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lunes, 24 de febrero de 2014

“Vamos a bancar al Gobierno hasta el último día de su mandato”

Por Diego Genoud El presidente de la UCR se alarma porque “un tipo como Yoma, que está
 con Scioli, pide la cabeza de la Presidenta”. Y advierte: “No soy el candidato de Techint”.
Se reconoce autor de un catalogo de frases que el kirchnerismo convirtió en icono de
 una oposición inviable. “Todas fueron sacadas de contexto”, asegura a manera de presentación. Ernesto Sanz es otra vez el presidente de la UCR y sigue soñando con
 ser el presidente de la Nación. Pocos días después de reunirse con Hugo Moyano
–antiguo destinatario de sus dardos-, el senador mendocino dice ser parte de una
generación de radicales que no le tiene miedo al poder y pide una oportunidad pa
ra 2015. Afirma que por primera vez en la historia el peronismo tiene que adminis
trar un final de ciclo, habla de su amistad con el ejecutivo de Techint Luis Betnaza
 y de la influencia determinante del Papa Francisco en los dos años de gobierno que
 le quedan a Cristina Kirchner.
Usted dijo hace un año en televisión “ojalá que la economía siga así, 
mal hasta octubre”. Puede decirse que se cumplió su deseo y la econo
mía fue cada vez peor.
La frase expresaba que había cuestiones institucionales que tenían mucha más im
portancia que las cuestiones económicas. Era el momento exacto del proyecto de democratización de la justicia. Pero fijáte una cosa. Yo creo que en el voto de octu
bre, al margen de que la economía fue mal, la gente le picó el boleto al kirchneris
mo no tanto por la cuestión económica sino por los desbordes institucionales.
Pero su preocupación era que la economía repuntara y la sociedad 
volviera a optar por el gobierno.
Siempre en la Argentina el voto tiene una gran cuota de análisis económico. Mien
tras la economía marcha más o menos bien, la gente no quiere cambiar porque a
demás venimos de tantas frustraciones y de tantas crisis que la economía pesa
 mucho. El kirchnerismo tiene un gran déficit en lo institucional que hoy está des
bordando hacia lo economía, pero el déficit más profundo pasa por lo institucional.
 Ricardo Lagos dice que las variables que no tienen que ver con la economía son
muchos más importantes a veces que las propias variables económicas.
¿Cree que la crisis que atraviesa el gobierno puede terminar lleván
dose puesto a todo el peronismo?
No, no. Creo que hay una devaluación global que involucra a todo el peronismo
respecto a este mito de que sólo ellos saben gobernar. La caída de ese mito arras
tra a todo el peronismo. Pero el peronismo es un movimiento con capacidad de
 mutar y entonces están apareciendo los antivirus digamos. Se tratan de reciclar
desde un espacio supuestamente renovador o como dice Scioli: Ni populismo ni
liberalismo. ¡Habla de dos décadas y él estuvo en las dos y fue protagonista cen
tral de las dos! ¿Qué viene ahora? ¿Sciolismo? ¿Massismo?. Creo que la marca,
 la escudería se devalúa. Les pasa lo mismo que a nosotros, el radicalismo, des
pués de la crisis de 2001, 2002.
¿Usted es de los que creen que el peronismo termina sus mandatos 
también por mérito de la oposición que hace el radicalismo?
Lo que creo es que estamos ante una prueba de fuego porque por primera vez
 en la historia el peronismo tiene que administrar un final de ciclo propio. Nadie
 sabe cómo termina este ciclo. En los 50 y en los 70, no lo hizo porque hubo gol
pe de Estado y en los 90, el final de ciclo se lo pasó como si fuera una pelota de
 rugby a la Alianza y explotó después. Pero esta vez, el peronismo lo tiene que
administrar. ¿Va a terminar bien el peronismo? ¿Va a reaccionar bien la oposi
ción? No lo sé. Veo a un tipo como Yoma, que está al lado de Scioli, pidiendo la
cabeza de la Presidenta. Y digo lo habrá mandado Scioli. Otras veces, lo veo a La
vagna, que está al lado de Massa, pretendiendo erigirse como el bombero de la
crisis. Y pienso que Massa está jugando a llegar en 2014. Nosotros vamos a ban
car al gobierno hasta el último día de su mandato. Hemos sido siempre las vícti
mas de los estallidos y no queremos que le pase a otro. Te sumo un ingrediente
 hasta especulativo: nosotros somos los que más tiempo necesitamos para cons
truir una coalición y ese es un camino que todavía necesita mucho tiempo.
Veo a un tipo como Yoma, que está al lado de Scioli, pidiendo la cabeza
de la Presidenta. Y digo lo habrá mandado Scioli. Otras veces, lo veo a
 Lavagna, que está al lado de Massa, pretendiendo erigirse como el bom
bero de la crisis. Y pienso que Massa está jugando a llegar en 2014.
¿Parte de la crisis del radicalismo fue haber ido con Lavagna de can
didato en 2007?
Más que crisis es una debilidad institucional. ¿Por qué fuimos con Lavagna en
2007? Porque el kirchnerismo penetró en las filas del radicalismo. Porque Kirch
ner, con la billetera en la mano, salió a presionar y extorsionar con el ropaje de
la transversalidad y muchos gobernadores e intendentes radicales nos abandona
ron. Y el radicalismo quedó reducido a un grupo de soldados que no tenía candi
dato a Presidente. No reniego de esa época. Fue una época de resistencia gloriosa
. Y hoy los tenemos a casi todos los radicales de vuelta. La casa está en orden y
 hoy podemos competir.
La devaluación
¿En el regreso de Cobos, hay cálculo, generosidad o necesidad?
Generosidad. Yo fui el que le abrió las puertas a Cobos. Fui el presidente del radi
calismo del 2009 y el 2010 que le abrió las puertas. Y en la convención de Mar del
 Plata los amnistiamos. Y fui el que en 2009 en Mendoza volví a unificar al radica
lismo. Siento la tranquilidad de conciencia de haber sido muy duro cuando se fue
ron pero haber tenido la grandeza de haber abierto la puerta para estar constru
yendo hoy juntos.
Citaba la frase de Scioli: “ni populismo ni liberalismo, alejarse de los extremos”. Pero usted mismo hablaba hace poco en un lenguaje scio
lista cuando decía que hay que alejarse de los extremos en el Estado.
¡Claro!. El peronismo nos llevó a los dos extremos en 20 años. Del Estado ausente
 –que dejó un país quebrado y dividido- al Estado omnipresente. El camino es un
Estado inteligente. Estado, mercado y sociedad civil en coalición virtuosa. ¿Son
creíbles los tipos que han estado adentro de esto, bancando esto? Scioli bancó las
atrocidades del Estado neoliberal y las del Estado omnipresente. Aplaudieron y se
 sumaron. Si hoy han pasado por las aguas del Jordán y se dan cuenta, yo se los
acepto, pero la sociedad tiene que entender que no es tan fácil.
¿Cree que está devaluación, en este punto al que se había llegado, era
 necesaria o había que evitarla?
Todas las devaluaciones son malas. El gobierno pagó muy caro el no haber ido ajus
tando el tipo de cambio, paulatina y moderadamente, al ritmo de la inflación, des
de el 2008. El atraso del tipo de cambio preanunciaba que, en algún momento, te
nía que venir el shock.
El problema de esta devaluación es que no se programó en el marco de una lucha antiinflacionaria. Puede ocurrir que, al final del camino, la inflación se la coma y vol
vamos a un tipo de cambio no competitivo. Hay momentos en dónde una devalua
ción te trae un beneficio, sabiendo que siempre hay costos para los más vulnera
bles. Esta devaluación se podría haber evitado y, lo que es más grave, puede caer
 en la nada.
¿Cómo fue la audiencia con Juan Carlos Fábrega –revelada por LPO-
 en la que él admitió que el gobierno no tenía un plan antiinflacionario?
El fue gerente general del Banco Nación y yo intendente de San Rafael. En el 2000,
 creamos el primer fideicomiso productivo, vitivinícola. Fue gerente de la sucursal
San Rafael, cuando yo me recibí de abogado hace 35 años. Fabrega nos recibió con
González Fraga, Negri y Morales. Fuimos a ver cómo hacer para que esta buena le
tra del Central –de tratar de sacar billetes de la plaza- se acompañe con un comba
te de lleno contra la inflación. El dice “nosotros nos ocupamos de la primera etapa
, de política monetaria, ahora la que viene es de política económica”. No dijo que no
 había un plan, eso lo deducimos nosotros.



En 2010 usted decía que el moyanismo se acababa cuando se acabe el kirchnerismo, son parte de lo mismo. ¿Ahora, que se juntó con Moya
no, lo ve distinto?
¿Quién cambió? ¿Yo o Moyano? Hubo una época en que Moyano y Kirchner eran
 las dos caras de una misma moneda: el poder político y el poder sindical juntos de
trás de una acumulación de poder, que era el gran modelo del kirchnerismo. Con
 Moyano tenemos diferencias, pero tenemos una coincidencia de fondo: hay que
preservar empleo y salarios. Moyano no está en el mismo lugar que antes. Tuvo
la virtud de rajar a tiempo.
Los Sin Miedo y el peronismo
¿La estrategia del espacio no peronista es nacionalizar UNEN?
Tenemos dos modelos, el de Santa Fé, que tiene menos componentes, y el de UN
EN, que tiene más. La virtud del santafesino es que es un modelo probado en la
gestión. La de UNEN es que logró administrar la diversidad pero no tuvo un pro
grama común, por falta de tiempo. Necesitamos un proyecto nacional con un pro
grama común.
¿El radicalismo es el vértice de ese proyecto o se va a diluir en ese es
pacio?
Yo tengo enorme respeto por los socios pero dejáme que como presidente del par
tido y sin soberbia diga que el radicalismo es una columna vertebral, por historia,
 por volumen, por peso, por extensión geográfica.
Dice que es parte de una generación de radicales que no le tiene mie
do al poder. ¿Cree que la sociedad lo entiende o lo va a entender así 
alguna vez?
Mucha gente nos mira a los radicales y nos asocia inmediatamente con el 2001 y
con el 89. Mi generación se ha hecho cargo y no quiere ser asimilada a eso. Ha go
bernado y gobierna a miles de argentinos con muchos gobernadores e intendentes
 de capitales de provincia. Cuando De la Rúa se fue en helicóptero, yo era inten
dente y no me fui. Goberné, pagué los sueldos y entregué el poder en 2003. Uno
 se hace cargo por pertenecer a la escudería pero es injusto que nos digan que no
 podemos gobernar nunca. Mi generación no le tiene miedo al poder, tiene voca
ción de poder. Y queremos una oportunidad. Es lo mismo que si al peronismo le
cargaran toda la vida la mochila de López Rega.
Cuando De la Rúa se fue en helicóptero, yo era intendente y no
 me fui. Goberné, pagué los sueldos y entregué el poder en 2003.
¿Cuál es su crítica principal al peronismo?
El peronismo olvidó su génesis revolucionaria y transformadora, del peronismo
 de Perón que yo admiro. Nos afanaron las banderas que venían de Yrigoyen.
En los años de Menem, ni hablar. Y en los de Kirchner, desperdiciaron la opor
tunidad que tenían de romper los problemas estructurales de la Argentina. Admi
nistraron pobreza y no sacaron a los pobres de su situación.
¿Y qué es lo que le envidia al peronismo?
La capacidad que tienen para representar más genuinamente los procesos socia
les cambiantes de la Argentina. Son mucho más pragmáticos, dúctiles y flexi
bles aunque a veces terminen en cualquier lado. Y le envidio sobre todo la capa
cidad, de estando en el poder, adaptarse muchas veces a circunstancias difíciles
 que en el caso del radicalismo exigirían romper con esquemas principistas.
La relación con Techint
¿Sigue soñando con ser presidente?
Claro. En 2011, cometí dos errores que se pagan caro. Me largué a destiempo,
 muy tarde. Y en segundo lugar, no tuve apoyo partidario, lo medí mal. Pero
nunca perdí las ganas. Estoy trabajando para llegar en 2015.
¿Cómo hizo para convencer a Luis Betnaza –número 2 de Techint- 
de que podía ser presidente?
Luis Betnaza no es Techint. Es un amigo personal mío. Con Paolo Rocca, si es
tuve dos veces en mi vida en algún coloquio de IDEA, es mucho. Cuando yo lle
gó a ser parte del bloque de senadores en 2003, había un asesor que se llama
ba Bocha Bailey, muy amigo de Julio Grondona y de Luis Betnaza. Ese viejo
me adopta a mí y, a los dos meses de haber venido acá, me invita a su cumple
años y me sienta entre Grondona, Raúl Alfonsín y Betnaza. Y me hice muy ami
go de Luis, de ir a la cancha juntos a ver a Boca, de ir a comer. Él tiene una vi
sión desarrollista, como la mía –mi padre era frondicista- y, como tantos otros
 amigos míos, tienen esa frustración de ver cómo se les ha ido pasando la vida.
 Todo lo vinculado al desarrollismo los cautiva. Y yo lo cautivé, como cautivé a
 los del Coloquio de IDEA, a los del Instituto del Petróleo y el Gas. Pero yo no
soy el candidato de Techint. En todo caso, habría que preguntarle a Sergio Ma
ssa: las grandes empresas, la UIA, De Mendiguren, están allá. ¿El candidato de
l establishment –título, que a mí me endilgaron en 2011- quién es hoy?
Luis Betnaza no es Techint. Es un amigo personal mío, él tiene una visión desarrollista, como la mía. Con Paolo Rocca, si estuve dos veces en mi vi
da es mucho. Yo no soy el candidato de Techint.
¿Y con Roberto Dromi, cómo es su relación? ¿También son amigos?
No somos amigos. Cuando me recibo de abogado, arranco en San Rafael en el estu
dio de mis viejos y a los dos años me meto en un concurso en la Facultad de Cien
cias Económicas en la delegación San Rafael y entro en la Cátedra de Derecho Pú
blico. El titular de la Cátedra era Dromi y yo paso a ser adjunto de la cátedra du
rante dos años. Esa fue mi relación académica. Y me lo vuelvo a encontrar, cuando
 él toma la maestría de la Universidad del Salvador y empieza a hacer mesas de
 análisis político. Fui a una mesa en la que estaba Bergoglio, Jaunarena, López
Murphy. Ese es el vínculo.
¿Bergoglio puede influir en la política local?
Si, mucho. Está influyendo. Influye mucho en el mundo sindical. Me da la impre
sión de que el Papa es el gran orientador del mundo sindical. Todos los sindicalis
tas miran hacia allá. Y tengo la impresión de que ha modificado abruptamente
su relación con el gobierno, por lo menos con la Presidenta. Hay un cable corto
 ahí. Me animo a decirte que es muy jodido para el peronismo estar alentando el
estallido y la crisis porque me parece que, si hay un tipo que no quiere eso, es el
 Papa.
¿Se cansaron ustedes de ser opositores?
A mí no me gusta para nada ser opositor. Siendo muy joven fui miembro del pri
mer gobierno radical de Mendoza, el mejor gobierno, de Santiago Felipe Llaver,
 progresista, moderno, social. Después fui intendente y después viene mi vida par
lamentaria. De ninguna manera cambio estar en un Ejecutivo por un Legislativo.
¿No hay en el espacio que se está armando figuras –como Carrió pe
ro no sólo ella- que se sienten más cómodos en la oposición?
Yo no lo advierto hoy. Carrió tiene una inmensa vocación de poder. Cuando ella
 dice que está cerca de mucha gente del macrismo, está apuntando a la jefatura
 de Gobierno de la ciudad. Esa es mi impresión, no hablo por ella. Si está viendo
 de jugar en la ciudad y quiere captar el electorado de Macri, es que quiere go
bernar.

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