El jefe comunal de Villa Gesell decidió abandonar la intendencia dos años antes de finalizar el mandato para asumir un cargo en el Ministerio del Interior. Detrás queda una estela de sospechas, causas judiciales
y varias peleas. Qué dicen desde la oposición
y varias peleas. Qué dicen desde la oposición
Desde diciembre de 2013, cuando el Frente para la Victoria pasó a ser minoría en el deliberativo, se acrecentaron los problemas para este médico que llegó a la intendencia en 2007, después de ocupar dos años una banca en el Senado provincial. Ya no estaba el paraguas del legislativo local, y las sospechas de que podían prosperar algunas investigaciones judiciales en curso pusieron al intendente en la línea de fuego. Nadie está seguro en Gesell de que el alcalde pudiera terminar su mandato sin una interpelación, o incluso una suspensión o remoción.
Ya le hizo morder el polvo de la derrota el Concejo cuando le negó la licencia y exigió la renuncia para permitirle el desembarco en el gabinete nacional. Al frente de la intendencia quedó Gustavo Barrera, quien tendrá una ardua tarea para ordenar varias áreas administrativas y tratar de cumplir con muchas obras prometidas que brillan por su ausencia.
“Nosotros queremos que estos dos años de transición sean de un buen andar para los vecinos, y en el 2015 ir directamente por la intendencia. Ahora, con su sucesor, esperemos que la administración cambie. Nosotros le dijimos que íbamos a acompañarlo siempre y cuando proponga lo mejor para Villa Gesell”, dice a La Tecla el presidente del HCD, el radical Jorge Martínez Salas. “La deficitaria gestión del mandatario municipal afectó al municipio en distintas áreas”, subraya el edil.
Antes de irse, Rodríguez Erneta decretó la emergencia económica y recibió duras críticas de la oposición. Se defendió acusando a Martínez Salas de ser uno de los principales evasores. La guerra estaba declarada desde antes de los comicios, donde se impuso el FPCyS, pero las principales batallas comenzarían a librarse a partir de la apertura de sesiones del Concejo, que Erneta no hizo y encabezó su sucesor.
Desde la oposición se remarca el apuro del intendente por abandonar el barco y recluirse en una oficina en Buenos Aires. En el camino quedaron pomposos anuncios de obras nunca concretadas, pese a contar con simpatías claras en la Rosada (como la de Julio de Vido, además de Randazzo); sospechas de negociados y de participación en empresas off shore; muchos problemas de convivencia política con la oposición; una ciudad que se pobló de asentamientos y experimentó un crecimiento de la inseguridad; discutidos aumentos de tasas y hasta duros cruces con la Justicia, que le sacó varios fallos en contra.
A pocos días de haber asumido en diciembre de 2007, el médico declaró la emergencia económica del municipio, a pesar de que la deuda consolidada era menor que el 10 por ciento del presupuesto. La medida le permitió desprenderse de unos 200 empleados municipales, pero poco tiempo después otras 200 personas pasaron a formar parte del personal municipal.
Entre los grandes anuncios realizados por el ex intendente está la construcción de viviendas. Se prometieron 346 casas, cuyo llamado a licitación se hizo en febrero de 2009, pero al final del período Erneta fueron entregadas menos de cien. Tampoco se pudo finalizar el hospital Materno Infantil prometido (cuya obra comenzó pero quedó frenada), ni la nueva terminal de ómnibus, ni el centro de convenciones. Otro anuncio grandilocuente, como la réplica de la Iglesia de la Natividad, también quedó en el listado de las promesas olvidadas. Es cierto que a veces el Gobierno nacional no correspondió otros pedidos del alcalde.
En el haber cuentan extensos tendidos en las redes de cloacas y de gas, el acceso sur remodelado y la renovación de la plaza Primera Junta, entre otras obras de menor envergadura.
En 2010, quizá el año más próspero en la obra pública para el distrito, el Ejecutivo contrató los servicios de la empresa GMS, para cobrar las moras en las tasas municipales. El convenio desató un escándalo, como también lo fueron las contrataciones realizadas a empresas como Sopay SA y Madaky SA. Por la falta de información suministrada al Concejo acerca de las contrataciones con estas dos firmas, el ex jefe comunal también quedó involucrado en una denuncia del ex fiscal anticorrupción, Manuel Garrido, quien, junto a los ediles radicales, pidió que se investigue una posible comisión de delito por parte de Rodríguez Erneta, el secretario de Planeamiento y el jefe de Compras.
El permiso otorgado a una compañía para construir un complejo en la playa (Emprendimiento Mandalay) fue otro escándalo. El proyecto fue paralizado por la Justicia.
La desaparición de Agostina Sorich sacudió ese año a Gesell. La niña nunca apareció, y se le cuestiona a Erneta haber recibido a la madre de la menor una sola vez.
Las adjudicaciones de los nuevos balnearios en 2011 tampoco estuvieron exentas de sospechas. La ampliación de concesiones y el otorgamiento de las mismas fue otro tema que terminó en la Justicia, aunque los balnearios igual se hicieron.
Ese mismo año se produjo un hecho curioso en el Concejo Deliberante, cuando la oposición cuestionó la falta de boletines oficiales que den cuenta de la gestión municipal. El trasfondo era el contrato que cobraba el abogado Fernando Acebal por asesorar al intendente. Según publica el medio geselino Minuto G, la presidenta del bloque del FpV, Mabel Llompardt, tuvo un sincericidio que bien podría graficar la concepción de la gestión ernetista.
En la campaña electoral de 2011, Fernando Araujo, referente local de Nuevo Encuentro (elegido para la sede regional de Afsca), se acercó a un acto compartido por el intendente con el gobernador Daniel Scioli con un cartel de protesta por “el daño que hace el cemento a las playas”.
La denuncia pública de las concesiones
terminó con Araujo golpeado por una barra que, supuestamente, respondía al jefe comunal. Otra denuncia en camino
de los tribunales. Además hubo otros encuentros pugilísticos entre barras del intendente y seguidores de Nuevo Encuentro en medio de otras discusiones.
La recurrente problemática de la inseguridad movilizó a los vecinos a mediados del año pasado, tras el asesinato de una mujer y una importante ola de robos. Fue en medio de un proceso electoral en el que la nómina de concejales patrocinada por Erneta perdió y, con ello, complicó la relación del Ejecutivo con el Legislativo a partir del cambio en la relación de fuerzas.
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