Es por el cobro de cheques impagos a sus proveedores. Además hay cinco pedidos de quiebra en diversos juzgados en la Justicia Comercial. Aún hay más deudas, por lo que la cifra de demandas podría crecer
Crédito foto: DyN
Actualmente, los juicios que deberá afrontar la Fundación Madres de Plaza de Mayo serían por alrededor de 3 millones de pesos. Los juicios están dirigidos contra la fundación y no contra la persona Hebe de Bonafini o Sergio Schoklender, aunque la firma del ex apoderado de la organización aparecía en la mayoría de los cheques impagos.
Las partes reclamantes son empresas involucradas de alguna manera con la construcción de viviendas que hacían las Madres. Quienes ya iniciaron juicio, por ejemplo, son Barmetal (ventanas), M y C Los Primos SRL (corralón de materiales), Abrafer S.A. (ferretería), El Español (transporte de materiales) y Readymix Argentina S.A. (cementera), entre otras.
En el caso de Los Primos, por ejemplo, la deuda asciende a 1,2 millones; Abrafer, poco más de un millón; y El Español, unos 600 mil. Pero no sólo hay juicios ejecutivos sino también pedidos de quiebra de la fundación, a los que se sumaron las firmas Vadex S.A. y Pavisur.
Si un juez llegara a decretar la quiebra de la fundación, la Justicia, a través de un síndico, pasaría a administrar sus bienes para ordenar el pago a los acreedores. De esa manera podrían llegar a rematarse sus bienes, embargar sus cuentas bancarias y administrar sus créditos. Otra variante es que la fundación pida su concurso de acreedores
Las partes reclamantes son empresas involucradas de alguna manera con la construcción de viviendas que hacían las Madres. Quienes ya iniciaron juicio, por ejemplo, son Barmetal (ventanas), M y C Los Primos SRL (corralón de materiales), Abrafer S.A. (ferretería), El Español (transporte de materiales) y Readymix Argentina S.A. (cementera), entre otras.
En el caso de Los Primos, por ejemplo, la deuda asciende a 1,2 millones; Abrafer, poco más de un millón; y El Español, unos 600 mil. Pero no sólo hay juicios ejecutivos sino también pedidos de quiebra de la fundación, a los que se sumaron las firmas Vadex S.A. y Pavisur.
Si un juez llegara a decretar la quiebra de la fundación, la Justicia, a través de un síndico, pasaría a administrar sus bienes para ordenar el pago a los acreedores. De esa manera podrían llegar a rematarse sus bienes, embargar sus cuentas bancarias y administrar sus créditos. Otra variante es que la fundación pida su concurso de acreedores
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