"Esta oposición no admite influencias externas", aclaró el cordobés Martínez. Parrilli seguirá con el debate para reformar la ley de Ministerio público con un proyecto de Lousteau.
Los senadores de Cambiemos ratificaron que no apoyarán el pliego de Daniel Rafecas como procurador general de la Nación pese al pedido de Elisa Carrió, del que nunca se hicieron eco las autoridades de la UCR y el PRO.
Por si faltaba aclaración, el senador de Cambiemos Ernesto Martínez anunció que las palabras de Lilita no serían tenidas en cuenta por el interbloque conducido por Luis Naidenoff y el juez federal seguirá sin tener los dos tercios para ser nombrado como jefe de los fiscales federales.
"Mientras necesitan del tercio no hay acuerdo posible y mucho menos con el nombre que propone el gobierno nacional. Y menos aún, y esto corre por mi cuenta, con el exhibicionismo que hizo ayer comprando libros de derecho y operaciones mediáticas de una señora gorda", en clara referencia a Carrió.
Es que después del respaldo de Lilita, Rafecas se mostró en las redes sociales con bibliografía jurídica y mucha confianza. "Hay que prepararse para los nuevos desafios que vendran, y ojalá que sean en el ámbito del MPFN, que en su momento también fue mi casa", posteó.
Lo cierto es que los números para nombrar a Rafecas no están desde junio, cuando los
25 senadores de Cambiemos acordaron ignorar presiones externas y recha
zarlo, en sociedad con los 4 del interbloque federal, más que suficiente para
que el oficialismo no alcance los dos tercios. Los presidentes de la UCR
y el PRO, Alfredo Cornejo y Patricia Bullrich, promovieron la resistencia,
que ahora pasó a ser de los propios legisladores.
Hace 20 días, como relató LPO, Alberto Fernández recibió al operador radi
cal Enrique "Coti" Nosiglia, quien le ofreció al menos 3 votos (entre ellos el
de Lousteau) y un diálogo con Cornejo para ablandar a los radicales. Con
6 aliados puede alcanzar a la mayoría necesaria.
"El acuerdo para llegar a los dos tercios con la persona que pide el poder
Ejecutivo no existe ni va a existir más, porque esta oposición no admite
influencias externas", garantizó Martínez, en otro palo a Carrió.
El jefe oficialista José Mayans pidió saber quién era "la señora gorda", pe
ro Cristina Kirchner, desde la presidencia de la Cámara, prefirió no darle la
palabra a Martínez para que aclarara.
El cordobés fue el miembro informante de Cambiemos en un debate
reglamentario sobre cómo discutir una nueva ley del Ministerio
Público que inició Oscar Parrilli en la Comisión de Justicia, con dos
proyectos de la oposición: uno de la neuquina Lucila Crexell y otro de
Martín Lousteau. El viernes ambos pidieron retirarlos, pero el oficialis
mo lo rechazó y anunció que seguirán tratándose.
La sospecha de Cambiemos es que intentan usarlos para habilitar que
el procurador sea elegido por mayoría simple, como cualquiera juez
federal, y de esa manera imponer uno propio y reemplazar al interino
Eduardo Casal, a quien intentan además desplazar con un juicio político.
En el oficialismo desmienten esa presunta maniobra y aseguran que se
trata sólo de cubrir un vacío con ideas ajenas, como que los procurado
res no tengan mandato eterno, uno de los postulados de Crexell y Lousteau.
"Hubo una persecución a la ex procuradora Alejandra Gils Carbó, porque
decían que era kirchnerista. Llegaron a publicar el teléfono de la hija. Des
pués presentaron proyectos para cambiar la mayorías pero no los trataron
y dejaron a uno interino. Ahora nos hacemos cargo de ese debate".
Explicó que el artículo 137 del reglamento sostiene que los proyectos no
pertenecen a los senadores sino a la sociedad y por lo tanto deben ser reti
rados por el pleno. Martínez lo rechazó. "No hay antecedente de un proyecto
retirado por el autor que se trate. El retiro es su voluntad. Es inédito que
los usen para saldar un problema interno".
Martín Doñate, del Frente de Todos, sostuvo que Lousteau tiene "un infan
tilismo alarmante y caprichoso como para decir que como el oficialismo
puede hacer las modificaciones retira su proyecto. Como cuando en el
barrio se llevan la pelota ¿Quiere que lo sancionemos sin leer y entregar
nos a su iluminación?".
Citó frases del economista del debate de la reforma judicial, hace dos me
ses, cuando pidió tratar la iniciativa que ahora denosta. "No quieren cam
biar ni reformar nada. Esa es la verdad", lo acusó.
La votación tuvo otro incidente entre Lousteau y Cristina: se había votado
a mano alzada, con la certeza de que el oficialismo tenía mayoría, pero el
economista pidió repetirla porque no se pueden contar los brazos arriba
por zoom. Se votó por vía electrónica y su proyecto quedó vigente para
tratar. Como el de Crexell.
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