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lunes, 4 de marzo de 2013

Caso Darío Jerez – Contradicciones entre la acusación y las declaraciones de testigos.



 
 
 

(Inforcosta) A tres días del comienzo del juicio por encubrimiento
 de la desaparición de Rubén Darlo Jerez, en octubre del 2001, y
 luego de un análisis encontramos algunas contradiccio
nes en los fundamentos de la acusación y elevación a juicio.
En parte del punto IV de la acusación y elevación a juicio por el fiscal,
 en esa época, Diego Escoda, el mismo dice en el apartado A
 para el hecho precedente, lo siguiente: “Que en primer lugar, cabe
 analizar, en atención al carácter subsidiario de algunas figuras 
enrostradas, el hecho principal del cual fue víctima Rubén Darlo
 Jerez.
I.-En este sentido, debe computarse que Rubén Jerez no tenía 
motivo alguno para ausentarse de su domicilio; que era un 
buen esposo y padre y jefe de una familia armoniosa del
 medio; que colaboraba activamente en la crianza de sus hijos
 y en diversas actividades de la comunidad, como el fútbol infantil.-

1.- Que Rubén Darlo Jerez poseía una vida familiar armoniosa, 
en excelente relación con su cónyuge y sus tres hijos, tal como 
demuestra la denuncia a escasas horas de su desaparición. Del 
análisis de las comunicaciones entre Viviana Zubiaurre y Rubén
 Darío Jerez, surge el estrecho y constante diálogo de la pareja 
hablando por teléfono varias veces por día y en escasos intervalos
 (anexo 18). La búsqueda incansable de su esposa hasta el día 
de hoy y las marchas en reclamo del esclarecimiento (anexo 53),
 demuestran la imposibilidad que Jerez se haya ausentado
 de su hogar conyugal y menos en la forma en que lo fue.
2.- Las testimoniales agregadas a la investigación, resultan 
contestes en afirmar que Jerez se trataba de una bue
na persona, comprometida y de gran apego a la familia y las 
costumbres familiares, alegre, tranquilo, que nunca se alejaba 
de su familia sin avisar, que tenía dos trabajos para solventar
 los gastos familiares, etc., sin que existan declaraciones serias
 que afirmen lo contrario.
En este sentido, Viviana Zubiaurre expone que: “...Que se en
cuentra casada legalmente con Rubén Darío Jerez...que no en
cuentra motivo que justifiquen que su esposo se halla retirado
 del hogar, ya que guarda una excelente relación matrimonial
 y familiar. Que su esposo es una persona muy metódica...”
 (fs. 1); a fs. 21 Héctor Marcelo Astudillo narra: “....que Darío 
se trata de una persona alegre, chistosa, no enterándose 
nunca que haya tenido problemas con terceras personas...
ya que Darío se trata de una persona muy responsable no cono
ciéndole malas juntas...”

Ahora bien, siguiendo nuestra línea investidamente nos llama 
poderosamente la atención de algunas declaraciones de testigos
 encubiertos, que aparecen en la causa, sobre las actividades de 
Jerez.
En las mismas declaran conocidos, amigos, compañeros de trabajos
 sobre su forma de vivir, pero también hay otras que muestras 
dicotomías muy grandes, que vamos a reproducir, no intentando
 nada mas que mostrar lo que durante mas de 11 años no se dijo
 de la causa, que mostró imparciales y superficiales pistas del proce
so judicial.
Droga
El 13 de noviembre de 2001, en Santa Teresita,  se tomó declara
ción a un testigo encubierto, (Fojas  2389) que dijo: “Que el dicen
te se encuentra bajo tratamiento de rehabilitación por adi
cción a las drogas (…) que durante la temporada de verano se 
dedica a cuidar coches, estando habilitado por la municipalidad
 (…) Que Jerez concurría en forma asidua a la avenida Costane
ra (N.d.r y calle 37)donde se entrevistaba con una persona apo
dada “Curita” persona esta que se dedicaba a la venta de 
cocaína y que después fue detenida por el personal poli
cial por tales actividades. Que Jerez siempre que con
currió lo hizo acompañada por otra persona del sexo mas
culino en un automóvil Renault Express color blanco con la 
inscripción de Arcor. 
Prostitución
En la declaración testimonial realizada en La Lucila del Mar, el 10 
de septiembre de 2004, el agente fiscal Eduardo Campos Campos,
 toma a través de los doctores Marcos Monti y Gabriel Gatti
 las siguientes declaraciones a un testigo encubierto, que constan 
en las fojas 1937 y 1938. Diciendo el testigo lo siguiente: “Que
 conoce a Jerez desde hace aproximadamente 10 años, que a 
la de los hechos no tenia celular, y que solamente tenia 
el fijo y que no recordaba el número. Que Jerez iba de …. a bus
car chicas para tener sexo, que pagaba entre 30 y 50 pesos, 
que recuerda a ….de las toninas, hija de…. Que tuvo relaciones
 sexuales con Jerez con motivo de hacer dedo y en la camioneta
 que utilizaba para hacer reparto, en una oportunidad a los dos 
o tres mes de conocerlo en el circuito que ahora está cerrado 
(N.d.R: Podria tratarse de Triángulo del Tuyù) Que siempre pasaba
 a la una y media a dos por la ruta 11 en la camiones, creo Ford
 con cúpula repartidora, creo que toda gris, que tenia una calco
manía con la inscripción de Eveready en la cúpula(…) que en
 total la habría llevado a Mar de Ajó y Costa del Este en un 
total de quince oportunidades, siempre en el mismo vehiculo, 
siendo la última vez que la llevó a Mar de Ajó norte, unos diez 
días antes de la desaparición (…) Que utilizaba para manejar 
anteojos de ver con marco plateado y que también utilizaba 
anteojos de sol negro que se los ponía en la cabeza para disi
mular la calvicie, que recuerda que utilizaba cadena de oro en 
la muñeca. (…) Que de su familia nunca hablaba, Que por co
mentarios de…que Jerez era adicto a cocaína, ignorando quien
 le proveía. Que recuerda que en dos oportunidades lo masturbó,
 una en la camioneta en la ruta y otra en la playa, que aclara que
 Jerez tenía problemas de erección. Que tiene conocimiento que
 a Jerez le decían “El loco Jerez” o “El avispón (…) Que en el mes
 de octubre de tres o cuatro años atrás le comenta que había una 
joda que iba a haber billetes, (que pasaron a buscara a varias perso
nas) y luego se fueron a San Clemente del Tuyú” 
¿Todo armado?
Después de esto surgen mas dudas sobre el motivo, o sea el móvil que
 llevó a que Rubén Darío Jerez, desapareciera sin dejar rastro alguno.
Asimismo se puede ligar estas actividades a una parte del personal
 de la Policía Bonaerense se encuentra sospechada y muchas veces 
probada en su relación con la prostitución y la venta de todo tipo de estu
pefacientes, desde la comercialización hasta la liberación de las zonas.
¿Puede se esta causa una mas, de las tantas en que la policía nece
sita borrar las huellas, en este caso de una desaparición sin ningún ras
tro del cuerpo del delito? Porque la argumentación sobre los porqué y 
que la pasó, está muy lejos de comprobarse con el material probatorio 
que hay.


Por: Antonio Porcelli
porcelli@fibertel.com.ar

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