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sábado, 7 de junio de 2014

Chascomús: cuando la culpa es del otro

El municipio gobernado por Juan Gobbi se encuentra en estado de alerta econó
mica. Las falencias financieras y una controvertida rifa lo ponen en jaque. Ediles
 culpan a la separación de Lezama
Como si se tratara de una maldición,
 a partir de que Chascomús perdió a Lezama todo se le volvió en contra.
El distrito gobernado por el radical
Juan Gobbi vive horas realmente preocupantes, que van desde los problemas para pagar los sueldos
 hasta la posible quiebra por una controvertida rifa. Nada es igual. La
 fecha “maldita” para el distrito linde
ro a la ruta 2 fue el 22 de diciembre
de 2009. Ese día, la Legislatura pro
vincial votó la separación del territo
rio.

Varios estudios habían pronosticado que el apartamiento de las localidades le trae
ría a Chascomús serios problemas estructurales. Del mismo modo, la institucionali
dad fue un tema a resolver. Hubo cargos que se tuvieron que declinar, y otros, rea
decuar. También los legisladores de la sección que por aquellos tiempos ocupaban
 una banca tuvieron sus vaticinios.

Los estudios lanzados por la Universidad Nacional de La Plata expresaban que el municipio de Chascomús empeoraría su situación fiscal como resultado de una transferencia de recursos fiscales mayor que de gastos, explicada fundamentalmen
te por la pérdida de ingresos por tasas y servicios vinculada a la cantidad de tierra
cedida, como las tasas de servicios rurales, las de marcas y señales y por impuesto Inmobiliario Rural. El déficit se incrementaría sensiblemente, y sólo por la división se podrían perder ingresos coparticipados por $1,45 millones como consecuencia de
un menor coeficiente en Salud, por ejemplo.

El problema económico que hoy enfrenta el gobierno de Gobbi viene de larga data.
En 2009, la ex intendenta y actual diputada provincial Liliana Denot estuvo al borde
de ser suspendida por 60 días, acusada de manipular fondos afectados para gas
tos corrientes y otras “faltas graves” en el ejercicio de sus funciones.

La Comisión Investigadora del cuerpo deliberativo local por aquel entonces sostu
vo que la jefa comunal utilizó fondos afectados a la adquisición de un inmueble pa
ra atender gastos corrientes, en particular el pago de salarios, y que, además, es
condió información pública a los concejales. Finalmente, por una orden judicial, la suspensión no ocurrió.

Denot había expuesto por esos días que sería “inviable la escisión de Lezama, ya
 que ambos municipios quedarían con serias dificultades para subsistir, ya que se necesitarían permanentes ayudas de la Provincia”. Los años siguientes fueron simi
lares. En 2010 y 2011 los problemas financieros continuaron, y el mal panorama se incrementó.

El cambio de nombre en la jefatura municipal parecía que traería nuevos aires, pe
ro eso no ocurrió. Una vez más Juan Gobbi se hacía cargo del Ejecutivo, y a las
horas de asumir lanzó críticas a su antecesora. “El municipio tiene una deuda cer
cana a los 10 millones de pesos y, por lo tanto, vamos a decretar la emergencia económica y administrativa”, apuntó el alcalde ni bien asumió en el puesto.

El tiempo pasó y las soluciones no llegaron. En 2012 el jefe municipal decidió abo
nar los sueldos en dos tandas. Esto le valió varios cuestionamientos, no sólo de los empleados, sino también de sus propios funcionarios. Y lo que había pronosticado
 Denot se hacía palpable: la municipalidad debió recibir ayuda de la Provincia para
 salir del paso. Cerca de 14 millones de pesos aportó el gobierno bonaerense pa
ra salvar la crisis.

Por estos días, las dificultades para el pago de salarios comienzan a manifestarse
 en Chascomús . “Estamos como si hubiésemos recibido una maldición”, indicó
un edil. Lo cierto es que los empleados percibieron sus haberes como es habitual
, pero no así las horas extra, según señalaron desde la comuna.

Mientras que Lezama se quedó con una gran superficie de tierras fértiles y alto po
tencial de productividad, Chascomús y Gobbi sufren; no sólo por la posible quie
bra a raíz de la famosa rifa, sino también por los interminables problemas econó
micos que padece.

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