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viernes, 21 de mayo de 2021

La querella pidió prisión perpetua para el policía Chocobar y la fiscalía, tres años en suspenso



El defensor oficial Pablo Rovatti, quien representa a la familia de Juan

 Pablo Kukoc, uno de los asaltantes del turista, acusó por "homicidio 

agravado", pero la fiscal Susana Pernas consideró que hubo "homici

dio en exceso de la legítima defensa".

La querella en el juicio contra el policía Luis Chocobar pidió este vier

nes la condena a prisión perpetua por haber cometido una “ejecución extrajudicial” contra Juan Pablo Kukoc, uno de los asaltantes que hirió

 de extrema gravedad a un turista estadounidense en el barrio porteño 

de La Boca en diciembre de 2017, en tanto que la fiscalía optó por sólo

 tres años de prisión en suspenso.

Pablo Rovatti, defensor oficial que representa a la familia de Kukoc, sos

tuvo en su alegato que Chocobar “usó la fuerza letal en un supuesto

 donde esto está terminantemente prohibido”.

“Eso es una ejecución extrajudicial, un caso de gatillo fácil, que merece 

la pena más alta que prevé nuestro ordenamiento jurídico”, sostuvo ante

 el Tribunal Oral de Menores número dos.

“Chocobar le disparó unas seis veces directamente al cuerpo de Kukoc, 

quien corría de espaldas y no representaba ya un peligro para nadie”, 

subrayó.

Pero la fiscal Susana Pernas discrepó con ese criterio y consideró que 

Chocobar debía ser condenado por "homicidio en exceso del cumpli

miento del deber", por lo que pidió para él una pena de tres años de 

prisión en suspenso y seis de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Para la fiscal, existió una agresión ilegítima por parte de Kukoc, que fue

 repelida por Chocobar y en consecuencia discrepó con la calificación 

de homicidio agravado que argumentó la representación de la familia

 del occiso.

Pernas dividió en tres partes la conducta de Chocobar, avaló las dos 

primeras pero consideró que cuando efectuó los disparos que causaron

 la muerte no debió  haberlo hecho.

El primer tramo ocurrió cuando Chocobar inició la persecución de Ku

koc mientras llamaba al 911; el segundo, ocurrió en la calle Irala, cuan

do dio la voz de "alto policía" y disparó al aire, y la tercera cuando 

Kukoc "hizo un giro" en dirección al policía, lo que según el alegato está 

documentado en las filmaciones.

En esa tercera etapa, Pernas consideró que Chocobar se "excedió" al

 dispararle al asaltante. 

El miércoles próximo será el turno del alegato de la defensa de Choco

bar, a cargo del abogado Fernando Soto y días después se conocerá 

el veredicto.

Kukoc y un menor de edad que está siendo juzgado en este mismo pro

ceso con Chocobar asaltaron al turista norteamericano Frank Wolek 

para robarle su cámara fotográfica y en ese contexto lo apuñalaron en

 el corazón y lo dejaron malherido.

Los vecinos consiguieron retener a Kukoc e incluso recuperaron la

 cámara, pero según la acusación Chocobar llegó a la escena y dispa

ró al aire, con la presunta intención de amedrentamiento para restable

cer la calma.

“Una vez que los vecinos le sacan a los golpes la cámara a Juan Pablo

 Kukoc, Chocobar dispara al aire algunas veces y entonces los vecinos 

se dispersan y Juan Pablo se escapa corriendo”, describió el defensor 

Rovatti.

En su alegato, descartó el relato de Chocobar, quien dijo que se sintió

 amenazado porque Kukoc giró sobre sus talones en la huida y amagó

 con abalanzarse sobre el policía para agredirlo.

“Esa versión no tiene ningún sentido y quedó desmentida por el hecho

 de que las dos lesiones mortales son por la espalda y que el video

 muestra justamente a una persona corriendo de espaldas”, replicó 

Rovatti.

Además, descartó que –tal como lo sostuvo en su indagatoria- Choco

bar haya disparado “para abajo”, lo que demostraría que “no quería 

matar a Kukoc”.

“Es falso que haya disparado para abajo, están las fotos de las marcas

 que dejaron en la pared algunos balazos. Una de ellas está nada menos

 que a 2,4 metros de altura, otra a más de un metro. Eso no es disparar 

para abajo”, refutó.

En ese contexto, también minimizó los resultados de un peritaje que in

dican que una de las balas que mató a Kukoc rebotó contra el suelo an

tes de introducirse en su cuerpo.

“El  rebote o no rebote del segundo proyectil es anecdótico, no tiene 

ninguna relevancia jurídica, es pura y exclusivamente un intento de dis

traer a la opinión pública. ¿Qué puede importar si una bala rebotó cuan

do un policía le dispara seis veces y mata a una persona que se esca

pa de espaldas?”, se preguntó el acusador.

Chocobar –agregó- sabía que los límites que el reglamento policial y la

  Constitución le imponen a su accionar como fuerza de seguridad, pese 

a lo cual “usó la fuerza letal en un supuesto donde esto está terminante

mente prohibido”.

“La tolerancia o indulgencia con estas prácticas envía un mensaje muy

 peligroso a la sociedad, deja desprotegidas a las víctimas y fomenta la 

repetición de hechos similares”, resumió Rovatti.

Por su parte, la madre de Kukoc, Ivone, reflexionó ante el tribunal que 

“su hijo no tuvo derecho a un juicio “como sí lo tiene Chocobar” y el 

menor imputado, cuya identidad permanece en reserva por razones le

gales.

“La mejor prueba de que no era necesario matar a los tiros a su hijo es

 que justamente el menor que participó del robo al turista Wolek está 

siendo juzgado y va a ser severamente castigado”, reiteró.

 

Escrito por 
Buenos Aires, NA

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