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"Es toda una exageración" y "no pasó nada", fueron las palabras que utilizó el dirigente bonaerense al ser consultado sobre el áspero intercambio que mantuvo con el jefe del bloque de senadores radicales, el alfonsinista Gerardo Morales, en medio de la acalorada discusión entre sectores enfrentados que tuvo lugar en el Centro Asturiano de Vicente López.
En declaraciones a radio Mitre, Moreau quitó dramatismo a los cruces entre la dirigencia: "Las convenciones son siempre apasionadas, ardientes, propias de un partido que tiene vida. Esto demuestra que el radicalismo tiene vida", repitió.
El veterano político sostuvo que el de ayer fue "un debate que nos debíamos, hacía mucho tiempo que en el radicalismo no había debate político y por eso no había política".
"Y la ausencia de esa política, a nuestro juicio derivada de un anti-kirchnerismo bobo -por oponerse al Gobierno en muchos casos-, descolocó al radicalismo, que es un partido nacional, popular y progresista respecto a su línea histórica", advirtió.
Moreau enfatizó que esos fueron "los errores que deslizaron al partido a la situación en la que se ve hoy involucrado".
Al volver al clima enrarecido en el que se desarrolló el encuentro partidario de ayer, el dirigente admitió que "es cierto que en algún momento se elevó la voz, etcétera, pero en una asamblea de 300, 400 congresales es absolutamente natural y normal".
"Yo lo que hice fue un planteo político referido a la necesidad de que el radicalismo" recupere su rol histórico, subrayó y comentó que lo que hizo personalmente fue señalar "las contradicciones en las que incurrió en los últimos años la conducción del partido; los errores de carácter estratégico y conceptual".
En declaraciones a radio Mitre, Moreau quitó dramatismo a los cruces entre la dirigencia: "Las convenciones son siempre apasionadas, ardientes, propias de un partido que tiene vida. Esto demuestra que el radicalismo tiene vida", repitió.
El veterano político sostuvo que el de ayer fue "un debate que nos debíamos, hacía mucho tiempo que en el radicalismo no había debate político y por eso no había política".
"Y la ausencia de esa política, a nuestro juicio derivada de un anti-kirchnerismo bobo -por oponerse al Gobierno en muchos casos-, descolocó al radicalismo, que es un partido nacional, popular y progresista respecto a su línea histórica", advirtió.
Moreau enfatizó que esos fueron "los errores que deslizaron al partido a la situación en la que se ve hoy involucrado".
Al volver al clima enrarecido en el que se desarrolló el encuentro partidario de ayer, el dirigente admitió que "es cierto que en algún momento se elevó la voz, etcétera, pero en una asamblea de 300, 400 congresales es absolutamente natural y normal".
"Yo lo que hice fue un planteo político referido a la necesidad de que el radicalismo" recupere su rol histórico, subrayó y comentó que lo que hizo personalmente fue señalar "las contradicciones en las que incurrió en los últimos años la conducción del partido; los errores de carácter estratégico y conceptual".
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