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viernes, 17 de junio de 2011

Hebe de Bonafini aún vive en un departamento de Sergio Schoklender

La titular de Madres de Plaza Mayo aún reside en el inmueble de Hipólito Yrigoyen 1590, a metros de la sede de la Fundación. El abogado Eduardo Barcesat admitió el hecho en Radio 10 y argumentó que fue comprado con fondos de la organización
Hebe de Bonafini aún vive en un departamento de Sergio Schoklender
Crédito foto: Nicolás Stulberg
El departamento que utiliza Hebe de Bonafini para sus estadías en la Ciudad de Buenos Aires está a nombre de Sergio Schoklender, según los documentos a los que accedió C5N y que están siendo investigados por el juez federal Norberto Oyarbide.
El inmueble se encuentra en Hipólito Yrigoyen 1590, en la misma cuadra donde las Madres tienen la sede de la fundación y de la universidad, entre otras dependencias.
La escritura a través dela cual Schoklender adquirió el dominio del inmueble está firmada por el escribano Carlos Víctor Gaitán y tiene como objeto la venta de la unidad funcional 21 del edificio de Hipólito Yrigoyen 1.590, ubicada en el piso 4, departamento “B”.
La transacción fue realizada en noviembre 2007 por u$s72.000, que fueron pagados en efectivo.
El departamento del cuarto piso tiene 90 metros cuadrados y es utilizado por Bonafini cuando tiene actividades hasta tarde en la Capital y no regresa a La Plata, donde tiene su residencia.
El abogado de la Fundación de Madres de Plaza de Mayo, Eduardo Barcesat, explicó en Radio 10 que el departamento fue comprado con fondos de la Fundación Sueños Compartidos para evitar los viajes de Hebe de Bonafini a La Plata, en donde tiene su casa.
"Esto es gravísimo, porque el departamento tendría que estar a nombre de la Fundación. Nosotros vamos a pedirle al juez que designe como depositaria judicial a Bonafini”, indicó.
 El 30 de mayo pasado, cuando Sergio Schoklender visitó los estudios de C5N, dio otra versión de los hechos. Según indicó, él había comprado el departamento de Hipólito Yrigoyen con "fondos propios" para cedérselo luego a Bonafini. Sin embargo, la donación nunca se concretó y en los papeles Schoklender continúa figurando como dueño de la propiedad.

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