Reemplazará al titular del Palacio de Hacienda, Hernán Lorenzino, que irá a una comisión de seguimiento de la deuda. El ahora ministro quiere evitar que las reservas sigan cayendo y no descarta un desdoblamiento cambiario que le de algo de aire al cepo. Moreno sigue y podría salir fortalecido.
El viceministro de Economía Axel Kicillof asumirá como titular del Palacio de Hacienda, en reemplazo de Hernán Lorenzino, anunció hoy el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro, en el marco de una serie de cambios en el gabinete luego del retorno de Cristina a sus funciones.
Kicillof es un economista de formación heterodoxa que ingresó al gobierno en el 2011, con la reelección de Cristina, junto a su grupo de colegas con el que había conformado el Cenda, un centro de estudios propio con el que incluso llegó a sacar su propio índice de inflación tras la intervención del Indec.
Con el cambio de jugadores que planeó Cristina, Kicillof quedará al mando de Economía con el objetivo principal de descomprimir el cepo cambiario, en donde la idea que suena con mayor fuerza es un desdoblamiento. Mientras Lorenzino quedará encargado de la deuda en una comisión especialmente creada para tal fin, Juan Carlos Fábrega, titular del Banco Nación, asumirá en lugar de Marcó del Pont en el Central, por lo que es de esperar que el problema de las reservas, la emisión y la política monetaria se decida en el edificio de la calle Reconquista y no en el Palacio de Hacienda.
Tal como publicó LPO, el ahora ministro está estudiando la manera de “desencorsetar” el cepo cambiario que impusieron Moreno y Marcó del Pont y llevó a un drenaje alarmante de divisas: el Banco Central perdió 20.000 millones de dólares en reservas en sólo dos años y no parece que la situación vaya a revertirse.
En ese sentido, en uno de los documentos que publicó cuando dirigía el Cenda, Axel defendía el desdoblamiento. Pero fuentes cercanas aclararon a este portal que esta sería una de las tantas medidas que tendrían en estudio. De ninguna manera planea una devaluación tradicional, dicen en su entorno.
Kicillof no formó parte en la creación del cepo y en privado se defiende argumentando que a él pueden acusársele de muchas cosas pero no de haber implementado los controles cambiarios, una idea que se gestó principalmente entre Moreno y Marcó del Pont.
La semana pasada, Kicillof se había reunido con Cristina en Olivos, cuando la presidenta comenzó a retomar sus actividades. Y es que es uno de los funcionarios en materia económica con mayor llegada a la mandataria.
La sombra de Moreno
Fuentes cercanas al ex docente de la UBA comentan que el funcionario con el que peor se lleva es Guillermo Moreno. El Secretario de Comercio fue uno de los que se salvó de los cambios de gabinete, a pesar de su salida viene sonando con fuerza desde hace meses.
Los allegados a Kicillof señalan que dejó de asistir a las reuniones con empresarios porque Moreno lo maltrataba en público y que, a cambio, empezó a mandar a funcionarios de menor categoría.
Pero no es la única versión que circula. Otras fuentes comentaron a LPO que en realidad no están peleados, sino que es parte de la estrategia de mostrarse enfrentados ante los medios. Si es así, el poderoso Secretario de Comercio habría sido uno de los grandes ganadores de los cambios anunciados esta noche. Eso es lo que creen en el mercado.
Pero lo cierto es que el “área de derecha” en donde Axel englobaba a Lorenzino, Boudou y al titular de la Anses Diego Bossio, parece haber perdido terreno. De hecho, el ex viceministro de Economía estaba analizando empezar a intervenir en las internas del gobierno y flexibilizar su relación con los medios, que siempre fue muy hermética.
La influencia de Kicillof no se reducía a la Secretaría de Política Económica de la que estaba a cargo, sino que se extendía hasta la Cancillería, en donde puso a su mano derecha Augusto Costa, ex subsecretario de Competitividad, y a Carlos Bianco, especializado en economía internacional. También logró extender su poder sobre la Embajada argentina en Estados Unidos, a cargo de Cecilia Nahón, otra economista de su riñón.
Por último, una de las incógnitas que se abren con el nuevo gabinete es cómo va a convivir con el nuevo ministro de gabinete, el hasta ahora gobernador de Chaco Jorge Capitanich, que también es economista.
Kicillof es un economista de formación heterodoxa que ingresó al gobierno en el 2011, con la reelección de Cristina, junto a su grupo de colegas con el que había conformado el Cenda, un centro de estudios propio con el que incluso llegó a sacar su propio índice de inflación tras la intervención del Indec.
Con el cambio de jugadores que planeó Cristina, Kicillof quedará al mando de Economía con el objetivo principal de descomprimir el cepo cambiario, en donde la idea que suena con mayor fuerza es un desdoblamiento. Mientras Lorenzino quedará encargado de la deuda en una comisión especialmente creada para tal fin, Juan Carlos Fábrega, titular del Banco Nación, asumirá en lugar de Marcó del Pont en el Central, por lo que es de esperar que el problema de las reservas, la emisión y la política monetaria se decida en el edificio de la calle Reconquista y no en el Palacio de Hacienda.
Tal como publicó LPO, el ahora ministro está estudiando la manera de “desencorsetar” el cepo cambiario que impusieron Moreno y Marcó del Pont y llevó a un drenaje alarmante de divisas: el Banco Central perdió 20.000 millones de dólares en reservas en sólo dos años y no parece que la situación vaya a revertirse.
En ese sentido, en uno de los documentos que publicó cuando dirigía el Cenda, Axel defendía el desdoblamiento. Pero fuentes cercanas aclararon a este portal que esta sería una de las tantas medidas que tendrían en estudio. De ninguna manera planea una devaluación tradicional, dicen en su entorno.
Kicillof no formó parte en la creación del cepo y en privado se defiende argumentando que a él pueden acusársele de muchas cosas pero no de haber implementado los controles cambiarios, una idea que se gestó principalmente entre Moreno y Marcó del Pont.
La semana pasada, Kicillof se había reunido con Cristina en Olivos, cuando la presidenta comenzó a retomar sus actividades. Y es que es uno de los funcionarios en materia económica con mayor llegada a la mandataria.
La sombra de Moreno
Fuentes cercanas al ex docente de la UBA comentan que el funcionario con el que peor se lleva es Guillermo Moreno. El Secretario de Comercio fue uno de los que se salvó de los cambios de gabinete, a pesar de su salida viene sonando con fuerza desde hace meses.
Los allegados a Kicillof señalan que dejó de asistir a las reuniones con empresarios porque Moreno lo maltrataba en público y que, a cambio, empezó a mandar a funcionarios de menor categoría.
Pero no es la única versión que circula. Otras fuentes comentaron a LPO que en realidad no están peleados, sino que es parte de la estrategia de mostrarse enfrentados ante los medios. Si es así, el poderoso Secretario de Comercio habría sido uno de los grandes ganadores de los cambios anunciados esta noche. Eso es lo que creen en el mercado.
Pero lo cierto es que el “área de derecha” en donde Axel englobaba a Lorenzino, Boudou y al titular de la Anses Diego Bossio, parece haber perdido terreno. De hecho, el ex viceministro de Economía estaba analizando empezar a intervenir en las internas del gobierno y flexibilizar su relación con los medios, que siempre fue muy hermética.
La influencia de Kicillof no se reducía a la Secretaría de Política Económica de la que estaba a cargo, sino que se extendía hasta la Cancillería, en donde puso a su mano derecha Augusto Costa, ex subsecretario de Competitividad, y a Carlos Bianco, especializado en economía internacional. También logró extender su poder sobre la Embajada argentina en Estados Unidos, a cargo de Cecilia Nahón, otra economista de su riñón.
Por último, una de las incógnitas que se abren con el nuevo gabinete es cómo va a convivir con el nuevo ministro de gabinete, el hasta ahora gobernador de Chaco Jorge Capitanich, que también es economista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario