Ampliado, el Consejo del PJ se reunió en La Matanza con la premisa de mantener las puerta abiertas, ser una red de contención y evitar más fugas. Silencio sobre las candidaturas
En el peronismo crece la preocupación, y hay unanimidad en la postura de abrir el partido, evitar “limarnos entre nosotros”, e incluso esquivar críticas a posibles presidenciables del Frente para la Victoria más allá de las preferencias. En definitiva, pragmatismo peronista en estado puro, leudado cada vez que aparecen opciones electorales que puedan poner en riesgo la hegemonía.
El presidente del Partido Justicialista bonaerense, Fernando Espinoza, convocó al Consejo, pero invitó además a los titulares del Senado, Gabriel Mariotto, y de Diputados, Horacio González, a legisladores nacionales y provinciales, y a intendentes. Era obvio (y el propio alcalde de La Matanza lo aclaró en el inicio de la reunión), que allí no se iban a dirimir los cargos partidarios, aún sin distribuir.
El objetivo, que comenzó a plasmarse en el plenario de Santa Teresita en febrero y se replicará en cada sección electoral a lo largo de este año, es tener el partido abierto y brindar una red de contención para evitar fugas apresuradas. Los más optimistas creen que “habrá retornos”.
El ex legislador Angel Aisa graficó la intención de la nueva conducción partidaria. “El partido tiene que tener las puertas abiertas, estas reuniones van a ser constantes, y el que tenga ganas de putear que venga acá, los peronistas tenemos que tener siempre este espacio disponible para dirimir nuestras diferencias sin afectar al partido”, le dijo a La Tecla. Espinoza abrió el plenario con una arenga en esa dirección.
Cuando los mozos sirvieron las empanadas de entrada, el titular del partido ya había habilitado el pase del micrófono para que hablara quien quisiera. Iba a ser uno por sección electoral. Fueron más y el cónclave se extendió hasta las 3 y media de la mañana, largo rato después de haber degustado las achuras, el asado y el helado.
El diputado de La Cámpora César Valicenti hizo una encendida defensa del kirchnerismo, y no faltaron respuestas cordiales pero directas de las posturas más ortodoxas. “Yo voy a estar, como siempre en el peronismo, sea quien sea el candidato, y no nos olvidemos de que el peronismo fue antes que el kirchnerismo”, se le escuchó decir al intendente de Roque Pérez, Juan Carlos Gasparini. Y remató con una frase de Perón muy escuchada por estos días: “Cuando un compañero empieza a hablar mal de otro compañero es porque se está yendo”.
Por supuesto, la reunión tuvo su capítulo Sergio Massa. Hubo coincidencia en tomarlo como un adversario, y no faltaron las comparaciones con el resto de la oposición. “Es más de lo mismo entre los que nos critican, pero nosotros sabemos que no hay soluciones mágicas”, se dijo.
Casi un centenar de dirigentes debatieron en el quincho del Club Huracán de San Justo, y muchos de ellos tuvieron la posibilidad de hablar. Sin embargo, uno de los conceptos más duros hacia el massismo, sin nombrarlo, lo expresó el propio presidente del PJ. “Con un justicialismo unido estoy seguro de que no puede hacer nada un partido político provincial chico, o mediano, que enfrente a un partido nacional como es el Justicialismo”, disparó.
Incluso exaltó a otros armados. “Hoy vemos con beneplácito que haya un frente entre el radicalismo y otros sectores de la izquierda; y un partido de la derecha que puede ser Mauricio Macri o algún otro sector. Con esos tres o cuatro partidos nosotros tenemos que pensar la Argentina que viene, y estoy seguro de que el próximo presidente va a ser peronista y el próximo gobernador, también”, dijo.
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