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jueves, 20 de octubre de 2016

La UCR le impidió al Gobierno ampliar la cantidad de Diputados

LPONegri frustró un acuerdo para agregar 70 bancas. Y no aportó votos 
para impedir cortar boleta en primarias.
La UCR empezó a ponerles límites a sus socios del PRO y en la sesión
 de iputados de este miércoles contribuyó a frenar dos jugadas del Go
bierno en el debate de la reforma política: impedir que se vote a más de
 un partido en las primarias y agregar 70 bancas en la Cámara baja.
La primera medida formaba parte del dictamen del proyecto y sólo te
nía aval del Frente Renovador, que le permitía a Cambiemos quedar cer
ca de los 129 votos necesarios para cambiar el Código electoral.
Como adelantó LPO, el negociador del PRO Pablo Tonelli apostaba a 
sumar alguna contribución a los partidos provinciales para llegar al nú
mero.
Aconsejado por el director de Asuntos Políticos Adrián Pérez, propuso
 que el visor de las máquinas ofrezca votar boleta completa o por cate
goría, con la posibilidad de optar por un partido provincial que no tenga
 ofertas nacionales.
Tonelli intercambió borradores con sus pares del Movimiento Popular 
Neuquino (MPN), el Frente Cívico de Santiago y el Frente Renovador de
 la Concordia de Misiones, pero la negociación se le complicó más cuan
do miro para adentro de su interbloque: en plena sesión, el radical pam
peano Francisco Torroba (UCR) anticipó su rechazo a cerrar las internas.
“Esta redacción afecta no solamente los derechos de los partidos políti
cos, sino también, por el carácter obligatorio de las PASO, el derecho 
de los ciudadanos”, anticipó Torroba.
Sus argumentos fueron similares a los expresados por el salteño Pablo 
Kosiner, del bloque Justicialista, ladero del gobernador Juan Manuel Ur
tubey, máximo detractor de impedir el corte de boleta en las primarias.
Torroba no estaba solo entre los radicales: el mendocino Luis Borsani, 
Ricardo Alfonsín y el santafesino Hugo Marcucci también exigían no al
ternar las primarias.
El mayor temor en la UCR era que este esquema aleje a sus candidatos 
locales de un electorado independiente, no tan conforme con la gestión
 de Mauricio Macri.
Negri los escuchó y anticipó a su coterráneo Nicolás Massot que no me
nos de seis correligionarios se irían no ayudarían a votar ese artículo.
Fue un golpe bajo para Tonelli, quien siempre se negó a cambiar este
 artículo en Comisión, pese a no contar nunca con la certeza de los 129 
votos. “Iremos a todo o nada”, amenazaba. Y fue nada.
Siempre hábil, en su discurso de cierre Graciela Camaño sorprendió a 
desmarcar a su bloque de esta idea, aun cuando fue la única fuerza opo
sitora en acompañarla.
“Queremos que se modifique el tema de las primarias cerradas porque 
evidentemente el consenso de los discursos así lo señala", anunció.
Tonelli no podía creer lo que escuchaba: el massismo había firmado el 
dictamen, pero ante su fracaso para juntar el número, prefería olvidarlo.
“¿Cuántos votos tenes?”, lo increpó de inmediato a Juan Brugge, el cor
dobés del partido demócrata cristiano aliado al Frente Renovador, uno 
de los negociadores de la ley.
Pronto supieron que estaban no menos de quince votos abajo y no llega
ban ni siquiera convenciendo a los partidos provinciales. El tiro de gra
cia fue de los radicales.
De hecho, sin el bloque Justicialista, Tonelli alcanzó 132 votos para po
ner a los partidos provinciales visibles en la oferta electoral de las pan
tallas, pero no tuvo ese número para cerrar las internas.
“Voy a proponer al artículo 39 de la ley 26.571 ‑en este caso se trata del
 artículo 24‑, sugiero la siguiente redacción: ‘Cada elector emitirá un (1) 
solo voto por cada categoría de cargos a elegir’ Se suprime el párrafo 
siguiente”, se resignó.
La oración eliminada decía que sólo se podía elegir “dentro del mismo 
acuerdo electoral o agrupación política”. No pudo ser.
Siguen 257 diputados
Eran las 11 de la noche, habían pasado 8 horas de debate y Massot y 
Sergio Massa negociaban ampliar la composición de la Cámara de Dipu
tados de 257 a 327 bancas, como viene planteando Emilio Monzó.
El argumento no es otro que la ampliación de la población, pero el di
lema más grande es cómo plantearlo a la opinión pública, siempre rea
cia a mejorar las condiciones de los diputados.
Para calmar el rechazo, pensaban en aclarar en que se utilizarían los 
fondos de la Cámara ya previstos en el presupuesto 2017.
A Monzó y a Massa les interesa por una sencilla razón: de los 70 dipu
tados nuevos, 30 serían bonaerenses.
Massot improvisó una negociación con el camporista Marcos Cleri y
 otros miembros del Frente para la Victoria. A todos buscaba conven
cer con el número de bancas que sumaría su provincia.
Pero Negri no lo dejó avanzar. “De ninguna manera vamos a aprobar 
esto de madrugada”, lo frenó, en medio de una mini reunión radical 
en su despacho. Lo escuchaban Miguel Bazze, Diego Mestre, Gabriela
 Burgos, Olga Rista, Miguel Nanni y Carla Carrizo, entre otros.
Además del impacto en la opinión pública, los radicales saben que aun
que haya más bancas a repartir difícilmente sean beneficiados con más
 lugares en las listas de Cambiemos. “En vez de tener 2 diputados por
 Buenos Aires, vamos a tener 3”, bromeaban.
Cuando cerró el debate, Negri aprovechó para sacar pecho y corregir
 al kirchnerista Juan Cabandié. “Acá nunca llegó un proyecto que ha
cía optativo el voto en las primarias”, aclaró. El ex legislador porteño
 sabía que era la idea original y los radicales la abortaron. Fue su pri
mer contrapunto.

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