La Presidenta asistió, junto a gran parte de su gabinete, al acto conmemorativo por el 17º aniversario del atentado a la AMIA, en el que murieron 85 personas. Cristina no esperaba críticas hacia su Gobierno, pero el titular de mutual judía, Guillermo Borger, la sorprendió en el cierre de su discurso: "Agradecemos su presencia, pero no es suficiente. Necesitamos justicia de inmediato".
Tan sólo una frase necesitó el presidente de la AMIA para incomodar a Cristina Kirchner, quien presenció por segunda vez como Presidenta un acto conmemorativo por el atentado de 1994. Ninguno de los ministros que la acompañaban esperaban esa crítica. Y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández volvió a quedar en el ojo de la tormenta.
Es que más allá de la buena relación que intentó mantener el kirchnerismo con los familiares de las víctimas de la mutual israelita argentina, el jefe de ministros fue, en las últimas semanas, el encargado de garantizar que la figura presidencial saldría ilesa del acto. El Gobierno quería evitar todo tipo de críticas, en un año netamente electoral.
Aníbal Fernández estuvo al frente de la liberación de las indeminizaciones por "denegacion de justicia", en donde el Estado se hizo responsable por no haber investigado cabalmente la tragedia. De ese modo, se habilitó el pago resarcitorio a los familiares de las víctimas.
Pero también se envió otro mensaje en el día previo al acto: el canciller Héctor Timerman confirmó que el gobierno de Irán había manifestado su disposición a cooperar las autoridades argentinas para esclarecer el atentado. El funcionario reveló que "han hecho un anuncio que me ha llegado por vía de nuestro diplomático en Teherán y por vía del diplomático iraní en la Argentina, es un comunicado oficial, un anuncio oficial".
El canciller argentino consideró "un hecho auspicioso" que por primera vez el gobierno de Irán "diga que está dispuesto a comenzar un diálogo para cooperar con el gobierno argentino".
Y las gestiones parecían haber dado resultados. Lo cierto es que durante el acto los discursos fueron encendidos y se criticó duramente a Mauricio Macri, al periodista "Pepe" Eliaschev y a Luís D'Elía, entre otras figuras públicas. El Gobierno esquivaba los cuestionamientos, hasta que el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, cerró su participación con una frase contundente.
"Agradecemos su presencia, pero no es suficiente. Necesitamos justicia de inmediato", dijo Guillermo Borger, y sorprendió a más de un funcionario del Gobierno Nacional.
Y una nueva pregunta se disparó en las filas del kirchnerismo, en donde más de uno se pregunta si se trató de una nueva metida de pata Anibal, quien suele mantener el vinculo con la AMIA, al exponer a la Presidenta a ese reto publico.
Además, todavía es muy reciente la contradicción que mostró en el oficialismo el jefe de Gabinete, al criticar a los porteños que votaron a Macri, mientras Daniel Filmus apostaba a un discurso más moderado y de apertura la segunda vuelta.
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