El ministro de Economía cree fundamental que las tarifas no
vayan muy por debajo de la inflación. Desde La Cámpora ase
guran que el aumento no puede superar al 9%.
Pese a haber perdido la batalla interna, el ministro de Economía Martín
Guzmán sigu
e peleando dentro de su espacio para que gane consenso la idea de que
las tarifas de electricidad y gas necesitan un aumento mayor al que pro
mueven desde el kirchnerismo.
En un primer momento, cuando diseñó el Presupuesto para este año,
Guzmán consideraba que las tarifas debían ir por debajo de la inflación,
pero acompañándola: es decir, que su aumento sea apenas unos puntos
porcentuales inferiores al del aumento de los precios de los bienes y
servicios.
Según pudo saber NA, el ministro encontró resistencia rápidamente, prin
cipalmente en La Cámpora, agrupación que cuenta con economistas pro
pios y que tiene un ideario económico definido.
Fieles a las palabras de la vicepresidenta Cristina Kirchner, desde la Cám
pora argumentan que el principal motivo por el cual el expresidente Mauri
cio Macri perdió las elecciones, más allá del programa con el Fondo Mone
tario Internacional y la inestabilidad económica, fueron los cuantiosos
aumentos de tarifas, que pegan de lleno entre las capas medias y medias
bajas del Conurbano bonaerense, donde el Frente de Todos se impuso
notablemente en los últimos comicios.
Para Guzmán, la cuenta es otra: cada peso que las tarifas se atrasan es
un peso que el Estado Nacional debe poner para subsidiar a la semi esta
tal Cammesa, el proveedor mayorista de electricidad, lo que, en palabras
del propio ministro, se traduce en "emisión pura".
El núcleo del problema detrás de las tarifas parte de un debate académico
que Guzmán tiene hace varios años con Axel Kicillof, el economista favorito
de Cristina Kirchner y la principal voz que aconseja a la vicepresidenta en
estas cuestiones.
Mientras que Guzmán argumenta que la emisión monetaria que generan los
subsidios se traduce directamente en inflación y, por lo tanto, en inestabili
dad cambiaria, que en este contexto de fragilidad puede producir un gran
desequilibrio macroeconómico, para Kicillof la "multicausalidad" de la infla
ción no permite llegar a estas conclusiones.
Estas diferencias se pueden avizorar claramente si se observa qué sucedió
con las tarifas del Conurbano durante los últimos años de gobierno de
Cristina Kirchner, cuando toda la política económica quedó en manos de
Axel Kicillof y donde economistas que hasta ese entonces habían jugado
un rol protagónico, como Guillermo Moreno, fueron apartados de la toma
de decisiones para empoderar al entonces ministro.
En ese sentido, desde La Cámpora consideran que el aumento de las tarifas
debe tener un techo del 9%, cifra que está muy por debajo de la inflación
y también de las cuentas que Guzmán volcó en el Presupuesto.
"Nadie sabe de dónde sale ese 9%. Guzmán es claro en que atrasar las
tarifas puede terminar en un gran problema, pero desde La Cámpora
nadie explica qué va a pasar si las tarifas se aumentan sólo lo que ellos
pretenden", explicaron a NA allegados al Ministro de Economía.
Aunque por ahora no tiene los consensos internos, uno de los puntos
principales que delineó Guzmán para diagramar una correcta política
económica, el ministro planea seguir dando la batalla interna para lo
grar un mayor aumento de tarifas, pero en el año electoral, con una re
cesión que no termina y con salarios golpeados por el combo de infla
ción y pandemia, por ahora no consigue suficientes adeptos para un
nuevo ajuste.
Escrito por Bruno Costanzo
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