El candidato a gobernador bonaerense volvió a condimentar la escena opositora tras proponerle a los socialistas “discutir diferencias” para avanzar en el acuerdo que urde con Ricardo Alfonsín, del cual los éstos reniegan. Más señales luego de una semana con fuego a discreción
El titular de Unión Celeste y Blanco, Francisco De Narváez, instala nuevamente en la escena la disyuntiva del armado opositor que hoy lo encuentra como la piedra del zapato del Frente Progresista, presto a partirse, con las salidas del GEN y el PS, por el acuerdo que estarían por cerrar la UCR y sus huestes coloradas.
Ahora, luego de una semana donde Ricardo Alfonsín y Hermes Binner se tiraron con toda la artillería marcándose que las jugadas de ambos no necesariamente deberían incluirlos en una fórmula conjunta, y que cada uno podía moverse en la presidencial de modo individual, el candidato a gobernador le puso picante al plato instando a la participación de los socialistas en el acuerdo.
En este marco, llamó al PS a que no abandone su alianza con los boina blanca y les propuso que “discutamos donde tenemos diferencias y veamos si son tan sustantivas”.
De Narváez fue más allá en sus palabras y aclaró: “De gobernar la Provincia los quiero convocar” porque “tienen hombres y mujeres valiosos”, apuntó para con los que tiene distancia de origen político e ideológico, a pesar que los referentes socialistas ya destacaron como una sus banderas que “su límite” para octubre era el mismo De Narváez.
Por su parte, “el Colorado” se refirió también al pacto con la UCR sin guardar formas:
“En los próximos días, en las próximas semanas vamos a hacer trascender el acuerdo”.
A su vez, Ricardo Alfonsín admitió sin preámbulos: “Nosotros necesitamos los votos peronistas para ganar las elecciones y, en Buenos Aires, una alianza con el peronismo disidente nos permitiría reemplazar al actual gobierno de Scioli, que, a mi juicio, es bastante conservador. Esta alianza nos permitiría también ganar en el orden nacional”, aseguró tensando las relaciones en el Frente Progresista.
Ahora, luego de una semana donde Ricardo Alfonsín y Hermes Binner se tiraron con toda la artillería marcándose que las jugadas de ambos no necesariamente deberían incluirlos en una fórmula conjunta, y que cada uno podía moverse en la presidencial de modo individual, el candidato a gobernador le puso picante al plato instando a la participación de los socialistas en el acuerdo.
En este marco, llamó al PS a que no abandone su alianza con los boina blanca y les propuso que “discutamos donde tenemos diferencias y veamos si son tan sustantivas”.
De Narváez fue más allá en sus palabras y aclaró: “De gobernar la Provincia los quiero convocar” porque “tienen hombres y mujeres valiosos”, apuntó para con los que tiene distancia de origen político e ideológico, a pesar que los referentes socialistas ya destacaron como una sus banderas que “su límite” para octubre era el mismo De Narváez.
Por su parte, “el Colorado” se refirió también al pacto con la UCR sin guardar formas:
“En los próximos días, en las próximas semanas vamos a hacer trascender el acuerdo”.
A su vez, Ricardo Alfonsín admitió sin preámbulos: “Nosotros necesitamos los votos peronistas para ganar las elecciones y, en Buenos Aires, una alianza con el peronismo disidente nos permitiría reemplazar al actual gobierno de Scioli, que, a mi juicio, es bastante conservador. Esta alianza nos permitiría también ganar en el orden nacional”, aseguró tensando las relaciones en el Frente Progresista.
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