Tres ministros bonaerenses realizarán un acto con fuerte tinte kirchnerista. Aunque el gobernador podría participar del acto, dejarán de lado el color naranja característico del sciolismo y enviarán un fuerte mensaje de apoyo a la Presidenta. “No queremos rupturas”, aseguraron, aunque dejaron en claro que en 2015 "decide Cristina”.
Buena parte del gabinete de Daniel Scioli enviará un enérgico gesto de apoyo a Cristina Kirchner con un acto que realizará el próximo jueves a las 18, en el club Atenas de La Plata, un escenario tradicional de la política bonaerense. Los impulsores son el ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta; el de Planificación, Alejandro Arlía; y la de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez. Además, está confirmada la presencia del secretario de Derechos Humanos, Guido “Kibo” Carlotto.
La razón oficial del evento -que cuenta con el visto bueno del gobernador- es conmemorar las victorias electorales de Juan Domingo Perón en 1946 y la de Néstor Kichner en 2003. No obstante, la idea es mostrar un fuerte apoyo a la gestión de la presidenta. Apoyo que saldrá ni más ni menos que desde las entrañas del sciolismo, en momentos que el gobernador mantiene una relación más que tensa con la Casa Rosada.
Uno de los claros gestos de diferenciación será el “color del acto”. Los carteles y banderas no llevarán el naranja que caracteriza a la gestión de Scioli, sino que serán azules, un tono más emparentado con el kirchnerismo. El dato del color no es menor. De hecho, fue uno de los temas que más se discutió en la organización del acto.
La decisión marca la pauta de que la intención es diferenciarse de otras agrupaciones como La Juan Domingo o la DOS, encolumnadas detrás del proyecto Scioli 2015. Sin embargo, desde la organización dijeron a LPO que “no queremos rupturas” y que la idea es “resaltar la gestión de Scioli” enmarcada dentro de la “reivindicación del modelo nacional”, que será la parte esencial del acto.
“Creemos que una ruptura significaría una regresión, un retroceso absoluto”, aseguró la fuente. Respecto a “marcar diferencias”, indicó que se realizarán en tanto y en cuanto no puedan ser utilizadas por sectores “de la derecha” que están esperando que Scioli patee el tablero y rompa con Cristina. “No le vamos a dar esa posibilidad”, agregó.
No obstante los mensajes conciliadores, está claro que la tensión parece haberse trasladado al gabinete sciolista. Pese a que se remarca la lealtad al gobernador, también se aclara que la líder del proyecto es la mandataria. “No hay futuro para Cristina ni para Scioli si no ganamos las legislativas. Tenemos que ganar muy bien ahora. Después, decide Cristina como seguimos”, afirmó la fuente, dejando en claro cómo se toman las decisiones al interior del kirchnerismo.
Por otro lado, desde la organización del acto sostienen que los tres ministros no tienen intenciones de formar algún tipo de agrupación unificada: “Tenemos matices, diferencias, disensos. Somos espacios diferentes”. Arlía encabeza la agrupación “Peronistas Sin Fronteras”, Álvarez Rodríguez la “Peronismo 2020”, mientras que Arrieta conduce el grupo “Ateneo del Bicentenario”.
Cruces y ninguneos
El acto del jueves se dará en un contexto de alta tensión entre el gobierno nacional y el bonaerense. El último round fue la revelación de una cena secreta entre Scioli y el ex vicepresidente Julio Cobos. Sin embargo, este episodio es menor comparado con las otras discusiones que mantienen.
Por ejemplo, el tironeo por los fondos de Coparticipación marcó el punto máximo de tensión en este verano. Los pedidos del sciolismo y las duras réplicas del kirchnerismo estuvieron a punto de desencadenar una ruptura. Aunque luego los ánimos se calmaron, la situación persiste y la provincia sigue reclamando fondos.
Ese tema amenaza con traer más problemas esta semana cuando la cúpula bonaerense deba sentarse a negociar la paritaria con los maestros. Desde la Gobernación, ya avisaron que no podrán dar ningún aumento sin el aporte de Nación. Desde la Rosada no responden y aclaran que las provincias ya reciben aportes. Situación idéntica a la que se dio el año pasado con el pago de los aguinaldos.
Por otro lado, la presidenta excluyó a Scioli de las discusiones de cara al armado de las listas y a la renovación de autoridades del PJ bonaerense. La gente del gobernador ni siquiera fue invitada a las reuniones que se realizaron en Santa Teresita y San Justo, donde ganaron espacio los intendentes de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y el de La Matanza, Fernando Espinoza. En esos encuentros, se deslizó que el sciolismo -también el sector que responde a Sergio Massa- recién será invitado cuando todo esté “cocinado”.
En definitiva, todo parte de una larga y cada vez más dura pelea. Desde el jueves, quedará en evidencia que esa disputa tiene un nuevo capítulo, en un escenario inesperado: el propio gabinete de Daniel Scioli.
La razón oficial del evento -que cuenta con el visto bueno del gobernador- es conmemorar las victorias electorales de Juan Domingo Perón en 1946 y la de Néstor Kichner en 2003. No obstante, la idea es mostrar un fuerte apoyo a la gestión de la presidenta. Apoyo que saldrá ni más ni menos que desde las entrañas del sciolismo, en momentos que el gobernador mantiene una relación más que tensa con la Casa Rosada.
Uno de los claros gestos de diferenciación será el “color del acto”. Los carteles y banderas no llevarán el naranja que caracteriza a la gestión de Scioli, sino que serán azules, un tono más emparentado con el kirchnerismo. El dato del color no es menor. De hecho, fue uno de los temas que más se discutió en la organización del acto.
La decisión marca la pauta de que la intención es diferenciarse de otras agrupaciones como La Juan Domingo o la DOS, encolumnadas detrás del proyecto Scioli 2015. Sin embargo, desde la organización dijeron a LPO que “no queremos rupturas” y que la idea es “resaltar la gestión de Scioli” enmarcada dentro de la “reivindicación del modelo nacional”, que será la parte esencial del acto.
“Creemos que una ruptura significaría una regresión, un retroceso absoluto”, aseguró la fuente. Respecto a “marcar diferencias”, indicó que se realizarán en tanto y en cuanto no puedan ser utilizadas por sectores “de la derecha” que están esperando que Scioli patee el tablero y rompa con Cristina. “No le vamos a dar esa posibilidad”, agregó.
No obstante los mensajes conciliadores, está claro que la tensión parece haberse trasladado al gabinete sciolista. Pese a que se remarca la lealtad al gobernador, también se aclara que la líder del proyecto es la mandataria. “No hay futuro para Cristina ni para Scioli si no ganamos las legislativas. Tenemos que ganar muy bien ahora. Después, decide Cristina como seguimos”, afirmó la fuente, dejando en claro cómo se toman las decisiones al interior del kirchnerismo.
Por otro lado, desde la organización del acto sostienen que los tres ministros no tienen intenciones de formar algún tipo de agrupación unificada: “Tenemos matices, diferencias, disensos. Somos espacios diferentes”. Arlía encabeza la agrupación “Peronistas Sin Fronteras”, Álvarez Rodríguez la “Peronismo 2020”, mientras que Arrieta conduce el grupo “Ateneo del Bicentenario”.
Cruces y ninguneos
El acto del jueves se dará en un contexto de alta tensión entre el gobierno nacional y el bonaerense. El último round fue la revelación de una cena secreta entre Scioli y el ex vicepresidente Julio Cobos. Sin embargo, este episodio es menor comparado con las otras discusiones que mantienen.
Por ejemplo, el tironeo por los fondos de Coparticipación marcó el punto máximo de tensión en este verano. Los pedidos del sciolismo y las duras réplicas del kirchnerismo estuvieron a punto de desencadenar una ruptura. Aunque luego los ánimos se calmaron, la situación persiste y la provincia sigue reclamando fondos.
Ese tema amenaza con traer más problemas esta semana cuando la cúpula bonaerense deba sentarse a negociar la paritaria con los maestros. Desde la Gobernación, ya avisaron que no podrán dar ningún aumento sin el aporte de Nación. Desde la Rosada no responden y aclaran que las provincias ya reciben aportes. Situación idéntica a la que se dio el año pasado con el pago de los aguinaldos.
Por otro lado, la presidenta excluyó a Scioli de las discusiones de cara al armado de las listas y a la renovación de autoridades del PJ bonaerense. La gente del gobernador ni siquiera fue invitada a las reuniones que se realizaron en Santa Teresita y San Justo, donde ganaron espacio los intendentes de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y el de La Matanza, Fernando Espinoza. En esos encuentros, se deslizó que el sciolismo -también el sector que responde a Sergio Massa- recién será invitado cuando todo esté “cocinado”.
En definitiva, todo parte de una larga y cada vez más dura pelea. Desde el jueves, quedará en evidencia que esa disputa tiene un nuevo capítulo, en un escenario inesperado: el propio gabinete de Daniel Scioli.
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