El consumo de carne en general, sumando la vacuna, la aviar, la porcina, y también el pescado, alcanzó en agosto último a los 125,6 kilos anuales por habitante, por encima de los 122 kilos de 2013, y mantuvo el nivel de récord histórico registrado en julio de este año.
El consumo de carne vacuna por habitante se ubicó entre enero y agosto último en 58,9 kilos anuales, lo que representó la segunda mayor marca de los últimos cinco años, de acuerdo a la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
La cifra acumulada hasta el octavo mes del año fue más alta que los 57,7 kilos de 2010; los 54 kilos de 2011; los 57,5 de 2012, aunque inferior que los 62,5 del año pasado.
Sin embargo, si se toma el consumo de carnes en su conjunto, se ve que lejos de reducirse se incrementó la ingesta de estos productos.
Además, tanto el consumo de carne de pollo como de cerdo y de pescado alcanzaron este año niveles récord.
Así, es posible concluir que no hubo ningún retroceso en el consumo de carne en general en la dieta de los argentinos, sino más bien todo lo contrario.
El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Eduardo Domenech, confirmó a Télam que en agosto el consumo de carne de pollo se mantuvo en el nivel récord alcanzado en julio de unos 45 kilos por habitante y por año, por encima de los 40,5 de 2013 y los 42 de 2012.
En tanto, los números de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) indican que el consumo de carne de cerdo también aumentó de 10 a 12 kilos en el último año.
Por su lado, en el sector pesquero, las cifras dicen que el consumo se ubicó en lo que va de 2014 en 9,7 kilos por habitante, de los 9 de 2013, cuando a su vez aumentó respecto de los 6,8 kilos de 2012.
El consumo de estos cuatro tipos de carne era en 2002 de 88,4 kilos; en tanto que en los '90 promedió los 98,9 kilos anuales por habitante; en los '80 la media alcanzada fue de 99,7 kilos; y en los '70, de 101,7 kilos.
El repunte en el consumo de carnes alternativas a la vacuna resultó fundamental en el aumento de las cantidades promedio que ingiere cada argentino, y fue consecuencia del trabajo realizado en estos últimos años por las distintas áreas del Ministerio de Agricultura, como así también por la Secretaría de Comercio y de las entidades defensoras de los consumidores.
En 2005, el consumo de carne fresca de cerdo, por ejemplo, llegaba a los 2,5 kilogramos per cápita, el año pasado trepó a los 10 kilos y en lo que va de éste ya se ubicó en 12.
El sector aviar también pegó un salto importante en el consumo local, ya que casi duplicó los 24,9 kilos consumidos en 2002, al registrar en los primeros siete meses de 2014, los 45,4 kilos.
En el caso del pescado, entre los '70 y el 2002, su consumo per cápita osciló entre 4 y 4,5 kilos; y ya en 2012 saltó a 6,8 kilos, para volver a aumentar a 9 kilos en 2013, duplicando su media histórica de cuatro décadas, y subir nuevamente a 9,7 este año.
Además, tanto el consumo de carne de pollo como de cerdo y de pescado alcanzaron este año niveles récord.
Así, es posible concluir que no hubo ningún retroceso en el consumo de carne en general en la dieta de los argentinos, sino más bien todo lo contrario.
El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Eduardo Domenech, confirmó a Télam que en agosto el consumo de carne de pollo se mantuvo en el nivel récord alcanzado en julio de unos 45 kilos por habitante y por año, por encima de los 40,5 de 2013 y los 42 de 2012.
En tanto, los números de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) indican que el consumo de carne de cerdo también aumentó de 10 a 12 kilos en el último año.
Por su lado, en el sector pesquero, las cifras dicen que el consumo se ubicó en lo que va de 2014 en 9,7 kilos por habitante, de los 9 de 2013, cuando a su vez aumentó respecto de los 6,8 kilos de 2012.
El consumo de estos cuatro tipos de carne era en 2002 de 88,4 kilos; en tanto que en los '90 promedió los 98,9 kilos anuales por habitante; en los '80 la media alcanzada fue de 99,7 kilos; y en los '70, de 101,7 kilos.
El repunte en el consumo de carnes alternativas a la vacuna resultó fundamental en el aumento de las cantidades promedio que ingiere cada argentino, y fue consecuencia del trabajo realizado en estos últimos años por las distintas áreas del Ministerio de Agricultura, como así también por la Secretaría de Comercio y de las entidades defensoras de los consumidores.
En 2005, el consumo de carne fresca de cerdo, por ejemplo, llegaba a los 2,5 kilogramos per cápita, el año pasado trepó a los 10 kilos y en lo que va de éste ya se ubicó en 12.
El sector aviar también pegó un salto importante en el consumo local, ya que casi duplicó los 24,9 kilos consumidos en 2002, al registrar en los primeros siete meses de 2014, los 45,4 kilos.
En el caso del pescado, entre los '70 y el 2002, su consumo per cápita osciló entre 4 y 4,5 kilos; y ya en 2012 saltó a 6,8 kilos, para volver a aumentar a 9 kilos en 2013, duplicando su media histórica de cuatro décadas, y subir nuevamente a 9,7 este año.
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