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martes, 22 de agosto de 2017

Schmid sumó tensión a la CGT y esperan un gesto del Gobierno para frenar un paro

LPOEl moyanismo condicionó a los dialoguistas, que piden a 
Macri armar una mesa de diálogo. Recelos con la CTA.
Juan Carlos Schmid reavivó la interna sindical durante su discur
so en el acto de plaza de mayo, al anticipar que el 25 de
 septiembre pedirá un paro nacional en la reunión confederal 
de la CGT. 
Con su provocación, Schmid evitó volver a ser víctima de abucheos 
de la izquierda, los movimientos sociales y las dos vertientes de la
 Centra de Trabajadores Argentinos (CTA), con quienes en los 
últimos meses compartió reclamos y manifestaciones.La mayoría 
de sus pares no imaginaba que se atrevería a condicionar el plenario
 del mes próximo, cuando cada gremio deberá decir sin vueltas qué
 piensa del Gobierno y qué propone para conseguir sus objetivos.
Volvió a hacerlo esta tarde. "Hugo Yasky y Pablo Michelli fueron 
críticos del modelo sindical argentino y nosotros siempre lo defen
demos. No sé hasta cuando podemos convivir tanto", admitió ante 
LPO el líder de uno de los gremios que más gente llevó a plaza de 
Mayo.
Pero admitió que la agenda social impuesta por las organizaciones, la 
izquierda y tomada como propia por Yasky y Michelli los condiciona 
con sus bases, sobre todo si se trata de un sector con problemas de
 empleo. Lo sabe Rodolfo Daer, de Alimentación, vapuleado por la 
izquierda tras los despidos en Pepsico.


Para fortalecerse, Schmid se mostró como nexo de la CGT con estos 
grupos, a quienes pareció dirigirse con proclamas como pedir por la 
aparición de Santiago Maldonado, desconocer los consejos del Fondo 
Monetario Internacional o ratificar el rol del trabajador como creador 
de riqueza. 
Las mezcló con banderas de las organizaciones sociales (la ley para 
declarar emergencia alimentaria) y otras propias de la CGT, como la 
defensa a los convenios colectivos de trabajo y a las obras sociales
 sindicales.

Temor de los dialoguistas 
Los más alarmados con la dualidad de Schmid son los ya denominados "dialoguistas", un sector donde confluyen los grandes gremios de 
servicios ("Los gordos") y los denominados "independientes". Entre
 los primeros se alistan Héctor Daer (miembro del triunvirato y jefe 
de Sanidad), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y o el silencioso 
Armando Cavallieri.
Son quienes intentaron sin éxito frenar la marcha la semana pasada.
 Para no ser acusados de carneros, Daer y Lingeri se movieron 
alrededor del palco y exhibieron columnas minúsculas de manifes
tantes, actitud imitada por Antonio Caló (UOM).


El de Sanidad no la tuvo fácil: para evitar silbidos, fue el único miembro
 del triunvirato que no subió al escenario. Sí se mostró el barrionuevista 
Carlos Acuña y desplegó una columna del sindicato de estacioneros 
por plaza de mayo.
Andrés Rodríguez (UPCN), emblema de los "independientes", anticipó 
ayer que no imagina un paro general este año, pero esta tarde pobló 
diagonal sur con sus afiliados y subió al palco a apoyar a Schmid y 
cantar la marcha peronista. No así Gerardo Martínez (Uocra), uno de 
los pocos que nadie vio pasar por la plaza.
"Intentaron frenar la marcha la semana pasada basándose en el 
resultado electoral, pero si el Gobierno no inicia una mesa de diálogo
 que funcione les va a costar resistir en septiembre", interpretó otro 
gremialista presente en la marcha. Pero admitió que "está claro que
 no consideran afectados a sus afiliados con las políticas del Gobierno". 
Para acorralarlos, Schmid se ungió esta tarde como el referente del
 sindicato de camioneros, que se hizo cargo de la seguridad y 
desplegó banderas y pecheras de todas las ramas de su actividad 
y pareció estar dispuesto a pedir por él si, como se supone, en
 algún momento la CGT se dispone a tener un solo secretario 
general.
También hizo suya la causa docente con fuerte presencia de la 
Unión de Docentes Argentinos (UDA), enfrentada al Gobierno d
esde la eliminación de la paritaria nacional.
El último mes, Schmid acercó a los dos grupos no integrados a la 
CGT: la corriente federal y el Movimiento Acción Sindical Argen
tino (Masa). Pero sólo el primero participó de la marcha, liderado
 por el bancario José Palazzo, enemigo declarado del Gobierno
 desde que Macri se negó a homolgar su paritaria en enero.
El Masa lo integran 20 sindicatos, entre ellos Ferroviarios (Sergio 
Sasia), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Omar Viviani (Taxistas) y 
Osvaldo Iadarola (Telefónicos). Estarán en el confederal del 25, 
pero no se imaginan llamando a un paro.
"Tenemos que tener propuestas concretas. Si hablamos de sala
rio mínimo, decir cuál queremos. O si pedimos bajar las importa
ciones, cuál sería el plan para sustituirlas. Eso vamos a pedir",
 anticipó a LPO Sasia. El debate recién empieza.

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