El relevamiento señala que la las dificultades para alimentarse
registró un incrementó de 35% entre 2017 y 2018, alcanzando
a unos 3.4 millones de niños y adolescentes. Viven en hogares
que redujeron su dieta o pasaron hambre por "problemas
económicos". Hay más pibes que no hacen las 4 comidas y en
los que se detectó la falta de al menos un nutriente.
registró un incrementó de 35% entre 2017 y 2018, alcanzando
a unos 3.4 millones de niños y adolescentes. Viven en hogares
que redujeron su dieta o pasaron hambre por "problemas
económicos". Hay más pibes que no hacen las 4 comidas y en
los que se detectó la falta de al menos un nutriente.
El informe "Infancias. Progresos y retrocesos en clave de
desigualdad", elaborado por el Observatorio de la Deuda Social
de la Universidad Católica Argentina, asegura que tres de cada
diez niños y adolescentes tienen problemas de acceso a la
alimentación.
La estadistica registra un incrementó de 35% entre 2017 y 2018 y
alcanza a unos 3.4 millones de niños y adolescentes que viven en
hogares que redujeron su dieta o pasaron hambre por "proble
mas económicos".
En este rubro, tres de cada 10 chicos de entre 0 y 17 años (unos
3.4 millones) se ven afectados, la cifra más elevada en los últimos
ocho años.
"El riesgo alimentario se incrementó de modo significativo en los
niños: esto quiere decir que viven en hogares que tuvieron que
bajar sus consumos alimentarios por problemas económicos",
aseguró Ianina Tuñón, investigadora de la UCA y responsable del
informe.
"En general en esos hogares los primeros que dejan de acceder a
esos alimentos son los adultos: las mujeres primero, los hombres
después para finalmente ser los niños", agregó.
El relevamiento muestra, además, que el 14,9 por ciento de los
chicos de entre 2 y 17 años -1,6 millones- no realiza al menos una
de las cuatro comidas diarias, y la última alimentación del día es
la más frecuentemente salteada, dado que el 7 por ciento no la
ingiere. Así lo sostiene
La UCA reveló además que el 37 por ciento de los chicos (4,1
millones) recibió una alimentación con déficit de al menos un
nutriente esencial en 2018, lo que representa un aumento de 6,6
puntos porcentuales respecto al año anterior, cuando esta pro
blemática afectaba a sólo el 30,4% de los chicos.
Al hacer referencia a la inseguridad alimentaria (población infantil
que redujo su dieta o pasó hambre por problemas económicos en
el último año), el informe de la UCA muestra que los chicos que
pertenecen al estrato socioeconómico "muy bajo" tienen 13 veces
más chances de no cubrir sus necesidades alimentarias que los
que pertenecen al sector "medio alto" y esa brecha sufrió un incre
mento respecto a 2017, cuando era de 11,4 veces.
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