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Con esta intención, el MORENA se reunirá el próximo miércoles a la tarde en el hotel Savoy de esta Capital para delinear la estrategia que llevará a la Convención Nacional del 18 y 19 de noviembre donde planteará que por consenso se elija a Casella al frente del Comité Nacional por el período de un año, informaron a Télam fuentes del sector.
El reemplazante de Ernesto Sanz al frente de la UCR debe elegirse en el plenario de delegados al Comité Nacional que está previsto para el 16 de diciembre, pero la "transición" que ejercería Casella permitiría ordenar al partido tras la derrota electoral hasta la reforma de la Carta Orgánica que prevé la elección directa del presidente por parte de los afiliados, según los alfonsinistas.
En tanto, desde el sector de Julio Cobos se impulsa la candidatura a la presidencia partidaria de Sandra Rioboo, que fue vetada por el senador Gerardo Morales ya que la dirigente se postuló en la provincia de Buenos Aires por la lista del Frente Amplio Progresista en las pasadas elecciones y se la considera desafiliada de la UCR.
Los convencionales nacionales cobistas Fernando Blanco Muiño, Federico Domenniani y Diego Barovero criticaron las declaraciones de Gerardo Morales vetando a Rioboo.
En ese sentido, expresaron que "resulta sorprendente que Gerardo Morales , autor intelectual y material del fracaso electoral del pasado 23 de octubre pretenda vetar afiliados que concitan la voluntad de cambio y renovación partidaria que necesitamos".
"No tiene autoridad moral para imponer normas de conducta, ni alegar reglamentaciones cuando él mismo y su grupo violentaron reiteradas veces la carta orgánica partidaria e impulsaron la candidatura de Ricardo Alfonsín sin la aprobación de la Convención Nacional ", afirmaron en una declaración.
Sostuvieron que "es inaceptable que Morales asuma el papel de `celador` de la UCR definiendo quién puede y quién no puede ser candidato a algo, arrogándose una potestad que nadie le otorgó.
Pretende asumir el rol de juez cuando en realidad es parte del conflicto, ya que claramente anunció su voluntad de ser nuevamente presidente del radicalismo pese a todas las claudicaciones de que es responsable".
Ayer, unos 200 dirigentes de la Unión Cívica Radical se reunieron en la ciudad bonaerense de Tandil para analizar el futuro del partido, en el marco de una asamblea de la que participaron el ex candidato presidencial Ricardo Alfonsín y el titular del Comité bonaerense, Miguel Bazze, quien aseguró que la sociedad todavía "no reconoce en el radicalismo condiciones para gobernar".
En ese marco, Bazze cuestionó además el acuerdo electoral entre Alfonsín y Francisco De Narváez en la provincia de Buenos Aires, asegurando que "no dio los resultados esperados y que por el contrario generó más inconvenientes de lo imaginado".
En la asamblea, enmarcada en un encuentro de la Quinta Sección Electoral bonaerense, estuvieron presentes además el presidente de la convención provincial, Mauricio Esponda; los intendentes Miguel Lunghi, Daniel Molina y Liliana Denot; y los legisladores Ricardo Jano y Carlos Fernández, entre otros.
Según voceros partidarios, en el encuentro Bazze indicó que a pesar de la situación la UCR "tiene que demostrar al país que estamos en condiciones de hacerlo mejor, que hay un gran desafío y que esto no se resuelve en una campaña electoral, sino debatiendo, asumiendo posiciones y trasladándolas al conjunto de la población".
Según indicaron, durante las distintas exposiciones se criticó con dureza la actitud de algunos dirigentes calificados de "oportunistas", dado que "unos meses antes de la elección apoyaban candidatos que proponían acordar con De Narváez y después criticaron para posicionarse en la interna".
Otro candidato a presidir la UCR es el actual intendente de Santa Fe, Mario Barletta, respaldado por varios intendentes radicales que se reunieron la semana pasada en Córdoba para hacer público su apoyo.
Sin embargo, Barletta no es delegado al plenario del Comité Nacional, condición indispensable -por lo menos hasta ahora- para postularse al cargo de titular partidario.
Por este motivo, el alfonsinismo considera que tanto Rioboo como Barletta no presentan condiciones para presidir la UCR y que Casella es el más indicado para encabezar la "transición" por consenso hasta que -una vez reformada la Carta Orgánica- los afiliados decidan por voto directo quién conducirá los destinos del partido.
El reemplazante de Ernesto Sanz al frente de la UCR debe elegirse en el plenario de delegados al Comité Nacional que está previsto para el 16 de diciembre, pero la "transición" que ejercería Casella permitiría ordenar al partido tras la derrota electoral hasta la reforma de la Carta Orgánica que prevé la elección directa del presidente por parte de los afiliados, según los alfonsinistas.
En tanto, desde el sector de Julio Cobos se impulsa la candidatura a la presidencia partidaria de Sandra Rioboo, que fue vetada por el senador Gerardo Morales ya que la dirigente se postuló en la provincia de Buenos Aires por la lista del Frente Amplio Progresista en las pasadas elecciones y se la considera desafiliada de la UCR.
Los convencionales nacionales cobistas Fernando Blanco Muiño, Federico Domenniani y Diego Barovero criticaron las declaraciones de Gerardo Morales vetando a Rioboo.
En ese sentido, expresaron que "resulta sorprendente que Gerardo Morales , autor intelectual y material del fracaso electoral del pasado 23 de octubre pretenda vetar afiliados que concitan la voluntad de cambio y renovación partidaria que necesitamos".
"No tiene autoridad moral para imponer normas de conducta, ni alegar reglamentaciones cuando él mismo y su grupo violentaron reiteradas veces la carta orgánica partidaria e impulsaron la candidatura de Ricardo Alfonsín sin la aprobación de la Convención Nacional ", afirmaron en una declaración.
Sostuvieron que "es inaceptable que Morales asuma el papel de `celador` de la UCR definiendo quién puede y quién no puede ser candidato a algo, arrogándose una potestad que nadie le otorgó.
Pretende asumir el rol de juez cuando en realidad es parte del conflicto, ya que claramente anunció su voluntad de ser nuevamente presidente del radicalismo pese a todas las claudicaciones de que es responsable".
Ayer, unos 200 dirigentes de la Unión Cívica Radical se reunieron en la ciudad bonaerense de Tandil para analizar el futuro del partido, en el marco de una asamblea de la que participaron el ex candidato presidencial Ricardo Alfonsín y el titular del Comité bonaerense, Miguel Bazze, quien aseguró que la sociedad todavía "no reconoce en el radicalismo condiciones para gobernar".
En ese marco, Bazze cuestionó además el acuerdo electoral entre Alfonsín y Francisco De Narváez en la provincia de Buenos Aires, asegurando que "no dio los resultados esperados y que por el contrario generó más inconvenientes de lo imaginado".
En la asamblea, enmarcada en un encuentro de la Quinta Sección Electoral bonaerense, estuvieron presentes además el presidente de la convención provincial, Mauricio Esponda; los intendentes Miguel Lunghi, Daniel Molina y Liliana Denot; y los legisladores Ricardo Jano y Carlos Fernández, entre otros.
Según voceros partidarios, en el encuentro Bazze indicó que a pesar de la situación la UCR "tiene que demostrar al país que estamos en condiciones de hacerlo mejor, que hay un gran desafío y que esto no se resuelve en una campaña electoral, sino debatiendo, asumiendo posiciones y trasladándolas al conjunto de la población".
Según indicaron, durante las distintas exposiciones se criticó con dureza la actitud de algunos dirigentes calificados de "oportunistas", dado que "unos meses antes de la elección apoyaban candidatos que proponían acordar con De Narváez y después criticaron para posicionarse en la interna".
Otro candidato a presidir la UCR es el actual intendente de Santa Fe, Mario Barletta, respaldado por varios intendentes radicales que se reunieron la semana pasada en Córdoba para hacer público su apoyo.
Sin embargo, Barletta no es delegado al plenario del Comité Nacional, condición indispensable -por lo menos hasta ahora- para postularse al cargo de titular partidario.
Por este motivo, el alfonsinismo considera que tanto Rioboo como Barletta no presentan condiciones para presidir la UCR y que Casella es el más indicado para encabezar la "transición" por consenso hasta que -una vez reformada la Carta Orgánica- los afiliados decidan por voto directo quién conducirá los destinos del partido.
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