El anuncio de Cristina tuvo reacciones dispares en los mercados. "Es la cosa más pragmática que podría haber hecho", dijo Alberto Bernal, analista de Bulltick. "Nadie en su sano juicio renunciará a la protección de Nueva York", opinó Jorge Piedrahita, de Torino Capital LLC. El dueño del fondo Fintech Advisory destacó que es una "solución" para los bonistas no litigantes.
El anuncio de Cristina Kirchner sobre la reapertura del canje de deuda y el cambio de jurisdicción para el pago de los bonistas que ya ingresaron a la reestructuración generó reacciones dispares en Wall Street, donde los operados elogiaron el nuevo guiño a los acreedores pero pusieron en duda el pago a través de la Caja de Valores de Buenos Aires.
Entre las voces que se refirieron al anuncio de la presidenta argentina, Alberto Bernal fue uno de los que destacó la decisión. "Esta es la cosa más pragmática que podría haber hecho", indicó el jefe de investigación de Bulltick Capital Markets en Miami. "Es una buena noticia para los bonos porque muestra total disposición a pagar, aún cuando Argentina está tratando de eludir los tribunales estadounidenses", señaló en diálogo con Bloomberg.
En cambio, Jorge Piedrahita, director ejecutivo de Torino Capital LLC en Nueva York, le dijo al mismo medio que "nadie en su sano juicio renunciará a la protección de Nueva York". Además, consideró que "los pagos serían fácilmente embargados por Elliott (el fondo buitre que comenzó el juicio en Estados Unidos)".
El diario Clarín consultó también al analista financiero Joshua Rosner, director de Graham Fisher & Co., que consideró que el anuncio sobre los bonos bajo legislación argentina “es un suicidio”. “Lo que le están diciendo a los miembros del máximo tribunal es que no están dispuestos a acatar un fallo de la justicia estadounidense a menos que sea favorable para la Argentina, y que si no lo es ya tienen la manera de soslayarlo”, indicó.
En tanto, un operador de un banco de inversión cuestionó que esta medida no se haya anunciado antes. “Eso legalmente hubiera tenido valor. La Corte de Apelaciones mencionó a la “Ley cerrojo” como uno de los elementos que violaron la cláusula de pari passu”, afirmó. Además, consideró que los holdouts no acertarán el nuevo canje, pero que entre un 60 y 70 por ciento de los tenedores de bonos reestructurados sí aceptarán canjear los bonos bajo legislación argentina. “No van a tener mucha opción”, concluyó.
Otra mirada positiva sobre el anuncio la tiene David Martínez, el dueño del fondo Fintech Advisory y propietario del 40% de Cablevisión. Martínez fue noticia a fines del año pasado cuando se presentó ante el AFSCA para adecuar a la Ley de Medios sus acciones en la empresa del Grupo Clarín.
“Los bonistas y las terceras partes también estamos hartos de todo esto y ésta es una solución”, le dijo el dueño de Fintech Advisory al diario El Cronista. “Nosotros entraríamos a un canje por ley local porque elimina la incertidumbre de la ley Nueva York. Creo que la reacción del Gobierno es oportuna”, agregó.
“Hay mucha que quedó varada y que no está en el grupo de litigantes. La Corte tampoco los acogió, son holdouts desamparados, a los que la Corte no defiende porque no son litigantes y no tienen los bolsillos para pagar abogados. Pero claro que este tercer canje no es de esperar que tenga impacto en los demandantes”, explicó Martínez.
Ayer, el director de la consultora ACM, Maximiliano Castillo Carrillo, le dijo a LPO que para hacer el canje el Gobierno va a necesitar un agente colocador global. “No creo que ningún banco internacional acepte participar si hay una restricción judicial de por medio”. Fuentes del mercado agregaron que difícilmente las colocadoras globales elijan a la Argentina ante la falta de dólares que sufre el país.
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