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jueves, 7 de julio de 2011

La Argentina que se viene segun economistas argentinos

Cinco economistas repasan cómo estarán los principales indicadores una vez que culmine el actual mandato de Cristina Fernández. El detalle del dólar, la inflación, las inversiones y el gasto público
 
En los meses previos a un año electoral florecen las dudas respecto de cómo será el futuro del país. Cada candidato promete tomar un rumbo distinto, augurando un horizonte prometedor si se enfilan tras sus políticas.
Desde la oposición juran un presente desaprovechado y hablan de una necesidad imperiosa de cambio de timón. “Viento de cola”, “sojerización” y “coyuntura internacional” son sus principales argumentos.

En el oficialismo, por su parte, se cuelgan medallas unos a otros por los éxitos de la gestión y se endilgan haber sacado al país de “la peor debacle económica de su historia”. “Modelo social y económico”, “redistribución del ingreso” y “crecimiento sostenido” son las palabras que brotan del discurso K.
Se escuche la campana que se escuche, la renovación de las autoridades nacionales que habrá a fin de año estará acompañada de un complejo escenario macroeconómico.
La Tecla reunió a cinco especialistas en la materia para que aclaren el panorama actual y, además, puedan adelantar qué país recibirá quien se coloque la banda presidencial en diciembre.
Las inquietudes sobre la cotización del dólar, las formas en que se debe manejar
la inflación, los subsidios y el gasto público en general, y la problemática de la falta de inversiones, son los principales ejes de discusión.
En medio de tanta incertidumbre, especialistas económicos reflejan qué país queda después de la, al menos por ahora, segunda gestión kirchnerista al frente del ejecutivo nacional.

Jorge Colina

“Será un país con gran circulante de dólares, por el nivel de exportaciones”

El economista e investigador del Instituto para el Desarrollo Social de Argentina (IDESA) se anima a pronosticar qué país va a recibir aquel candidato que resulte vencedor en los comicios del 23 de octubre.

-¿Qué mercado cambiario recibirá el próximo gobierno?
-El mercado está afrontando un dólar futuro que no supera los 4,50 pesos. El problema de este año no es el riesgo de que el dólar suba mucho, sino que, por el contrario, el problema que se avecina es que suba poco.
La inflación encarece los costos de producción, y un dólar que no crece en consonancia con la inflación pone en aprietos a aquellas industrias que son más competitivas. Hay mucho circulante de dólar, debido a la comercialización de soja y el complejo automotor de Brasil, por eso se estanca su precio.

-¿Y la inflación?
-Es muy difícil pronosticarla, por los números del INDEC. Nosotros observamos una inflación del orden del 20 o 25 por ciento, y no creemos que se vaya a cambiar, porque las autoridades no la reconocen. La inflación no asumida por el Gobierno es un gran problema. Por encima del 20 por ciento, definitivamente, va a causar mucho daño; tanto a la población, porque pierde capacidad adquisitiva, como a la industria, porque le quita competitividad.

-¿Cómo son las inversiones?
-En el país hay inversión reproductiva, que es la que se destina a reemplazar maquinaria o modernizar algún sector dentro de los muy competitivos, como los complejos sojeros o automotriz. Lo que no se registran son nuevas inversiones, no hay noticias sobre la llegada de nuevos capitales con grandes inversiones. Desde ese punto de vista faltan inversiones. El país necesita que lleguen mucho más empresas de las que hay.

-¿El gasto público es un problema?
-Sí, y grave, ya que es difícil de controlar. Es cada vez más demandado por la población. Cuanto más tiempo se lleva dando subsidios, más difícil se hace después cambiar esta política. Porque cuanto más se da, más se retrasan las tarifas, y cuando esto ocurre, más costoso se hace después poder aumentarlas. La forma en las que se asignan los subsidios es poco transparente. El futuro gobierno deberá cambiar, en forma progresiva, esta política. Es solucionable, sólo se requiere voluntad política.
A medida que la soja y Brasil sigan aportándole dólares a la economía, este problema es solucionable. El problema real va a ser si se caen las exportaciones; aunque no se avecina un escenario de este tipo para este año y el que viene.

Aldo Abraham

“Es muy difícil de mantener el sistema de subsidios”

El director ejecutivo de la consultora económica Libertad y Progreso responde a La Tecla.

-¿Qué dólar recibirá la nueva gestión?
-Estará alrededor de los 4,20 y 4,25 pesos. Va a tender a crecer un poco más rápido, aunque no creo que se dispare. Eso no va a depender de las políticas del Gobierno, sino que está sujeto a lo que ocurra en el mundo, que hoy tiene una tendencia a la baja. Si esto se revierte vamos a tener una situación más complicada, pero no es lo previsible hasta entrado 2012.

-¿Con qué inflación se encontrará?
-Tenemos proyectada una inflación del 27%. Que el Estado no lo asuma es un problema para los argentinos, porque somos los que estamos pagando este impuesto inflacionario que cobra el Central para poder transferirle al Tesoro la cantidad de recursos que está necesitando. A mayor impuesto inflacionario, mayor pobreza.

-¿Se puede sostener este gasto público?
-Es muy difícil sostener el esquema de transferencia a empresas para subsidiar el consumo de la gente a valores de tarifas congeladas. La inflación hace difícil mantener los precios, porque la suba no es proporcional a los subsidios. Esto trae mayor presión sobre las erogaciones que hace el sector público.

-¿Faltan inversiones?
-Sí. El Gobierno pretende sacarles a los empresarios recursos por demás para hacer la distribución del ingreso, pero en muchos casos termina desincentivando la inversión. Debería haber mayor respeto por la libertad de empresas y más seguridad jurídica.

Jorge Vasconcelos

“Deben organizarse las expectativas de los agentes económicos”
El economista del Instituto de Estudios Regionales de América Latina (IERAL) de la fundación Mediterránea prevé un 2012 favorable en todos los escenarios, lo que le permitiría a cualquier gestión comenzar con un año relativamente accesible en materia económica.
-¿Cómo prevé que será el dólar futuro?
-La trayectoria para 2011-12 es algo bastante previsible: hasta octubre va a haber un deslizamiento muy moderado, y después va a depender básicamente de cómo sea el enfoque político-económico del próximo gobierno. Hay una necesidad de organizar las expectativas de los agentes económicos para bajar las expectativas inflacionarias, y el principal instrumento para eso es la política fiscal.
-¿Cómo se puede saber la inflación real?
-Hay tres variables para tener en cuenta a la hora de definirla: la que mide el INDEC; la que miden las provincias, que está en 23 por ciento, aproximadamente; y la evolución de los salarios, que trepa al 28 por ciento interanual. Los salarios no pueden aumentar más que la resultante del incremento de los precios más la productividad. No veo que esos indicadores se vayan a disparar para fin de año. Tampoco creo que se vayan a desacelerar solos. Hacen falta instrumentos de materia económica para que eso ocurra. Cualquier gobierno que asuma va a tener que pensar la inflación con la mira puesta en 2015 y no a los pocos meses.
-¿Sube el gasto público en año electoral?
-En 2007 el gasto público creció por encima del 40 por ciento interanual en comparación a 2006. En cambio, este año no está ocurriendo el mismo fenómeno; el crecimiento es más paulatino, en el orden del 30 por ciento. Lo que está influyendo son dos cuestiones: las fuentes de recursos no tienen tanto dinamismo y los subsidios están generando un gasto incremental en forma independiente a la voluntad del Gobierno.
-¿Cómo está el nivel de inversiones en el país?
-Si uno mira la rentabilidad por sectores, en el agropecuario es buena; en el industrial está cayendo a una velocidad importante, sólo hay que mirar los balances de las empresas en 2007 y los de ahora; en el energético también hay caída de rentabilidad con pérdida de producción, ya que hay una baja sostenida de la oferta local. El hecho de que este panorama sea tan heterogéneo no impide que la tasa de inversión sea razonable; no tenemos malos indicadores: el agregado de inversión es bueno, la tasa de interés es baja; en el promedio, la situación es moderada. El problema es que la rentabilidad de los sectores industrial y energético sea baja hace que se puedan producir “cuellos de botella” en la economía de cara al futuro, tanto en el sector energético como en el abastecimiento de la cadena industrial.

Mariano Lamothe
“Más inversiones en sectores clave”

El jefe de la consultora Abeceb da su opinión sobre la Argentina de finales de 2011. Cree que habrá que sincerar la inflación y trabajar a partir de ese punto.
-¿Qué dólar habrá en diciembre?
-El tipo de cambio, en términos reales, sufrirá algunas presiones; cuando se lo compare con la inflación tendrá algún ajuste, llegará a 4,20 o 4,25 pesos. En 2012 quizá demande un colchón cambiario.
-¿En qué índice estará la inflación?
-Estará entre el 22 y el 24 por ciento.
No creo que sea necesario hacer cambios drásticos, aunque el Estado deberá reconocer el problema de la inflación y, a partir de allí, determinar una forma de medirla. Hasta que no exista eso, va a ser muy difícil plantear una política que vaya a un sendero de reducción inflacionaria. Después deberán hacerse políticas creíbles, que muestren que se está actuando en el tema, sin que eso signifique una política contractiva de pérdida de empleos.
-¿Cómo está el gasto público?
-Los subsidios empiezan a erosionar, y mucho, las cuentas públicas. Este año ya compiten con el gasto de capital, que son las obras públicas.
-¿Las inversiones son suficientes?
-Se ha invertido mucho, aunque falta más. Si se quiere seguir creciendo al 6 o 7 por ciento, deberán llegar más capitales en lugares estratégicos, como refinería, energía e infraestructura. Deberá mejorarse la productividad si se quiere que el próximo ciclo sea sostenible.

Julio Gambina
“La apuesta es potenciar la relación comercial con China”

El integrante del comité directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales pronostica un país con varios temas a resolver.

-¿Cómo se imagina la política cambiaria?
-Si continúa el actual gobierno, no se espera que haya grandes cambios. La situación internacional va a continuar con las tendencias actuales, eso es: elevados precios de las materias primas, que son el eje de las exportaciones argentinas. La visión es que van a seguir ingresando divisas al país.

-¿Qué inflación habrá en diciembre?
-Hasta ahora se ha mantenido tapado por la intervención del INDEC, pero la realidad marca que la demanda por incrementos salariales ha estado muy fuerte. El tema puede complicarse a futuro con mayores demandes de los sectores de trabajadores tercerizados. El futuro gobierno deberá ver cómo maneja el conflicto social.
-¿Variará el nivel de inversiones?
-La tendencia creciente de los últimos años se dio por la inversión de países como China; por lo tanto el Gobierno va a mantener las tendencias de la economía mundial. La apuesta es potenciar la relación comercial con ese país y con Brasil.
-¿La política del gasto público se puede mantener?
-Es muy probable que los subsidios tengan que disminuir y, por lo tanto, sean remplazados por aumentos de precios con tarifas con un menor peso del Estado. Este tendrá que destinar más recursos para frenar la conflictividad social. No creo que se incremente la inversión pública.

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