El equipo de J.J. López perdió con Lanús en el Monumental y, como Olimpo venció a Quilmes en el Centenario, quedó condenado al repechaje. No ganó en las últimas siete fechas y ahora deberá validar su lugar en Primera ante Belgrano de Córdoba. Por su parte, "El Lobo" y "El Globo" se enfrentarán en una final para definir quién va a la otra "Promo" y quién desciende directo. Un final de campeonato nunca visto
Crédito foto: DyN
River no puede más con sí mismo. La de hoy fue otra batalla perdida, porque aún dependía parcialmente de su suerte y quedó condenado después de no saber ganarle a Lanús en el Monumental y porque, encima, ocurrió lo peor y Olimpo dio una muestra de guapeza en el Centenario, donde venció a Quilmes.
Los nombres de sus rivales en el sprint final hacia esta Promoción que ya es una realidad hablan de la crisis del club "millonario", iniciada en la gestión Aguilar y apenas enderezada, no lo suficiente, en la Era Passarella. Todo el respeto hacia Olimpo, Tigre, All Boys y los que siguen, pero River hoy sufre porque no está a la altura de su propia historia.
Que es la historia de La Máquina, del dream team de Ramón Díaz, de la época de bonanza que le valió el mote de "millonarios" y de tantos otros. Y también, por qué no, la de los 18 años sin salir campeón. Pero nada como esto. Nada como este inédito y nefasto capítulo negro, que se puede extender más todavía (sí, es posible) si pierde la Promoción con Belgrano.
En principio, el primer choque será en Córdoba, el próximo miércoles en horario a confirmar. La revancha, el domingo en el Monumental. El equipo de Juan José López tendrá ventaja deportiva y por lo tanto "El Pirata", de gran recta final enla B Nacional, deberá sacarle una diferencia mínima en el global para dar el golpe más grande en la historia del fútbol argentino.
En el Olimpo, literalmente
El elenco de Omar De Felippe dio otra muestra de carácter: confirmó su lugar en Primera al derrotar por 1 a 0 a Quilmes, que todavía en la previa conservaba una chance de salvarse del descenso directo. Olimpo, el equipo que mereció vencer a River en Bahía, tuvo su premio hoy.
Quizá no mereció llevarse los tres puntos del Centenario, donde se pasó todo el segundo tiempo resistiendo prácticamente en el área chica. La casualidad quiso que ante la salida por lesión del arquero titular, Laureano Tombolini, ingresara quien se convertiría en la figura absoluta del encuentro, Matías Ibáñez. Así se salvó de todo.
Para el resto, emoción hasta el final
En los restantes tres partidos que se jugaban en simultáneo hubo tensión hasta el último suspiro. Cuando Tigre perdía en La Paternal con Argentinos, un gol de River bastaba para condenarlo ala Promoción (Olimpo ya ganaba en el sur bonaerense). Pero los de Diego Cagna no tardaron en empatar y a partir de ese momento podían quedar sentenciados, como máximo, a un triangular para evitar el repechaje. Fue, quizá, la única excepción.
En cuanto a los descensos directos, la mayor de las emociones. Gimnasia le dio dos golpes a Boca en los primeros 12 minutos de juego, pero no tuvo inteligencia para cerrarlo y lo pagó carísimo: dos goles de Christian Cellay (el segundo en el tercer minuto de descuento), justamente un ex Estudiantes y Huracán, lo obligan ahora a un desempate con "El Globo", que ya estaba condenado con una aplastante derrota ante Independiente por 5 a1. ¿Alguna vez vio algo así?
Los nombres de sus rivales en el sprint final hacia esta Promoción que ya es una realidad hablan de la crisis del club "millonario", iniciada en la gestión Aguilar y apenas enderezada, no lo suficiente, en la Era Passarella. Todo el respeto hacia Olimpo, Tigre, All Boys y los que siguen, pero River hoy sufre porque no está a la altura de su propia historia.
Que es la historia de La Máquina, del dream team de Ramón Díaz, de la época de bonanza que le valió el mote de "millonarios" y de tantos otros. Y también, por qué no, la de los 18 años sin salir campeón. Pero nada como esto. Nada como este inédito y nefasto capítulo negro, que se puede extender más todavía (sí, es posible) si pierde la Promoción con Belgrano.
En principio, el primer choque será en Córdoba, el próximo miércoles en horario a confirmar. La revancha, el domingo en el Monumental. El equipo de Juan José López tendrá ventaja deportiva y por lo tanto "El Pirata", de gran recta final enla B Nacional, deberá sacarle una diferencia mínima en el global para dar el golpe más grande en la historia del fútbol argentino.
En el Olimpo, literalmente
El elenco de Omar De Felippe dio otra muestra de carácter: confirmó su lugar en Primera al derrotar por 1 a 0 a Quilmes, que todavía en la previa conservaba una chance de salvarse del descenso directo. Olimpo, el equipo que mereció vencer a River en Bahía, tuvo su premio hoy.
Quizá no mereció llevarse los tres puntos del Centenario, donde se pasó todo el segundo tiempo resistiendo prácticamente en el área chica. La casualidad quiso que ante la salida por lesión del arquero titular, Laureano Tombolini, ingresara quien se convertiría en la figura absoluta del encuentro, Matías Ibáñez. Así se salvó de todo.
Para el resto, emoción hasta el final
En los restantes tres partidos que se jugaban en simultáneo hubo tensión hasta el último suspiro. Cuando Tigre perdía en La Paternal con Argentinos, un gol de River bastaba para condenarlo ala Promoción (Olimpo ya ganaba en el sur bonaerense). Pero los de Diego Cagna no tardaron en empatar y a partir de ese momento podían quedar sentenciados, como máximo, a un triangular para evitar el repechaje. Fue, quizá, la única excepción.
En cuanto a los descensos directos, la mayor de las emociones. Gimnasia le dio dos golpes a Boca en los primeros 12 minutos de juego, pero no tuvo inteligencia para cerrarlo y lo pagó carísimo: dos goles de Christian Cellay (el segundo en el tercer minuto de descuento), justamente un ex Estudiantes y Huracán, lo obligan ahora a un desempate con "El Globo", que ya estaba condenado con una aplastante derrota ante Independiente por 5 a1. ¿Alguna vez vio algo así?
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