A 24 horas del comienzo del juicio presentamos la investigación de
que, además de las pistas anteriores, la pista de un crimen pasional,
también podría haber sido una pata de la investigación que nunca se
hizo.
Desmenuzando la elevación a juicio, realizada por el fiscal
Diego Escoda, encontramos vicios y contradicción, pero a su
vez algunos hilos conductivos que no se han analizado, ni investigado,
pero si que se han incluido en la misma.
En la redacción del hecho precedente Escoda afirma que Jerez fue
asesinado : “que el día 25 de octubre del año 2001, siendo aproximada
mente entre las 12:30 y las 13:00 hs., autor o autores ignorados
hasta la fecha, privaron ilegítimamente de su libertad al Sr. Rubén
Darío Jerez obligándolo a alejarse del lugar donde se encontraba
sito en calle Diagonal 23 entre 3 y 4 de la ciudad de Santa Teresita y
trasladándolo hacia un lugar en el cual no quería permanecer, para
luego, en una fecha y circunstancias fácticas no esclarecidas fehacien
temente, darle muerte con una proximidad temporal marcada con
relación a su secuestro, probablemente horas o días, ocultando pos
teriormente el cadáver hasta el día de la fecha”
Si esta afirmación fuera sostenida por alguna prueba, estaríamos en la
posibilidad de saber que le paso a Rubén Darío Jerez.
Continuando con los datos que argumentan el hecho precedente
comenzamos a marcar las dudas, luego de leer varios comen
tarios sobre la personalidad y el comportamiento de Darío Jerez, algo
que nadie pone en duda, máxime entre los que compartían su vida social.
“5.- Se computa, por último, que Rubén Darío Jerez no contaba el día
25 de octubre de 2001 con su documento nacional de identidad, to
da vez que el mismo se hallaba en la vivienda conyugal y fue
entregado a la instrucción” Es extraño que alguien que desempeñaba
su tarea en la calle, no portara documento de identidad.
6.- Que en consecuencia, la valoración global de todas las constancias
de la causa, y luego de una intensa y profusa investigación no per
mite sostener ninguna hipótesis mínimamente razonable en el
sentido que eventualmente la desaparición de la víctima Jerez hubiese
acaecido por su propia decisión, mientras que, por el contrario,
se encuentra acreditado con fuerte sustento probatorio * , la de su pri
vación ilegítima de la libertad y posterior homicidio resultante.
(*) Si hubiera tal sustento se sabría que le paso a Rubén Darío Jerez.
¿Desde donde la sospecha de la posible pista de un crimen pasional?
Antes que nada, y luego de leer al Juez de la Corte, Eugenio Zaffa
roni y su teoría estadística, de que en casi el 80 % de los casos de
desaparición de personas, los responsables pertenecen al en
torno familiar, descendientes, ascendente o parientes cercanos, y ami
gos, es que buscamos entre las pistas no investigadas por la justicia, y
que deberían haber sido contempladas, al menos como una posibilidad
para encontrar verdad y justicia.
Es sencillo sostener el dicho popular de “Pueblo chico infierno grande”
Después de varios años, la supuesta viuda de Rubén Darío Jeréz,
habría formado pareja con Joaquín Flores, inclusive sufriendo
un accidente automovilístico juntos en Costa del Este.
Este no sería ningún argumento válido si alguna consideraciones como
las que vamos a detallar.
¿Quién es Joaquín Flores?
Desde la desaparición de Darío Joaquín y su esposa acompañaron
a Viviana y su familia en la búsqueda de la verdad.
Algo habría pasado para que entre Joaquín y Viviana se fuera generan
do un vínculo afectivo que se empezó a mostrar públicamente hace algún
tiempo.
En nuestro rigor periodístico, entrevistamos después de una larga
búsqueda, y negativas al dialogo, a la ex esposa de Joaquín Flores,
quien nos dijo: “éramos amigos de toda la vida, éramos dos matri
monios muy unidos”
Consultada sobre porqué se había separado, expresó: “Cuando me
di cuenta que pasaba algo entre ellos (sugiriendo una relación intima)
decidí con todo dolor, separarme”
Para cerrar la conversación le preguntamos si esta relación que hoy
tendrían Viviana Zubiarré y su ex marido, Joaquín Flores, con lagri
mas en los ojos pidiendo no hablar más, disparó: “De los cuernos, el
que los sufre es el último que se entera”
Antes de irme la mujer me dejó sentada una duda: “lo que si podés
averiguar es porqué creció tanto patrimonialmente”
Esa pequeña pregunta me llevó a algo que me dijo el “Gordo” Pérez,
tesorero del Banco Provincia de Buenos Aires, tiempo atr´s de la en
trevista: “llora pero el otro día hizo un plazo fijo de 100 lucas”
Con esto datos y sin querer inculpar a nadie volvimos a las declaraciones
de la causa, donde hay varias contradicciones.
El actual delegado municipal de Santa Teresita, habría declarado haber
visto a Jerez en San Clemente del Tuyú, horas después de la supuesta
desaparición.
El titular de un lavadero ubicado en la calle 29 y tres de Santa Teresita,
Raúl Higinio Rodríguez, ahora fallecido, habría descripto a la persona
que se habría encontrado con Jerez, como un masculino alto, flaco y de
maletín.
No pudo identificar de quien se trataba, porque no lo conocía,
pero hay dos sugestivas coincidencias y una duda, ¿Conocía Jeréz a la
persona con la que se encontró?
La primera es que Joaquín Flores es alto, a lo que se suma que la
persona que se encontró con Jerez, portaba un maletín, hecho que
relacionaría a Jerez y Flores, ya que además ambos trabajaban “part
time” en la empres Anway, que promueve un sistema de ventas, que
entre otras cosas obliga a sus vendedores activos a mostrase con
una vestimenta sport prolija y a utilizar maletín como imagen corporativa.
Por último, todos los días Rubén Darío Jerez compartía su rutina de venta
y cobranzas con un compañero de ruta compañero de otra empresa.
El día de su desaparición, Darío emprendió su viaje solo y a la inversa
de la ruta cotidiana.
Después de la recopilación y sin ahondar en demasía en el trabajo
omitido por la investigación judicial, es una posibilidad, de que se pue
da dudar si la desaparición de Daría Jerez, podría se un incidente pasional.
Mañana a partir de las 8.00 en el tribunal criminal 2 de Dolores, pue
de empezar a escribirse la verdadera historia.
Por Antonio Porcelli
porcelli@fibertel.com.ar
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