El líder del FAP y ex candidato a presdidente de la Nación, Hermes Binner, negó un entendimiento con el kirchnerismo de cara al próximo período constitucional y aseguró que, a partir del 10 de diciembre, el oficialismo “no necesita de ningún acuerdo o guiño y nosotros” tampoco
Un día después del gesto del oficialismo para que la vicepresidencia tercera de la Cámara de Diputados quedara en manos del FAP, el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, salió a rechazar una vez más las especulaciones sobre un acuerdo entre el kirchnerismo y el espacio que encabeza el dirigente socialista.
“Esto se desmiente con la cantidad de votos que (el FpV) tiene asegurada, al contar con la mayoría en la Cámara de Diputados. No necesita de ningún acuerdo ni de ningún guiño; ni ellos ni nosotros”, dijo el ex candidato presidencial y máximo referente político del FAP para despejar dudas sobre el posible acuerdo con el oficialismo.
Binner aseguró que “se valora la actitud que siempre ha tenido el socialismo de apoyar y aportar con ideas todo aquello que sea bueno y presentar proyectos diferentes por aquello que no compartimos” y ratificó que “vamos a seguir siempre en la misma línea”.
Desde el oficialismo parlamentario, en cambio, desestimaron las versiones y sólo ratificaron la postura que el FpV asumió el martes en el recinto. Allí, el jefe de la bancada, Agustín Rossi, dijo que hubieran preferido que los distintos bloques opositores acordaran una misma postulación, aunque frente a la disputa y paridad de bancas de cada interbloque opositor, el oficialismo se inclinaba por “respetar la voluntad popular” y apoyar al FAP, que salió segundo en las presidenciales de octubre. Mientras que los rejuntados federales fueron a los comicios con tres fórmulas presidenciales diferentes.
La consagración de la socialista Alicia Ciciliani como vice tercera de la Cámara baja fue respaldada –además de los 23 diputados del interbloque FAP– por los K y la UCR, mientras que las abstenciones de la CC y los peronistas alineados con Felipe Solá también les restaron respaldo a los federales. En cambio, el ahora bloque del Frente Peronista (21 legisladores que responden a los hermanos Rodríguez Saá, el duhaldismo y a Francisco de Narváez) y su interbloque (que incluye a los monobloques de Graciela Ocaña y la dirigente piquetera del MIJD Ramona Puchetta), postularon al denarvaísta Gustavo Ferrari. Al que también apoyaron el PRO, la ex CC Patricia Bullrich y los peronistas cordobeses.
Los macristas fueron los que se mostraron más disgustados con el resultado. “Hay un nuevo Grupo A en la Cámara de Diputados. Lo integran la UCR, el FpV y el FAP. Se trata de una nueva traición al voto popular. Esto nos muestra lo que serán los próximos dos años legislativos: una avalancha de progresismo populista”, afirmó después el diputado PRO Julián Obiglio.
“Esto se desmiente con la cantidad de votos que (el FpV) tiene asegurada, al contar con la mayoría en la Cámara de Diputados. No necesita de ningún acuerdo ni de ningún guiño; ni ellos ni nosotros”, dijo el ex candidato presidencial y máximo referente político del FAP para despejar dudas sobre el posible acuerdo con el oficialismo.
Binner aseguró que “se valora la actitud que siempre ha tenido el socialismo de apoyar y aportar con ideas todo aquello que sea bueno y presentar proyectos diferentes por aquello que no compartimos” y ratificó que “vamos a seguir siempre en la misma línea”.
Desde el oficialismo parlamentario, en cambio, desestimaron las versiones y sólo ratificaron la postura que el FpV asumió el martes en el recinto. Allí, el jefe de la bancada, Agustín Rossi, dijo que hubieran preferido que los distintos bloques opositores acordaran una misma postulación, aunque frente a la disputa y paridad de bancas de cada interbloque opositor, el oficialismo se inclinaba por “respetar la voluntad popular” y apoyar al FAP, que salió segundo en las presidenciales de octubre. Mientras que los rejuntados federales fueron a los comicios con tres fórmulas presidenciales diferentes.
La consagración de la socialista Alicia Ciciliani como vice tercera de la Cámara baja fue respaldada –además de los 23 diputados del interbloque FAP– por los K y la UCR, mientras que las abstenciones de la CC y los peronistas alineados con Felipe Solá también les restaron respaldo a los federales. En cambio, el ahora bloque del Frente Peronista (21 legisladores que responden a los hermanos Rodríguez Saá, el duhaldismo y a Francisco de Narváez) y su interbloque (que incluye a los monobloques de Graciela Ocaña y la dirigente piquetera del MIJD Ramona Puchetta), postularon al denarvaísta Gustavo Ferrari. Al que también apoyaron el PRO, la ex CC Patricia Bullrich y los peronistas cordobeses.
Los macristas fueron los que se mostraron más disgustados con el resultado. “Hay un nuevo Grupo A en la Cámara de Diputados. Lo integran la UCR, el FpV y el FAP. Se trata de una nueva traición al voto popular. Esto nos muestra lo que serán los próximos dos años legislativos: una avalancha de progresismo populista”, afirmó después el diputado PRO Julián Obiglio.
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