Según un informe de la Universidad de Mar del Plata, casi un 25%
de los comercios que venden pescado hacen pasar “gato por liebre”,
es decir, venden especies de menor valor como si fueran más caras.
Para colmo, algunas pueden llegar a estar en vías de extinción.
El trabajo fue publicado en la revista Fisheries Research y fue pro
ducido por un equipo del Instituto de Investigaciones Marinas y
Costeras de la Universidad Nacional de Mar del Plata, compuesto
por los científicos Gabriela Delpiani, Matías Delpiani y Marina Covatti.
ducido por un equipo del Instituto de Investigaciones Marinas y
Costeras de la Universidad Nacional de Mar del Plata, compuesto
por los científicos Gabriela Delpiani, Matías Delpiani y Marina Covatti.
El pescado que no es lo que dice ser. Los clientes de las pescaderías
de toda la Costa Atlántica, desde Bahía Blanca a San Clemente del
Tuyú, deberán tener cuidado cuando piden, por ejemplo, lomito de
atún o cachetes de abadejo.
de toda la Costa Atlántica, desde Bahía Blanca a San Clemente del
Tuyú, deberán tener cuidado cuando piden, por ejemplo, lomito de
atún o cachetes de abadejo.
Según la investigación, que fue reproducida por Página/12, el 21% de
las pescaderías vende pescados bajo una denominación que no les
corresponde. Por ejemplo, los cachetes de abadejo, que cuestan
entre $ 300 y $ 400 el kilo, son reemplazados por cachetes de raya
que habitualmente se usaban para hacer harina de pescado, casi un
residuo. El tiburón puede ser vendido como lomito de atún, brótola,
mero o pescadilla. La raya y el tiburón son especies en grave situa
ción de vulnerabilidad.
las pescaderías vende pescados bajo una denominación que no les
corresponde. Por ejemplo, los cachetes de abadejo, que cuestan
entre $ 300 y $ 400 el kilo, son reemplazados por cachetes de raya
que habitualmente se usaban para hacer harina de pescado, casi un
residuo. El tiburón puede ser vendido como lomito de atún, brótola,
mero o pescadilla. La raya y el tiburón son especies en grave situa
ción de vulnerabilidad.
El trabajo del equipo tomó muestras de 164 filets, de los cuales 35 es
taban mal denominados. De éstos, 22 era tiburones rayas, especies
que se encuentran en peligro de extinción. Lo que no consigna el in
forme que reproduce Página/12 son los lugares donde fue adquirida
la mercadería que se vendía bajo otra denominación distinta a la
correcta.
taban mal denominados. De éstos, 22 era tiburones rayas, especies
que se encuentran en peligro de extinción. Lo que no consigna el in
forme que reproduce Página/12 son los lugares donde fue adquirida
la mercadería que se vendía bajo otra denominación distinta a la
correcta.
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