La petrolera es la empresa más contaminante de México.
YPF reconoció las negociaciones. La depredación de los recursos y sus antecedentes
Cuando aún resuenan los ecos de la represión en Neuquén, que demostró que el gobierno kirchnerista y sus aliados provinciales están dispuestos a llevar adelante el saqueo de nuestros recursos naturales de cualquier forma, el CEO de YPF, Miguel Galuccio, confirmó que no sólo Chevrón se servirá sus porciones de la torta en Vaca Muerta. Ahora, la invitada al festín es Petróleos Mexicanos (Pemex), que mantiene intensas negociaciones con la empresa nacional.
"El desarrollo del gas shale y el petróleo necesita compartir tanto los riesgos como el conocimiento", se excusó Galuccio, omitiendo mencionar el reparto de las ganancias, y agregó: "YPF está abierta a la generación de los acuerdos necesarios para Vaca Muerta", el segundo yacimiento de petróleo no convencional del mundo. Por eso, “hubo muchas reuniones de negocios en los últimos meses”, que se mantuvieron secretas sin la necesidad de cláusulas. ¿Pero porqué tanto secretismo? ¿Cuáles son los riesgos reales que el gobierno prefiere callar?
Repasando el historial de Pemex, encontramos varios puntos de contacto con la norteamericana Chevrón: ambas tienen en su haber la marca negra de la contaminación. Muchas denuncias pesan sobre la empresa paraestatal de México, pero han sido sus propios directivos los que reconocieron el negativo impacto de sus actividades en ese país. A través de un informe de transparencia, la petrolera documentó este año que ha contaminado con hidrocarburos peligrosos más de mil cien hectáreas en todo el territorio, incluyendo zonas habitadas, turísticas o ecológicamente frágiles. Derrames de gasóleo, crudo, gasolina y otros derivados han impactado por igual en el sur, el golfo, el centro y el norte mexicano, debido al deterioro de sus instalaciones y a numerosos accidentes, algunos de los cuales han tenido resonancia internacional. Esto no lo decimos nosotros, lo dice la propia empresa a la cual el gobierno nacional le está abriendo las puertas de nuestra tierra más valiosa. Monterrey, Veracruz y el propio Distrito Federal han sido afectados por la actividad de la petrolera.
Finalmente, el informe resalta que en cuanto a reparación de daños, las operaciones han ido a paso lento. Casi de tortuga. De las más de mil hectáreas, sólo el 2,3 por ciento han sido restauradas, y el resto sigue con taminada. Si el acuerdo YPF – Pemex se concreta, ¿pretenderá Cristina que le demos la bienvenida?
La vinculación con Repsol
La operación que pretende YPF al permitir la entrada de Pemex es sumamente complicada, porque ésta tiene el 9,49% de las acciones de Repsol, con lo cual estaría negociando con una empresa que le fue confiscada a una compañía de la que es propietario. A grandes rasgos, Repsol reclama 10.500 millones de euros por YPF, de los que casi 1.000 millones son propiedad de los mexicanos.
El multimillonario vinculado a los Abal Medina
El desembarco de Pemex llegaría de la mano del multimillonario mexicano Carlos Slim.
El padre del Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, es la mano derecha del Slim, cuyos negocios –como la empresa de telefonia celular Claro- se expandieron sideralmente durante la era K. Poco le importó al gobierno, que se llena la boca hablando de derechos humanos, cómo hizo este empresario para amasar la fortuna más importante del mundo en un país que tiene una parte importante de su territorio en manos los carteles del narcotráfico.
Slim actualmente tiene el 8% de las acciones de YPF, mientras que Pemex tiene el 9,49% de las acciones de Repsol, con lo cual se está negociando con una empresa que supuestamente fue confiscada por el Estado. En definitiva, la reestatización fue una gran cortina de humo.
Cabe recordar que Juan Manuel Abal Medina (padre) es el hermano de uno de los fundadores de la agrupación Montoneros, quien murió en un enfrentamiento con la policía en 1970.
El triste ranking de Pemex
Estos días, Pemex ha sido noticia en México por la denuncia de una fuerte explosión ocurrida en Tabasco, el estado azteca que, justamente, ha sido el más perjudicado por los derrames petroleros en la última década.
Esta vez, la explosión de unos pozos derivó en la expulsión de aceite, afectando a cultivos de una hectárea a la redonda. En estos diez años, sin embargo, el estrago ha sido mucho mayor, concentrándose allí el 33 por ciento de todos los derrames. El triste segundo lugar se lo lleva Veracruz, y es que son tan conocidos los problemas medioambientales que ha generado Pemex, que en su país ya hacen rankings.
Explosión y muerte en la torre
La más recordada de las tragedias que protagonizó Pemex sucedió hace sólo siete meses, cuando la torre principal de la compañía, en pleno centro del Distrito Federal, estalló por una falla en la seguridad. En el accidente murieron 37 personas, cuyos familiares aún hoy siguen peleando por una indemnización digna.
La explosión ocurrió luego de que un “flamazo” prendió gases acumulados en los cimientos del inmueble. De las víctimas fatales, 30 eran trabajadores de la empresa, una era una niña y otros seis eran trabajadores externos. Pero lo que por estos días indigna a los mexicanos es que los familiares aún no han cobrado el dinero que les corresponde. A muchos de ellos, la compañía les brindó apoyo económico para los gastos funerarios y ayuda psicológica, pero no una indemnización. Luego de que los peritajes confirmaran que la explosión se produjo por el deterioro en las instalaciones de la empresa, el presidente Enrique Peña Nieto envió un proyecto de ley al Congreso proponiendo una reforma energética.
Símbolos de la decadencia actual
Petróleos Mexicanos se encuentra en crisis y necesita capitalizarse. Por ello, el mandatario conservador Enrique Peña Nieto busca la aprobación en el Congreso de la ley de reforma energética, que permitiría la entrada de capitales extranjeros en la compañía estatal. La decisión genera resquemores en gran parte del arco político azteca, y ha sido rechazada con sucesivas manifestaciones por parte de la población civil, ya que Pemex simboliza el desarrollo nacional y la pujanza de otra época, en un país ahora sumido en la pobreza y la violencia generada por el negocio de la droga.
El petróleo fue expropiado en 1938 por Lázaro Cárdenas, cuyo gobierno es usualmente asimilado con el de Juan Domingo Perón en Argentina y Getulio Vargas en Brasil. Los tres llevaron una política de recuperación de los recursos y desarrollo de la industria en áreas estratégicas, como los hidrocarburos. Pemex es la marca de la potencia de aquella época, y de la decadencia actual. Como YPF.
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