Para darle un broche de oro al papelón en las urnas del 23 de octubre, el radicalismo vivió ayer en Vicente López una bochornosa primera jornada de la Convención Nacional, que tiene el objetivo de discutir el futuro del partido y tratar de reformar la carta orgánica para permitir la elección de autoridades por voto directo. Pero ayer casi terminó convirtiéndose en una velada boxística en la que la pelea de fondo pudo haber sido entre el senador jujeño Gerardo Morales y el bonaerense Leopoldo Moreau, quienes estuvieron a punto de tomarse a golpes de puño.
En el encuentro de los 260 convencionales de la UCR, un sector interno del partido acusó al de Ricardo Alfonsín por la alianza con Francisco de Narváez en la pasada elección. “Reconozco el error y lo asumo. Y los errores se reparan, por eso voy a seguir recorriendo el país para trabajar por la UCR”, dijo ayer Alfonsín en Vicente López. La intención del alfonsinismo, que hasta ahora viene imponiendo su mayoría, es lograr que Juan Manuel Casella sea quien conduzca el Comité Nacional durante un año “de transición” en el que se definirían los cambios en el método de elección de autoridades.
Moreau, en cambio, dijo que “hoy por hoy”, el radicalismo no cuenta con “ningún dirigente que tenga las espaldas lo suficientemente anchas” como para conducir a la UCR y abogó para que se designe “una conducción colectiva” del partido hasta que se reforme la carta orgánica.
Por su parte, Morales sostuvo que “hay consenso en casi todos los sectores” para llevar adelante esa reforma y expresó su optimismo en que se logrará “una conducción de consenso” para suceder al titular del partido, Ernesto Sanz.
Entre los candidatos a suceder a Sanz, además de Casella, figuran la diputada nacional Sandra Rioboó, avalada por el cobismo, y el intendente de Santa Fe, Mario Barletta, quien recibió esta semana un guiño del actual titular del partido.
Ayer, hubo momentos de extrema tensión en la tarde de ayer. Uno de ellos fue cuando ingresaron al recinto los alfonsinistas Angel Rozas, Ricardo Gil Lavedra y Morales, quienes fueron recibidos por la Juventud Radical con el cántico “con la derecha no pactamos nunca más”.
Más tarde hubo un cruce de palabras que derivó en una fuerte discusión entre Moreau y Morales. El primero tuvo un duro discurso contra el pacto electoral con De Narváez, mientras el segundo le recordó al bonaerense que cuando él fue candidato presidencial en 2003 sólo obtuvo el 3% de los votos. Moreau lo insultó y quiso responder con un empujón. Sin embargo, los militantes llegaron a separarlos y el hecho no pasó a mayores.
De Narváez intenta frenar el éxodo
El excandidato a gobernador Francisco de Narváez encabezó ayer un plenario de su sector en Bahía Blanca con dirigentes de la Sexta Sección Electoral, donde dos de sus referentes -los diputados provinciales Jorge Srodek y Verónica Couly- abandonaron el bloque Unión Celeste y Blanco para pasarse al macrismo y formar parte de la bancada del Pro Peronismo en alianza con el duhaldismo. La anfitriona del encuentro fue la senadora electa en octubre, Nidia Moirano, del denarvaísmo bahiense.
En el encuentro de los 260 convencionales de la UCR, un sector interno del partido acusó al de Ricardo Alfonsín por la alianza con Francisco de Narváez en la pasada elección. “Reconozco el error y lo asumo. Y los errores se reparan, por eso voy a seguir recorriendo el país para trabajar por la UCR”, dijo ayer Alfonsín en Vicente López. La intención del alfonsinismo, que hasta ahora viene imponiendo su mayoría, es lograr que Juan Manuel Casella sea quien conduzca el Comité Nacional durante un año “de transición” en el que se definirían los cambios en el método de elección de autoridades.
Moreau, en cambio, dijo que “hoy por hoy”, el radicalismo no cuenta con “ningún dirigente que tenga las espaldas lo suficientemente anchas” como para conducir a la UCR y abogó para que se designe “una conducción colectiva” del partido hasta que se reforme la carta orgánica.
Por su parte, Morales sostuvo que “hay consenso en casi todos los sectores” para llevar adelante esa reforma y expresó su optimismo en que se logrará “una conducción de consenso” para suceder al titular del partido, Ernesto Sanz.
Entre los candidatos a suceder a Sanz, además de Casella, figuran la diputada nacional Sandra Rioboó, avalada por el cobismo, y el intendente de Santa Fe, Mario Barletta, quien recibió esta semana un guiño del actual titular del partido.
Ayer, hubo momentos de extrema tensión en la tarde de ayer. Uno de ellos fue cuando ingresaron al recinto los alfonsinistas Angel Rozas, Ricardo Gil Lavedra y Morales, quienes fueron recibidos por la Juventud Radical con el cántico “con la derecha no pactamos nunca más”.
Más tarde hubo un cruce de palabras que derivó en una fuerte discusión entre Moreau y Morales. El primero tuvo un duro discurso contra el pacto electoral con De Narváez, mientras el segundo le recordó al bonaerense que cuando él fue candidato presidencial en 2003 sólo obtuvo el 3% de los votos. Moreau lo insultó y quiso responder con un empujón. Sin embargo, los militantes llegaron a separarlos y el hecho no pasó a mayores.
De Narváez intenta frenar el éxodo
El excandidato a gobernador Francisco de Narváez encabezó ayer un plenario de su sector en Bahía Blanca con dirigentes de la Sexta Sección Electoral, donde dos de sus referentes -los diputados provinciales Jorge Srodek y Verónica Couly- abandonaron el bloque Unión Celeste y Blanco para pasarse al macrismo y formar parte de la bancada del Pro Peronismo en alianza con el duhaldismo. La anfitriona del encuentro fue la senadora electa en octubre, Nidia Moirano, del denarvaísmo bahiense.
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