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sábado, 11 de agosto de 2012

Luego de estatizar Ciccone, Cristina intenta resucitar la imagen de Boudou


La presidenta ordenó levantar la figura del vicepresidente, golpeado tras quedar implicado en un supuesto tráfico de influencias por la quiebra la ex Ciccone Calcográfica. Por eso dispuso expropiar la empresa y lo sienta a su lado en cada acto oficial. El acuerdo gremial que lo dejó bien parado en el Senado.

Cristina Kirchner instruyó al Gabinete y a su equipo político a reconstruir la imagen de Amado Boudou, marginado del Gobierno tras quedar implicado en la polémica quiebra de la ex Ciccone Calcográfica. 
La tarea abarca a ministros y dirigentes que integran el circuito más cercano de la presidenta. Y se inició con la decisión de Cristina de expropiar a la ex Ciccone, la primera intervención del Gobierno en la empresa que complicó al vicepresidente, en la justicia y en la política.

La intensa agenda de este viernes refleja su nueva etapa. Fue a un centro de jubilados de Mendoza junto al titular de la Anses, Diego Bossio y volvió como un rayo para participar de una reunión de Julio de Vido con intendentes bonaerenses de la quinta sección electoral.

El equipo de Boudou no cambió. Su amigo y socio José María Núñez Carmona sigue siendo el jefe operativo, aun cuando su nombre quedó implicado en la causa Ciccone. “Es como su jefe, no se puede ir”, dicen quienes conocen su circuito.

El otro hombre fuerte del vicepresidente es el secretario administrativo del Senado, Juan Horacio “Juachi” Zabaleta.

El ingreso del vicepresidente al Senado fue caótico. La Asociación Personal Legislativo (APL) lo acusó de intentar despidos masivos y habrían sido quienes filtraron la información sobre las ostentosas remodelaciones que Boudou hizo en su despacho.
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Bouodu en la reunión de De Vido con intendentes bonaerenses.

Boudou logró reconstruir la relación con APL, a través de su titular, Norberto Di Próspero. Su relación con el bloque oficialista también empezó accidentado: en febrero tuvo un duro cruce con Miguel Pichetto, cuando intentó imponer al camporista Sabino Vaca Narvaja como prosecretario administrativo, en lugar del fueguino Mario Daniele.

Ahora todos deben alinearse detrás de su figura. El jueves Pichetto deberá defenderlo en la sesión que aprobará la expropiación de la ex Ciccone. Lo mismo harán los diputados dos semanas más tarde.

Como parte de su estrategia, Cristina se ocupa de tenerlo cerca en cada presentación púbica, si es posible, a su lado. Tuvo su lugar en el acto de YPF de Ensenada y mantendrá esa exposición. La Presidenta acaso cree que es posible transferirle algo de su buena imagen.

Sin embargo, aún cuando la estatización de Ciccone desinfla el escándalo, el trámite judicial continúa al igual que la causa por presunto enriquecimiento contra él como contra su novia, en la que el fiscal Jorge di Lello incorporó esta semana sus declaraciones juradas. Pero todavía no sufrió ningún fallo adverso.

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