Los argentinos esperábamos con mucha ansia ver el encuentro entre Su
Santidad el papa Francisco y el presidente de la Nación, Mauricio Macri,
pero la realidad nos volvió a sorprender a todos, y la reunión nos dejó un
sabor amargo, de ambos bandos de las trincheras.
Santidad el papa Francisco y el presidente de la Nación, Mauricio Macri,
pero la realidad nos volvió a sorprender a todos, y la reunión nos dejó un
sabor amargo, de ambos bandos de las trincheras.
Desde el Gobierno nacional no dejaron de asombrarse por la fría recibida
del sumo pontífice, y trataron de remediarla situación en la conferencia de
prensa que brindó el Presidente, quiendejó más dudas que certezas.
Desde el Vaticano, conscientes de que había sido un encuentro poco feliz
, trataron de salir a paliar la crisis con un comunicado, hecho poco frecuen
te en todas las visitas de mandatarios de Estado.
El encuentro fue ampliamente demorado por el Vaticano, que en más de
una oportunidad optó por no confirmar una fecha para recibir al Presiden
te argentino.
Existe una amplia diferencia ideológica entre los dos referentes. Bergo
glio, desde sus comienzos en la Iglesia militó en el peronismo, y su lucha
por los más humildes, el narcotráfico y la corrupción se remonta a una lar
ga etapa de su vida.
Y por el otro lado, el Presidente Macri representa valores de derecha, que,
aunque no son criticables desde el aspecto ideológico, sus medidas prác
ticas realizadas en los primeros 60 días de gestión, según los analistas del
Vaticano, ponen de resalto que Macri está gobernando para los ricos, y se
ha olvidado de los pobres.
Sumado a esto es el pedido que se realizó desde la Casa Rosada, donde manifestaron claramente que la visita sería exclusivamente protocolar, y pa
ra marcar diferencia, el Presidente Macri llevó una comitiva a la reunión que
en nada ayudó a recomponer relaciones.
El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, según los analistas vaticanos, es un hom
bre que recibe directivas del establishment empresarial y condiciona a Ma
cri en la toma de decisiones. A Peña y a Durán Barba los consideran los peo
res asesores que tiene el presidente argentino. También lo acompañó la go
bernadora de Tierra del Fuego, parienta lejana del Cardenal Bertone, un
hombre fuerte de la Iglesia que comandaba el papa Benedicto XVI, en las
sombras un enemigo de Francisco.
El gobernador de Salta fue con entusiasmo al encuentro, por su condición
de católico practicante, y se encontró con el pedido del Secretario de Es
tado del Vaticano, el cardenal Parolin, quien le mencionó un informe del
Obispo de Orán, sobre el narcotráfico; un mal tra-go para Urtubey, que re
percutió negativamente en la reunión.
Pero eso es sólo lo aparente, y, como todo en Roma, los gestos son una
parte de la cuestión; la realidad siempre pasa inadvertida, salvo para aque
llos que cuentan con la información real; la gente del Presidente no la te
nía, por consiguiente, lo asesoraron erróneamente.
El arreglo con el fondo buitre que representa Paul Singer no es una disputa
, como lo denuncian los medios, por cuanto es un tema que se arregló pre
vio a la jura de Macri como Presidente, y que va más allá del pago de los bo
nos que están en el juzgado de Griesa; eso solo es un negocio.
Existe un pedido de ayuda a Paul Singer, originado en que es el mayor con
tribuyente del partido republicano, pero también es un hombre fuerte en el
nuevo gobierno de Israel, donde Macri salió a pedir ayuda. El poder de lo
bby de Singer hace que sea un hombre necesario para la colocación de
nueva deuda argentina en el mundo; con Singer en contra, poco se puede
hacer.
Pero el favor que pidieron los republicanos no es menor. Muchos dicen en
tre bambalinas que el pedido pasaba por la detención del ex canciller Timer
man, de mínima, o de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, de
máxima. Detenciones que deben ser por el tema Nisman o por la causa del
convenio con Irán; necesitan elementos para volcar en la campaña presi
dencial norteamericana.
El Papa Francisco sueña con pacificar el mundo, pero el Pre-sidente de su
propio país hace alianzas con aquellos que sólo buscan un beneficio eco
nómico a través de la venta de armas; esto se escuchó decir en los pasillos vaticanos.
Es una disputa que muchos de los hombres de Macri no alcanzaron a ver
, pero que en el contexto mundial marca tendencia. El frío recibimiento de
Francisco le va a costar muy caro al Presidente argentino en su salida a
la conquista de mercados. Pero, como en toda guerra, las consecuencias
siempre las paga el pueblo.
*Director de Revista La Tecla
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