Ayer el Banco Mundial pronosticó un 4% de crecimiento para la Argentina, y el FMI habla de un 3,5%. Cifras para nada despreciables en medio del cepo cambiario y la inflación. Entre los privados los números son más pesimistas, pero cuando el año termina las consultoras suelen ajustar al alza.
Ayer el Banco Mundial sorprendió con un pronóstico positivo para la Argentina. El organismo proyecta para el país un crecimiento del 4%, una cifra que incluso está por arriba del 3,5% que difundió el FMI.
Claramente los números no son tan exagerados como los que mostró el Indec, o los que aparecen en el Presupuesto 2014, siempre por arriba del 5%. Sin embargo, es una tasa de crecimiento para nada despreciable, en medio de las críticas por el cepo al dólar, la inflación o la crisis energética, por sólo nombrar algunas de las más repetidas entre los economistas.
Los estudios privados son más pesimistas y por lo general le ponen un techo del 3%, salvo algunas excepciones. Pero hay que tener en cuenta que a fin de año suelen ajustar al alza el crecimiento y terminan cerrando en un valor superior al de sus pronósticos iniciales.
El Estudio Bein, por ejemplo, habla de una suba del 4%. Y la consultora de Orlando Ferreres ya calculó un 3% de crecimiento para los primeros ocho meses del año. Por su parte, Econométrica y Quantum Finanzas hablan de un 3,1%.
El panorama para el 2014 luce un poco más complejo, en donde ya habría un tope del 2,5%, según los analistas. Es un crecimiento modesto, menor al año anterior-lo cual muestra un desaceleramiento- pero es una cifra digna. No hay a la vista un escenario recesión o de pérdida de empleo, la variable que más preocupa al gobierno.
En diálogo con LPO, la economista de Abeceb.com Soledad Pérez Duhalde mencionó las causas del repunte registrado este año. Para la consultora dirigida por Dante Sica, el año podría cerrar con un crecimiento arriba del 3%.
“Impulsaron Brasil, el agro, y las políticas expansivas del gobierno a partir de junio”, explicó la analista. “A partir de mayo, también empezaron a influir positivamente las paritarias”, agregó.
“Hay una heterogenedidad enorme, algunos sectores suben y otros bajan”, contó. En ese sentido, aseguró que “si sacas el rubro automotriz, la industria cae, mientras que las economías regionales se desplomaron”.
Por otro lado, “el turismo y el consumo de bienes durables volaron: sobre todo electrodomésticos y autos”, dijo. “Este año no fue malo”, afirmó.
Por otro lado, como el año pasado la economía creció menos (Brasil se estancó y la sequía redujo la cosecha), los indicadores se comparan con un piso menor, que hace que la economía rebote.
Para Pérez Duhalde, el año que viene el gobierno tendrá menos margen para hacer política, ya que no será un año eleccionario y, además, se agudizará la restricción externa vía pagos de deuda, turismo y déficit energético, y Brasil no traccionará tanto.
Pero lo cierto es que ni el año pasado, cuando la economía creció menos, ni en el 2009 cuando golpeó la crisis mundial, Cristina restringió las políticas sociales, sino que las mantuvo, en su objetivo de fogonear el consumo.
Hernán Lacunza, de la consultora Empiria comentó que “la Argentina entró en un rango de crecimiento bajo, en donde el crecimiento lo define el clima”. Así, el PBI oscilaría entre 0 y 2,5 o 3 por ciento como máximo, dependiendo de cómo fue la cosecha.
Para Lacunza este año cerraría en un 2,8% y el 2014 el crecimiento caería al 1,5%. “La economía crecerá por la diferencia del sector agrícola”, sostuvo.
Claramente los números no son tan exagerados como los que mostró el Indec, o los que aparecen en el Presupuesto 2014, siempre por arriba del 5%. Sin embargo, es una tasa de crecimiento para nada despreciable, en medio de las críticas por el cepo al dólar, la inflación o la crisis energética, por sólo nombrar algunas de las más repetidas entre los economistas.
Los estudios privados son más pesimistas y por lo general le ponen un techo del 3%, salvo algunas excepciones. Pero hay que tener en cuenta que a fin de año suelen ajustar al alza el crecimiento y terminan cerrando en un valor superior al de sus pronósticos iniciales.
El Estudio Bein, por ejemplo, habla de una suba del 4%. Y la consultora de Orlando Ferreres ya calculó un 3% de crecimiento para los primeros ocho meses del año. Por su parte, Econométrica y Quantum Finanzas hablan de un 3,1%.
El panorama para el 2014 luce un poco más complejo, en donde ya habría un tope del 2,5%, según los analistas. Es un crecimiento modesto, menor al año anterior-lo cual muestra un desaceleramiento- pero es una cifra digna. No hay a la vista un escenario recesión o de pérdida de empleo, la variable que más preocupa al gobierno.
En diálogo con LPO, la economista de Abeceb.com Soledad Pérez Duhalde mencionó las causas del repunte registrado este año. Para la consultora dirigida por Dante Sica, el año podría cerrar con un crecimiento arriba del 3%.
“Impulsaron Brasil, el agro, y las políticas expansivas del gobierno a partir de junio”, explicó la analista. “A partir de mayo, también empezaron a influir positivamente las paritarias”, agregó.
“Hay una heterogenedidad enorme, algunos sectores suben y otros bajan”, contó. En ese sentido, aseguró que “si sacas el rubro automotriz, la industria cae, mientras que las economías regionales se desplomaron”.
Por otro lado, “el turismo y el consumo de bienes durables volaron: sobre todo electrodomésticos y autos”, dijo. “Este año no fue malo”, afirmó.
Por otro lado, como el año pasado la economía creció menos (Brasil se estancó y la sequía redujo la cosecha), los indicadores se comparan con un piso menor, que hace que la economía rebote.
Para Pérez Duhalde, el año que viene el gobierno tendrá menos margen para hacer política, ya que no será un año eleccionario y, además, se agudizará la restricción externa vía pagos de deuda, turismo y déficit energético, y Brasil no traccionará tanto.
Pero lo cierto es que ni el año pasado, cuando la economía creció menos, ni en el 2009 cuando golpeó la crisis mundial, Cristina restringió las políticas sociales, sino que las mantuvo, en su objetivo de fogonear el consumo.
Hernán Lacunza, de la consultora Empiria comentó que “la Argentina entró en un rango de crecimiento bajo, en donde el crecimiento lo define el clima”. Así, el PBI oscilaría entre 0 y 2,5 o 3 por ciento como máximo, dependiendo de cómo fue la cosecha.
Para Lacunza este año cerraría en un 2,8% y el 2014 el crecimiento caería al 1,5%. “La economía crecerá por la diferencia del sector agrícola”, sostuvo.
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