El defensor oficial Pablo Rovatti, quien representa a la familia de Juan
Pablo Kukoc, uno de los asaltantes del turista, acusó por "homicidio
agravado", pero la fiscal Susana Pernas consideró que hubo "homici
dio en exceso de la legítima defensa".
La querella en el juicio contra el policía Luis Chocobar pidió este vier
nes la condena a prisión perpetua por haber cometido una “ejecución extrajudicial” contra Juan Pablo Kukoc, uno de los asaltantes que hirió
de extrema gravedad a un turista estadounidense en el barrio porteño
de La Boca en diciembre de 2017, en tanto que la fiscalía optó por sólo
tres años de prisión en suspenso.
Pablo Rovatti, defensor oficial que representa a la familia de Kukoc, sos
tuvo en su alegato que Chocobar “usó la fuerza letal en un supuesto
donde esto está terminantemente prohibido”.
“Eso es una ejecución extrajudicial, un caso de gatillo fácil, que merece
la pena más alta que prevé nuestro ordenamiento jurídico”, sostuvo ante
el Tribunal Oral de Menores número dos.
“Chocobar le disparó unas seis veces directamente al cuerpo de Kukoc,
quien corría de espaldas y no representaba ya un peligro para nadie”,
subrayó.
Pero la fiscal Susana Pernas discrepó con ese criterio y consideró que
Chocobar debía ser condenado por "homicidio en exceso del cumpli
miento del deber", por lo que pidió para él una pena de tres años de
prisión en suspenso y seis de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Para la fiscal, existió una agresión ilegítima por parte de Kukoc, que fue
repelida por Chocobar y en consecuencia discrepó con la calificación
de homicidio agravado que argumentó la representación de la familia
del occiso.
Pernas dividió en tres partes la conducta de Chocobar, avaló las dos
primeras pero consideró que cuando efectuó los disparos que causaron
la muerte no debió haberlo hecho.
El primer tramo ocurrió cuando Chocobar inició la persecución de Ku
koc mientras llamaba al 911; el segundo, ocurrió en la calle Irala, cuan
do dio la voz de "alto policía" y disparó al aire, y la tercera cuando
Kukoc "hizo un giro" en dirección al policía, lo que según el alegato está
documentado en las filmaciones.
En esa tercera etapa, Pernas consideró que Chocobar se "excedió" al
dispararle al asaltante.
El miércoles próximo será el turno del alegato de la defensa de Choco
bar, a cargo del abogado Fernando Soto y días después se conocerá
el veredicto.
Kukoc y un menor de edad que está siendo juzgado en este mismo pro
ceso con Chocobar asaltaron al turista norteamericano Frank Wolek
para robarle su cámara fotográfica y en ese contexto lo apuñalaron en
el corazón y lo dejaron malherido.
Los vecinos consiguieron retener a Kukoc e incluso recuperaron la
cámara, pero según la acusación Chocobar llegó a la escena y dispa
ró al aire, con la presunta intención de amedrentamiento para restable
cer la calma.
“Una vez que los vecinos le sacan a los golpes la cámara a Juan Pablo
Kukoc, Chocobar dispara al aire algunas veces y entonces los vecinos
se dispersan y Juan Pablo se escapa corriendo”, describió el defensor
Rovatti.
En su alegato, descartó el relato de Chocobar, quien dijo que se sintió
amenazado porque Kukoc giró sobre sus talones en la huida y amagó
con abalanzarse sobre el policía para agredirlo.
“Esa versión no tiene ningún sentido y quedó desmentida por el hecho
de que las dos lesiones mortales son por la espalda y que el video
muestra justamente a una persona corriendo de espaldas”, replicó
Rovatti.
Además, descartó que –tal como lo sostuvo en su indagatoria- Choco
bar haya disparado “para abajo”, lo que demostraría que “no quería
matar a Kukoc”.
“Es falso que haya disparado para abajo, están las fotos de las marcas
que dejaron en la pared algunos balazos. Una de ellas está nada menos
que a 2,4 metros de altura, otra a más de un metro. Eso no es disparar
para abajo”, refutó.
En ese contexto, también minimizó los resultados de un peritaje que in
dican que una de las balas que mató a Kukoc rebotó contra el suelo an
tes de introducirse en su cuerpo.
“El rebote o no rebote del segundo proyectil es anecdótico, no tiene
ninguna relevancia jurídica, es pura y exclusivamente un intento de dis
traer a la opinión pública. ¿Qué puede importar si una bala rebotó cuan
do un policía le dispara seis veces y mata a una persona que se esca
pa de espaldas?”, se preguntó el acusador.
Chocobar –agregó- sabía que los límites que el reglamento policial y la
Constitución le imponen a su accionar como fuerza de seguridad, pese
a lo cual “usó la fuerza letal en un supuesto donde esto está terminante
mente prohibido”.
“La tolerancia o indulgencia con estas prácticas envía un mensaje muy
peligroso a la sociedad, deja desprotegidas a las víctimas y fomenta la
repetición de hechos similares”, resumió Rovatti.
Por su parte, la madre de Kukoc, Ivone, reflexionó ante el tribunal que
“su hijo no tuvo derecho a un juicio “como sí lo tiene Chocobar” y el
menor imputado, cuya identidad permanece en reserva por razones le
gales.
“La mejor prueba de que no era necesario matar a los tiros a su hijo es
que justamente el menor que participó del robo al turista Wolek está
siendo juzgado y va a ser severamente castigado”, reiteró.
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