La Provincia aseguró que sólo podía garantizar una suba de 7% en marzo, y de 10% desde julio. Esperará al cierre de las negociaciones nacionales para ofrecer una nueva propuesta.
Tal como adelantó este diario en su edición de ayer, las negociaciones paritarias en la Provincia de Buenos Aires no podrán avanzar si no se resuelven los problemas estructurales del Estado bonarense, sobre todo el enorme déficit ocasionado por el ahogo presupuestario que efectúa el Gobierno Nacional.
Por esta razón, las reuniones paritarias celebradas ayer, tanto con los gremios docentes por la mañana como con los sindicatos de trabajadores del Estado por la tarde, fueron inconducentes. Y en estas condiciones las clases no empezarían.
Los representantes de la Gobernación bonaerense literalmente se burlaron de los empleados de la Provincia al asumir que no podían acercar a la mesa de negociación una cifra superior al 17% en dos cuotas: 7% desde marzo y 10% restante desde julio, ya que los recursos financieros no permiten un incremento mayor. Es claro que una suba que ronde ese porcentaje es totalmente irrisoria.
Es decir, ayer la Provincia fue a los encuentros paritarios sólo para contarle a los gremios que no cuenta con dinero suficiente para un aumento que se acerque a las perspectivas inflacionarias, que rondan el 30% anual. Fue a proponer un liso y llano ajuste sobre los bolsillos de los trabajadores del Estado bonaerense.
En una Provincia que necesita financiamiento por $19 mil millones, sin contar el aumento salarial, no hay solución posible por fuera de un reclamo contundente al Gobierno nacional. Pero el Gobernador Daniel Scioli ya manifestó su decisión de no confrontar con la Casa Rosada para reclamar recursos coparticipables acordes al aporte que realiza la Provincia al PBI.
Atados a Nación
De esta forma, la negociación con los docentes quedó a la espera de la resolución del porcentaje de aumento a nivel nacional. El problema es que si la Provincia va a manejar una pauta similar a Nación, los sueldos seguirán atrasados con respecto a la espiral inflacionaria.
El Ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, insiste con una propuesta de incremento salarial del 17%. Los gremios, incluso los que suelen acordar al primer ofrecimiento, ya la caratularon como “poco seria”.
“El presupuesto educativo nacional aprobado por el Congreso para este año cuenta con recursos suficientes para mejorar sustantivamente la propuesta salarial que apenas llegó a 3.280 pesos (17%)”, sostuvieron ayer representantes gremiales.
“Cada vez más son los maestros y maestras que toman dos cargos para poder mantener a sus familias, afectando su salud y las posibilidad de mejorar la calidad de los aprendizajes de sus estudiantes. No hay educación de calidad con docentes que tengan que correr de una escuela a otra para vivir”, subrayaron.
En el caso de los estatales, ni siquiera quedó fechada una nueva reunión entre las partes. La Gobernación provincial demostró ayer no tener propuestas concretas para garantizar que durante 2013 el salario de los trabajadores del Estado no quede sepultado por el alza de precios.
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