El grupo de Guardavidas de Lucila del Mar anunció que gracias a la
colaboración de la gente, a través de las fiestas que realizan en el
Balneario El Olimpo, fue posible la adquisición de elementos de
seguridad y salvataje para la playa de dicha localidad, incluyendo la
compra de un desfibrilador externo automático, el cual sin dudas es
una herramienta más que fundamental en muchos rescates que se
realizan en la playa.
colaboración de la gente, a través de las fiestas que realizan en el
Balneario El Olimpo, fue posible la adquisición de elementos de
seguridad y salvataje para la playa de dicha localidad, incluyendo la
compra de un desfibrilador externo automático, el cual sin dudas es
una herramienta más que fundamental en muchos rescates que se
realizan en la playa.
Durante una entrevista ofrecida para FM Opinión, el guardavidas de
Lucila del Mar Gastón Angeleri, informó cuáles han sido los elemen
tos que en los últimos días han podido sumar en los puestos de guar
davidas de dicha localidad, los
cuales fue posible comprar gracias al aporte que realiza la gente. Por
ello, Angeleri resaltó que en estos momentos “estamos muy
contentos y muy agradecidos de la gente de Lucila del Mar”, ya que
señaló que “gracias a ellos, a lo largo de estos años y puntualmente
estos últimos dos años, logramos recaudar un cierto monto de dinero
para comprar cosas que nosotros veíamos necesarias y queríamos
llegar a tener”, por lo que aseguró que “en estos últimos dos años
hemos logrado muchísimo”. Lo cierto es que para recaudar fondos, en
los últimos dos años los guardavidas de Lucila del Mar realizan una
serie de fiestas familiares durante la temporada, las cuales tienen su
epicentro en el tradicional balneario El Olimpo. En este aspecto, sobre
dichas fiestas, Angeleri mencionó: “En enero hacemos tres o cuatro
fiestas y en febrero hacemos tres fiestas, y es una fiesta familiar porqu
la idea de la fiesta es que venga toda la familia; la idea es que la gente
venga, disfrute y que
colabore con los guardavidas”. En lo que respecta al origen esta
iniciativa, Gastón Angeleri comentó: “La idea surgió hace dos años,
de hacer una fiesta o remontar una fiesta que ya venía y que hace
muchos años que se dejó de hacer, y la hicimos para recaudar fondos
para comprar elementos para la playa, no solamente roscas o torpedos,
que es lo que la gente conoce, si no ir un poquito más allá”.
Precisamente, con lo que se logró recaudar en los últimos dos años,
los guardavidas de Lucila del Mar pudieron adquirir diferentes
elementos, entre los cuales Angeleri puntualizó que “se compraron
binoculares, handies para cada puesto, tensiómetros, pulsímetros,
cuatro tubos de oxígeno completos vía aérea para cubrir toda la playa”
, pero sin dudas aseguró que la mayor aspiración se centraba en la com
pra de un desfibrilador externo automático (DEA), sobre lo cual señaló
que “parecía algo imposible por una cuestión de costos, porque tiene un
costo de casi 40.000 pesos”. Sin embargo, Angeleri informó que
finalmente con el dinero recaudado “en el día de ayer (por el miércoles)
pudimos cerrar con un proveedor”, y de esta forma poder concretar la
compra de “el primer desfibrilador para Lucila del Mar”, lo cual el guar
davidas consideró como un elemento “fundamental”. En este aspecto,
comentó: “Muchas veces al sacar a las personas se producen paros
cardíacos, no hablamos de un porcentaje muy alto pero esto sucede,
y hay prueba que en otros sectores que tienen desfibriladores en el lugar
han sacado víctimas y con los desfibriladores el porcentaje de vida es
muy alto. Acá los Bomberos de San Bernardo cuentan con la ambulancia
con desfibrilador, pero los tiempos de arribos son entre 7 y 8 minutos
dependiendo la ubicación de las ambulancias, así que con un
desfibrilador estando por debajo de los 2 minutos la chance de sobre
vida es altísima”. En esta misma línea, Angeleri agregó: “Es
fundamental. Hoy en todas las playas del mundo, en los shoppings,
en los comercios hay un DEA, sabemos que es de vital importancia y
por eso decidimos postergar algunas compras, que tal vez hacían falta,
pero teníamos que llegar a este objetivo, y obviamente no quedarnos
con esto, porque la idea es tener otro DEA para poder cubrir al cien
r cien toda Lucila”. Cabe destacar que el operativo de seguridad en
playa que se realiza actualmente en la zona de Lucila del Mar, según
precisó Angeleri, cuenta con un total de “13 mangrullos, que deben ser aproximadamente 1700 o 2000 metros aproximadamente”, y en cada
una de las torres trabajan “dos guardavidas”, quienes cubren el turnos
“de 9 de la mañana a 8 de la noche”. Lic. Graciela Marker
Lucila del Mar Gastón Angeleri, informó cuáles han sido los elemen
tos que en los últimos días han podido sumar en los puestos de guar
davidas de dicha localidad, los
cuales fue posible comprar gracias al aporte que realiza la gente. Por
ello, Angeleri resaltó que en estos momentos “estamos muy
contentos y muy agradecidos de la gente de Lucila del Mar”, ya que
señaló que “gracias a ellos, a lo largo de estos años y puntualmente
estos últimos dos años, logramos recaudar un cierto monto de dinero
para comprar cosas que nosotros veíamos necesarias y queríamos
llegar a tener”, por lo que aseguró que “en estos últimos dos años
hemos logrado muchísimo”. Lo cierto es que para recaudar fondos, en
los últimos dos años los guardavidas de Lucila del Mar realizan una
serie de fiestas familiares durante la temporada, las cuales tienen su
epicentro en el tradicional balneario El Olimpo. En este aspecto, sobre
dichas fiestas, Angeleri mencionó: “En enero hacemos tres o cuatro
fiestas y en febrero hacemos tres fiestas, y es una fiesta familiar porqu
la idea de la fiesta es que venga toda la familia; la idea es que la gente
venga, disfrute y que
colabore con los guardavidas”. En lo que respecta al origen esta
iniciativa, Gastón Angeleri comentó: “La idea surgió hace dos años,
de hacer una fiesta o remontar una fiesta que ya venía y que hace
muchos años que se dejó de hacer, y la hicimos para recaudar fondos
para comprar elementos para la playa, no solamente roscas o torpedos,
que es lo que la gente conoce, si no ir un poquito más allá”.
Precisamente, con lo que se logró recaudar en los últimos dos años,
los guardavidas de Lucila del Mar pudieron adquirir diferentes
elementos, entre los cuales Angeleri puntualizó que “se compraron
binoculares, handies para cada puesto, tensiómetros, pulsímetros,
cuatro tubos de oxígeno completos vía aérea para cubrir toda la playa”
, pero sin dudas aseguró que la mayor aspiración se centraba en la com
pra de un desfibrilador externo automático (DEA), sobre lo cual señaló
que “parecía algo imposible por una cuestión de costos, porque tiene un
costo de casi 40.000 pesos”. Sin embargo, Angeleri informó que
finalmente con el dinero recaudado “en el día de ayer (por el miércoles)
pudimos cerrar con un proveedor”, y de esta forma poder concretar la
compra de “el primer desfibrilador para Lucila del Mar”, lo cual el guar
davidas consideró como un elemento “fundamental”. En este aspecto,
comentó: “Muchas veces al sacar a las personas se producen paros
cardíacos, no hablamos de un porcentaje muy alto pero esto sucede,
y hay prueba que en otros sectores que tienen desfibriladores en el lugar
han sacado víctimas y con los desfibriladores el porcentaje de vida es
muy alto. Acá los Bomberos de San Bernardo cuentan con la ambulancia
con desfibrilador, pero los tiempos de arribos son entre 7 y 8 minutos
dependiendo la ubicación de las ambulancias, así que con un
desfibrilador estando por debajo de los 2 minutos la chance de sobre
vida es altísima”. En esta misma línea, Angeleri agregó: “Es
fundamental. Hoy en todas las playas del mundo, en los shoppings,
en los comercios hay un DEA, sabemos que es de vital importancia y
por eso decidimos postergar algunas compras, que tal vez hacían falta,
pero teníamos que llegar a este objetivo, y obviamente no quedarnos
con esto, porque la idea es tener otro DEA para poder cubrir al cien
r cien toda Lucila”. Cabe destacar que el operativo de seguridad en
playa que se realiza actualmente en la zona de Lucila del Mar, según
precisó Angeleri, cuenta con un total de “13 mangrullos, que deben ser aproximadamente 1700 o 2000 metros aproximadamente”, y en cada
una de las torres trabajan “dos guardavidas”, quienes cubren el turnos
“de 9 de la mañana a 8 de la noche”. Lic. Graciela Marker
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