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domingo, 7 de octubre de 2012

El armado de Alicia K, de cara a lo que viene



La ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, tiene partido propio en la Provincia. Kolina será parte del FpV, y servirá para contener listas transversales. Siguen midiendo la candidatura de la funcionaria
Con dos años de vida como movimiento, la estructura de un megaministerio y la regencia de una lideresa de apellido Kirchner, Kolina planta su bandera en la provincia de Buenos Aires. Logró el aval de la Junta Electoral para ser partido político, y el derecho a confeccionar sus listas propias, sin la obligación de tironear lugares con los caudillos justicialistas, o pelear de lleno en una interna. Así sucedió en 2011, cuando la agrupación se ilusionaba con el visto bueno de la Junta, pero, ante la demora, jugó en algunos distritos una desigual interna en el FpV. Sandra Gallardo, en Brandsen; Luis Vivona, en Malvinas Argentinas; Gustavo Traverso, en Junín; Ignacio Barraza, en Dolores; Lisandro Bornioli, en Pergamino; y Nicolás Ambor-sius, en Tres Arroyos, fueron los candidatos a jefes comunales que pulsearon y perdieron la apuesta. Ahora, con sello propio, avanzan hacia las futuras instancias electorales.

No son los únicos referentes seccionales de Kolina. En la Tercera está, además, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray (ex funcionario del ministerio). En La Plata hace punta Carlos Castagneto. Su hijo, Gastón, es el secretario general del partido provincial, además de uno de los apoderados.

La estructura va ensanchándose poco a poco. Una porción de intendentes vecinalistas está en la mesa de discusión. Ricardo Moccero, de Coronel Suárez, es sin duda el más entusiasmado. Confía en ce-rrar acuerdos con sus pares de la Sexta y extender la tarea hacia otras regiones. La idea es que, ante las eventualidades electorales, puedan tener una lista segura en Kolina. José Martínez, de Gonzáles Cháves, ya está en la mesa, aunque respetando su origen en el movimiento Evita. Igual sucede con los otros alcaldes, salvo el de Tres Arroyos, Carlos Sánchez, que prefiere conservar su independencia.

En ese caso, la jugada de los K de Alicia es elevar Kolina por fuera del Ejecutivo, a través de los bloques deliberantes.
El kirchnerismo logró ponderar dos presidentes, Néstor y Cristina, líderes indiscutidos de su movimiento. Logró, además, contener la bravura del PJ, sobre todo el bonaerense. Ahora apuesta a tener su propio partido, con menos cuerpo que el justicialismo pero con lealtad cuasi absoluta. Kolina es, sin duda, no solamente la sigla que identifica a Alicia, también es el proyecto K plasmado en un partido político; por eso la necesidad de hacer pie y sostenerse con fuerza en Buenos Aires.
La lógica que manejan desde el organismo es generar un espacio donde todos los sectores kirchneristas tengan lugar, sin perder su identidad partidaria.

Esto favorece el ingreso, pero limita los personalismos. “Todos tienen la palabra en las mesas distritales, pero ninguno la decisión absoluta”, expresan desde la conducción. De esa manera también se evitan infiltrados, o aquellos que busquen desarticular el armado.

Con respecto al trabajo territorial, si bien los funcionarios de Desarrollo Social que forman parte de Kolina se preocupan en aclarar que las dos labores -la institucional y la política- van por vías separadas, es evidente que la estructura de una no podría existir sin la otra; Desarrollo Social es el área fuerte del Gobierno nacional. Las pruebas son evidentes: su presupuesto se incrementó en estos años en un 700 por ciento. Para 2012 la partida prevista fue de 27.485 millones de pesos, una suba del 23 por ciento en relación con el año anterior. Parte de estos recursos son utilizados para financiar el programa Argentina Trabaja, que fomenta la conformación de cooperativas entre personas desocupadas. Cada cooperativista recibe un salario mensual (o beneficio cooperativo) de 1.200 pesos. No es el único programa. También está la asistencia a comedores, y las más de 850 mil pensiones no contributivas para madres de más de siete hijos, ancianos sin cobertura y personas con discapacidad. El movimiento Evita, algunos de cuyos intendentes están cerca del flamante partido, tiene una participación importante en el ministerio. A su cargo está la subsecretaría de Economía Social, en la órbita de Castagneto. Esa área es la encargada de bajar al territorio programas de inclusión social a través del trabajo.

Con la megaestructura ministerial como fuerte motor, Kolina avanza firme en tierras bonaerenses. Tiene como laderos nacionales a los ministros Débora Giorgi (Industria) y Alberto Sileoni (Educación), más el jefe de la bancada FpV en el Senado, Miguel Angel Pichetto. Todos ellos comulgan en una suerte de megaestructura que resguarda los intereses del partido. Está, como líder, Alicia K, la segura candidata del nuevo partido. Desde hace tiempo la Presidenta, Cristina Fernández, sueña con ubicar a su cuñada en la Provincia. Hasta ahora, si bien la ministra conserva una muy buena imagen, y tiene un alto nivel de conocimiento en el electorado, no logra instalarse como postulante. “La gente no la ve como candidata, la sigue viendo en tareas sociales; por eso hay que sacarla a la cancha, y ahí va a mostrar lo que es”, dicen desde su partido. Para ello se está trabajando en su discurso y sus expresiones, para aggiornarlos a los tiempos electorales. El partido ya está en marcha, y la candidata está en carrera; sólo falta el ok popular para que Kolina ascienda en el campo electoral.

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