con las botas puestas” y no
renunciar a su filosofía de “libre movilidad de los capitales es
peculativos” aún al costo de acrecentar más la actual crisis
económica y social. El interrogante queda abierto.
ras no hayan traccionado crecimiento económico alguno, sino
todo lo contrario. Desde la promesa de Mauricio Macri y su gabinete
de “lluvia de inversiones”, el país se transformó en terreno fértil
para la llegada de capitales financieros, netamente especulativos,
que no sólo encontraron la posibilidad de obtener jugosos
réditos a partir de tasas exorbitantes sino que, además, podían
salir del país cuando les placiera.
La “fuga” de capitales especulativos estuvo avalada por el gobier
no de Cambiemos ya que el exministro de Hacienda Nicolás
Dujovne, en enero de 2017, eliminó el plazo mínimo de 120 días
de permanencia en el país que regía para las inversiones finan
cieras. En aquel entonces, el economista mediático devenido en
funcionario decía: “Con esta medida, Argentina continúa en su
camino de integración al mundo y de normalización de su esque
ma macroeconómico, que permitirá avanzar en el proceso de
mayor creación de empleo y de crecimiento del país”.
Muy por el contrario a lo expresado por Dujovne, la vía libre para
el ingreso de los inversores especulativos no sólo no aportó a la
prosperidad económica del país sino que empeoraron la mayoría
de los indicadores macroeconómicos. Desde aquel anunció a
comienzos de 2017, el desempleo aumentó 2,5 puntos porcentua
les y los proyecciones actuales indican que el PBI en términos
absolutos habrá caído 3,5% durante el período Cambiemos.
La “inversión especulativa” ingresó a la Argentina por billones
para aprovechar el carry trade, una denominación sofisticada para
llamar a la “bicicleta financiera”, y esos dólares “golondrinas” se
fueron también por billones. De los 37.126 millones de dólares
de inversiones de cartera que arribaron en los últimos tres
años, ya emigraron 35.389, un 95,3 % del monto total.
Según el informe de la OCIPEX, este ciclo de ingreso-valorización
-fuga descripto se acentuó particularmente en el último año y
medio, lo cual fue recogido por el Informe de Evolución del
Mercado de Cambios y Balance Cambiario del BCRA de
diciembre del año pasado. El mismo refiere que “los ingresos
netos acumulados por inversiones de cartera de no residentes
desde junio de 2017 hasta febrero de 2018 casi se compensan
con los egresos netos de los últimos nueve meses”.
Es preciso destacar que el ingreso/egreso irrestricto de capitales
golondrina generó una situación de máxima volatilidad financie
ra sólo conjurable por los 57 mil millones de dólares comprometi
dos por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto último
implicó, en gran medida, socializar en toda la población argen
tina el riesgo especulativo que asumieron los fondos de inver
sión extranjeros entre 2017 y 2018.
Por último, el actual escenario se presenta con un grado de incer
tidumbre mucho mayor luego del anuncio de “reperfilamiento”
de la deuda anunciado días atrás por el flamante titular de Ha
cienda, Hernán Lacunza. No por el hecho de extender los plazos
de vencimientos de los compromisos con los acreedores sino
por el hecho de que no se dispuso ningún mecanismo de regula
ción de la cuenta capital.
Por tal motivo la sangría financiera a manos de los especulado
res seguirá garantizada por el Estado. Cabe preguntarse si la
administración Macri, seriamente comprometida en la posibili
dad de ser reelecta, quiere “morir con las botas puestas” y no
renunciar a su filosofía de “libre movilidad de los capitales es
peculativos” aún al costo de acrecentar más la actual crisis
económica y social. El interrogante queda abierto.
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