Intentó imponer su lista de diputados nacionales, pero como varios de sus colegas, chocó con Cristina Kirchner, quien se empecinó en colocar a dos ex legisladores que recibieron a Kirchner cuando empezó a recorrer el país. “Coki” habría discutido fuerte con Máximo y Zannini llegó a buscar otro candidato. Crisis en el PJ chaqueño.
Lejos de la sintonía que supo tener con Cristina Kirchner, por la que se especuló que podría ser su compañero de fórmula, Jorge Capitanich está ahora enfrentado a la Casa Rosada, disconforme por la lista de diputados nacionales impuesta por la presidenta. Fue el tema el que lo obligó a asistir de urgencia a la Casa Rosada la semana anterior al cierre de listas, cuando abundaban rumores que lo ubicaban como compañero de fórmula de Cristina.
Además de reunirse con Florencio Randazzo y Juan Manuel Abal Medina, quien habría tenido la misión de bajarle a Capitanich su lista de diputados sería Máximo Kirchner. El diálogo, según fuentes cercanas al gobierno y al propio gobernador, fue en duros términos y hasta con amagues de agresiones.
En medio de esas discusiones cuando el gobernador volvió a su provincia y ratificó que iría por la reelección. Lejos de ser considerado para una fórmula presidencial, en el despacho del secretario legal y técnico Carlos Zannini, mano derecha de la presidenta, llegaron a evaluar a otros candidatos a gobernador para pegarle la boleta de diputados que rechazaba Coki.
Pero Capitanich terminó cediendo a esa nómina, amenazado con represalias en el envío de fondos. Como quería Cristina, los elegidos son los ex diputados José Mongeló y Gladys Soto; y Emilio Goya presidente de la Comisión Provincial por la Memoria y sin chances de ingresar.
Mongeló y Soto acompañaron a Néstor Kirchner cuando iniciaba sus sueños presidenciales, antecedente que alcanzó para conmover a Cristina. Como con el senador pampeano Carlos Verna, la presidenta demostró una vez más estar dispuesta a romper con un gobernador a cambio de sumar legisladores afines.
Tanto ímpetu puso en ese tema que hasta instruyó a Capitanich a que rompiera las negociaciones que había iniciado con Moyano para sumar a sindicalista en el tercer lugar, aun cuando en ese escalón no tuviera posibilidad de llegar al Congreso.
Los elegidos son resistidos por todo el peronismo chaqueño, que ya comenzó a mirar de reojo la estrecha relación de Capitanich con la presidenta. Sobre todos quienes lo apoyaron en la interna que libró en abril con el senador Fabio Biancalari, en la que triunfó con un 90% de los votos.
A Moguelo y Soto se les recrimina su pasado y su presente. La ex diputada quedó en la mira del PJ chaqueño hace tres años cuando su hijo fue detenido varias veces, involucrado en causas penales por robos, agresiones y una hasta por una tentativa de homicidio.
Soto no dudó nunca en defenderlo. Es por eso que con una banca casi asegurada, los directivos de la policía chaqueña ya avisaron que estarían dispuestos a reaccionar públicamente si usara su influencias con el Gobierno nacional para defender a su hijo.
Sobre Moguelo no hay mejores referencias. Algunas versiones lo señalan como dueño de una camioneta hallada en 12 kilos de marihuana a fines de 2010, pero el candidato lo negó cuantas veces pudo. Pero sólo en la Casa Rosada piden por él.
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