La presidenta se reunió con Domínguez, Rossi y otros diputados de la bancada oficialista para afinar números. Necesita garantizar el quórum y los votos para las tres leyes que envió el Senado. El santafesino evaluaba hacer cambios y devolverlo a la Cámara alta. Analizaron un texto que envió Lorenzetti con duras críticas al proyecto.
Cristina Kirchner recibió el lunes por la noche a las autoridades del bloque oficialista de diputados para evaluar en qué condiciones está para el miércoles, cuando pretende sancionar las tres leyes más importantes de la reforma judicial.
Acompañada por Carlos Zannini, Cristina recibió al presidente de la Cámara, Julián Domínguez, y varios diputados del oficialismo para hacer el conteo de los votos a favor y en contra de la reforma judicial que se tratará en el recinto el próximo miércoles.
En el despacho de Zannini y con la presencia del secretario de Justicia, Julián Alvarez, estuvieron presentes también Agustín Rossi, titular del bloque del Frente para la Victoria, Diana Conti y Juan Carlos Landau, entre otros.
Uno de los rumores en Diputados era que para convencer a los tres diputados del Movimiento Popular Neuquino había que hacer cambios. Si eso ocurre, el texto volvería al Senado.
Es por eso que una de las versiones que circuló durante la tarde del lunes es que para garantizarse la aprobación podrían aceptar cambios y devolver el texto al Senado. Con un agravante: la manifestación convocada por la oposición puede complicar la sesión y nada indica que si el debate tiene otro capítulo no se repita.
Otro tema que se discutió ayer fue un mensaje que el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, le hizo llegar a Domínguez con duras críticas al proyecto. El texto fue elaborado por la Junta de Presidentes de Cámaras Federales de Apelaciones y le apunta a la modificación del Consejo de la Magistratura y al "vaciamiento" del máximo tribunal.
Según publicó el martes La Nación, los camaristas federales consideran que la reforma del Consejo producirá un "vaciamiento" de la Corte Suprema y su debilitamiento como cabeza del Poder Judicial. Sobre ese punto, sostienen que se priva a la Corte de toda facultad de administración y de superintendencia, por lo cual no tendrá el manejo de recursos presupuestarios ni del personal ni de los contratos.
Finalmente, la nota elaborada por los 24 presidentes de todas las Cámaras Federales de Apelaciones -sólo se negó a firmar la camarista María Laura Garrigós de Rébori, del movimiento Justicia Legítima- cuestiona que el nuevo Consejo podrá remover jueces con mayoría simple.
Más allá de las críticas puntuales, la nota de los camaristas deja en claro que la reforma del Gobierno tendrá muchas posibilidades de ser declarada inconstitucional en los Tribunales.
En el despacho de Zannini y con la presencia del secretario de Justicia, Julián Alvarez, estuvieron presentes también Agustín Rossi, titular del bloque del Frente para la Victoria, Diana Conti y Juan Carlos Landau, entre otros.
Uno de los rumores en Diputados era que para convencer a los tres diputados del Movimiento Popular Neuquino había que hacer cambios. Si eso ocurre, el texto volvería al Senado.
Es por eso que una de las versiones que circuló durante la tarde del lunes es que para garantizarse la aprobación podrían aceptar cambios y devolver el texto al Senado. Con un agravante: la manifestación convocada por la oposición puede complicar la sesión y nada indica que si el debate tiene otro capítulo no se repita.
Otro tema que se discutió ayer fue un mensaje que el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, le hizo llegar a Domínguez con duras críticas al proyecto. El texto fue elaborado por la Junta de Presidentes de Cámaras Federales de Apelaciones y le apunta a la modificación del Consejo de la Magistratura y al "vaciamiento" del máximo tribunal.
Según publicó el martes La Nación, los camaristas federales consideran que la reforma del Consejo producirá un "vaciamiento" de la Corte Suprema y su debilitamiento como cabeza del Poder Judicial. Sobre ese punto, sostienen que se priva a la Corte de toda facultad de administración y de superintendencia, por lo cual no tendrá el manejo de recursos presupuestarios ni del personal ni de los contratos.
Finalmente, la nota elaborada por los 24 presidentes de todas las Cámaras Federales de Apelaciones -sólo se negó a firmar la camarista María Laura Garrigós de Rébori, del movimiento Justicia Legítima- cuestiona que el nuevo Consejo podrá remover jueces con mayoría simple.
Más allá de las críticas puntuales, la nota de los camaristas deja en claro que la reforma del Gobierno tendrá muchas posibilidades de ser declarada inconstitucional en los Tribunales.
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